Perdidas

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(NARRA MADISON):

Abro los ojos y siento un zumbido en el oído. Estoy moviéndome, estoy avanzando pero ni siquiera he movido un músculo. Me acomodo y siento mi cuerpo quemarse. Simplemente tenía sogas con verbena en mis muñecas y tobillos. Fue mala idea usar vestido el día de hoy. Estaba en una camioneta grande y adelante se encontraba manejando un hombre. Lo veía desde el cristal. Yo estaba en una especie de… cajuela o algo parecido. Alzo la mirada y Alaric está sentado en un sillón pequeño pegado a la pared que viene ajustado al diseño de la camioneta  el está sonriente. Ya es de noche. De seguro luego de alimentarse de mi me inyectó verbena, porque dormí profundo y me siento muy débil.

-¿A dónde vamos?- pregunto débilmente acercando ambas manos, ya que estaban atadas, a la cabeza mientras la sobaba-

-A una funeraria. Ahí es donde tienen el ataúd y a Klaus- dice Alaric sonriendo-

De pronto oigo sonar un teléfono y Alaric contesta.

-Suficiente, Alaric- escucho la voz de Elijah al lado del teléfono- Déjala- dijo- Tenemos a Klaus en un ataúd donde no será capaz de moverse y mucho menos causar daño, y ¿Para qué quieres a Madison?-

-Te la voy a entregar si vienes por ella- dijo Alaric riendo para después colgar-

¿Porqué Elijah estaba preocupado por mi? El me había hecho daño con esa mentira. Pero entonces recuerdo su mirada el día de la fiesta de los Mikaelson más de un siglo atrás. Tal vez el me amaba y no se atrevía a admitirlo y por eso le dio el derecho de mentirme sobre Kol. Aún así no estaba segura de perdonarlo.

La camioneta se detuvo y me quedo pensando en que pasó en el Grill luego de que me mordiera delante de Matt. Digo delante de él, porque no me mordió de modo para que todos lo vieran ya que todos estaban en sus cosas. En realidad, fue discreto. La puerta de la cajuela se abre y veo al conductor… tenía hambre. Y Alaric se baja.

-Gracias, pero no me puedo arriesgar- dice y muerde su cuello hasta que escucho que su corazón deja de latir. Lo hizo porque no quería que hiciera ni el más mínimo intento de alimentarme- Vamos, linda-me dice; ahogando un grito por el dolor, me arrastro hasta la orilla de la cajuela sin bajar-

-Muy chistoso, Alaric- dije señalando con mis manos a mis tobillos con cuerdas rodeando mi piel dolorosamente quemada-

El se acerca y los desata ignorando las quemaduras que se forman en sus dedos por la verbena.

-Ahora sí. Vamos, cariño- dice extendiendo su mano para que yo ofreciera mis manos atadas burlándose ya que estaban atadas atrás, de manera que el movimiento para liberarme sea imposible-

Me agarra de mi delgado brazo pálido y me saca de la camioneta mientras éste caminaba muy aprisa y yo trataba de seguir su paso.

Al llegar al edificio, pude ver que había muchos pasillos con cuartos con puertas corredizas. Alaric me arrastró por los pasillos hasta llegar a lo que creía que era el centro del lugar ya que varios pasillos se conectaban a él. Había un ataúd adentro, y no había nadie más. Por lo que me soltó haciendo que perdiera la fuerza y cayera. Sentía mis labios rígidos y cuarteados y mi piel estaba diez veces más pálida de lo común. Alaric se acercó al cofre, pero luego fue tacleado por Damon y Rebekah salió a ayudarlo. Luego sentí unas manos por atrás que me jalaban. Iba a gritar, pero una mano se colocó en mi boca. Cerré mis ojos y traté de forcejear cuando a velocidad vampírica me encontraba pegada en una pared con alguien sosteniéndome. Abrí mis ojos y me encontré con Elijah. Estar así de pegados me recordaba al sueño que Charlotte me creó semanas atrás.

-Cálmate, estás a salvo… Estás a salvo- me abrazó e hizo el agarre más fuerte como si tuviera miedo a que me fuera- Ten- dijo una vez que me soltó y me entregó una bolsa de sangre que rápidamente quité de sus manos y tomé incontroladamente-

Love Since HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora