(NARRA MADISON):
New Orleans 1820.
Caminaba los pasillos de la gran mansión en búsqueda de Rebekah, pero no lo hallaba en ningún sitio. En la vida, en mi eterna vida, vuelvo a organizar una fiesta con ella. Agudizo mi oído y alcanzo a escuchar como reprendía una chica por el catering de la comida.
-Rebekah, calma. Todo estará perfecto- digo tomando su hombro para calmarla-
-¡Es que no hacen nada bien!- grita-
-Tranquila. Todo estará perfecto- le digo- ¿Estás segura que el vampirismo no te quitó eso de estar en tus días y ahora lo estás?-
-JA-JA Madison. Estoy totalmente segura- dice-
-¿Qué te ha hecho Emil? Cómo te haya hecho algo, acabo con su corta y miserable vida humana- dije-
-Nada… nada…-me dice- Estoy nerviosa-
-¿Porqué?-
-Quiero convertirlo, Madison. Pero no sé como lo tome Elijah… y Klaus- me dice-
-¿Lo amas?- pregunto-
-Cómo no tienes idea-
-Que te valga la opinión de ellos. Haz lo que te dicte el corazón-
-Wow… nunca me imaginé que me dijeras esas cosas, Madison-
-Me has sacado mi lado poético, Rebekah- digo riendo- Por cualquier cosa que te reclamen, dices que yo te di permiso y que cualquier queja o sugerencia lo metan al buzón de Madison Petrova- digo a lo que ella ríe- Pero adviérteles que ella nunca lo checa-
-Ya se lo imaginarán…- dice y río-
La fiesta había empezado y vi como Klaus salía del salón de la mano de dos muchachas. Rebekah platicaba plácidamente con Emil. Yo platicaba con un joven embajador, que en verdad ya me estaba aburriendo. Sólo lo hacía porque tenía hambre. Lo que el hambre hace.
Veo que luego de unos minutos, Rebekah toma la mano de Emil, y salen por la misma puerta que Niklaus había salido con esas dos muchachas.
-Aguarda, Timothy- digo y hago una leve reverencia de disculpas a lo que el asiente-
Salgo por la misma puerta y veo a Elijah besarse con una chica contra la pared.
-Creo que tu hermano se está pasando…- le dice la chica a Elijah, refiriéndose al comportamiento de Klaus al matar a las dos chicas que ahora se encontraban muertas en un sillón-
Miro a mi alrededor y Rebekah y Emil no han llegado. Seguro se entretuvieron… en algún lugar.
-No hay nada de esperanza en ti, hermano, ¿No es así?- dice Elijah mientras Niklaus seguía bebiendo de la muñeca de la chica muerta- Madison, ¿Qué se te ofrece?-
-Yo…- trato de decir, pero rizitos de oro llega al pasillo-
-¿Estamos interrumpiendo?- << - Cállate rizitos…. - >>Pienso -Amo a Emil. Quiero convertirlo-
-Si- dice Niklaus-
-No- dice Elijah-
-Elijah, siempre has deseado la felicidad para mí. Emil y yo estamos enamorados. Por favor, déjame convertirlo- dice Rebekah ocasionando la risa de Niklaus-
-Rebekah, el gobernador ha acepado esconder algunas indiscreciones y dudo que lo siga haciendo si convertimos a su hijo en uno de nosotros- dijo Elijah-
