(NARRA MADISON):
Me quedé petrificada por cuestión de segundos. ¿Qué hacía ella aquí? Entonces sonreí. Quien sabe como había resucitado pero sería un placer cobrar lo que no me pagó hacía 1000 años atrás; la muerte de mi hermana, que lo pagaría excelente con la muerte.
-Esther...- dije sonriendo y acercándome pero Finn se puso en medio- Finn... Cuantos años, yo diría, ¿500? ¿Antes de pasar medio milenio en una caja?-
-No eres la indicada para decir eso, Madison- dijo Finn- Tu también estuviste en una- dijo enmarcando una sonrisa a lo que yo revolee los ojos-
-Bueno, el punto es...- dije haciéndome a un lado- Que vuestra querida Esther está de visita- dije sonriendo- ¿Cómo vino? No lo sé- dije caminando por la sala- Pero si sé que tiene una deuda por saldar- dije mirándola a los ojos-
-No me das miedo, Madison- me dijo Esther-
-Pues deberías- dije sonriendo-
Entonces tome un lápiz y se lo lancé a Esther en dirección a su cara pero Elijah se puso frente a ella y agarró el lápiz antes de que se incrustara en su cara. Bufé frustrada. Pero el enojo se creó en mi y a velocidad vampírica me dirigí a Elijah y lo empujé con fuerza para ponerme atrás de Esther agarrando su cabeza y poniéndola de lado preparándome para morderla.
-Si te acercas, Finn, la mato más dolorosamente- dije advirtiéndole-
-Madison- dijo Rebekah- Por favor... Se que ella mato a tu hermana, pero ¿que vas a ganar con matarla?
-No lo se, ¿Venganza?- contesté-
-¿Pero así? ¿Mató a tu hermana y la vas a matar?- dijo Rebekah-
-Tienes razón...- dije alejando me de su cuello- Nada mejor que condenarte a una eternidad siendo lo que más odias- le dije a Esther-
Mordí mi muñeca y forcé a Esther para que tome de la sangre que se formaba en ella. Pero justo antes de que le rompiera el cuello, Niklaus se acercó a mi y sentí un objeto frío traspasarme el corazón. Sólo vi que mi piel tomaba tonos grisáceos y caía al suelo.
(NARRADORA):
Charlotte Petrova entró sin tocar la puerta a una mansión, que según una sheriff con apellido Forbes, era la mansión Mikaelson.
Comprobó que no había ningún vampiro en la casa y se adentró con el propósito de encontrar sólo una cosa: su hermana. Entró a un salón más alejado y vio un ataúd. Y por simple curiosidad se acercó a abrirlo.
Cuando lo abrió vio a su hermana con una daga en el corazón a lo que se la sacó.
(NARRA MADISON):
Me desperté dando un gritó ahogado.
-¡Hasta qué despiertas!- escuché a Charlotte-
-¡Hasta qué te veo!- conteste-
-Lo lamento, hermana- dijo abrazándome-
-¡Tengo una noticia que va a encantarte!- dije sonriendo maliciosamente- Esther ha vuelto...-
-Madison, no esperaba encontrarte aquí- me dijo Kol sentándose alado de mi en la barra de un famoso bar llamado "Mystic Grill"-
