(NARRA MADISON):
-Nik- dijo Rebekah que estaba a lado de Niklaus y yo al lado de éste- He traído a alguien-
Y por un momento, pensé que ésta hablaba de Caroline. Pero al voltear no era más que otra rubia en un traje de ángel. Así que desvié mi vista a Marcel mientras tomaba mi coctel.
La fiesta hubiera sido entretenida de no ser a que Niklaus estuviera conspirando algo contra Marcel, Rebekah algo contra el ángel dorado (la rubia vestida de ángel) y que yo estuviera sola ya que hasta la atención de Marcel estaba centrada en el ángel dorado.
Luego de un rato, llamaron a Marcel y éste subió las escaleras dejando a el ángel dorado sola. Me acerqué a ella.
-Hola- la saludé- Madison Petrova- dije presentándome para extender mi brazo hacia ella a lo que ella lo aceptó-
-Camille O'Conell, gusto en conocerte- nos soltamos-
-Parece que le atraes mucho a Marcel. Que afortunada- digo mirando a Marcel a lo que el me voltea a ver y después regresa a lo que está haciendo-
-¿Lo crees?-
-¿Porqué? ¿Acaso no es fácil de creer?- le pregunto-
-¿A dónde quieres llegar?- me pregunta-
-¿Qué tratos tienes con Klaus Mikaelson?- digo usando compulsión-
-Ninguno- contestó-
Me debato mentalmente por unos minutos hasta que por fin acepto una opción. Niklaus usó compulsión para que nadie sepa.
Poco tiempo después llegamos a la mansión. Klaus estaba muy contento.
-Gracias a dios- dice Charlotte recibiéndonos en la puerta- Odio tomar el papel de la nana. Tómenlo en cuenta-
-Lo pensaré- dijo Rebekah entrando a la mansión-
Una vez dentro subí al que ahora era mi cuarto y me despojé de cualquier prenda que tenía puesta. Luego, me coloqué un pijama y caí en un profundo sueño.
Me desperté lo suficientemente temprano como para ver el amanecer. Bajé los escalones y en la terraza de enfrente estaba Klaus sentado en uno de los escalones.
-Buenos días- dijo sin mirarme- Siéntate- me senté a su lado- Siempre me ha gustado las creaciones de la naturaleza- lo volteo a ver con el seño fruncido- Algunas- a lo que ambos reímos a lo bajo- El amanecer es una de las cosas más hermosas que la naturaleza se haya dispuesto a crear-
-Nunca me había parado a pensarlo- le dije-
-Deberías- el amanecer estaba llegando a su punto máximo-
-Tienes razón- le digo-
-Y eso que no has visto nada- el miraba el cielo y yo lo volteé a ver-
En la vida hubiera pensando que el malvado y temido híbrido original conservara esos hobbies. Repasé su cara estudiando sus calmadas facciones. Nunca lo había visto tan sereno y calmado. Siempre estaba molesto. Bueno, Niklaus Mikaelson es un gruñón de primera. Pero la verdad, cuesta recordarlo a cómo era de humano. Es simplemente algo imposible, aunque me esforzara no podría hacerlo. Volteé a ver al cielo y el sol ya había salido. Otro amanecer en estos 1000 años que no he visto. Me pregunto si mientras yo estaba en un cofre él se tomaba el tiempo de observar un amanecer. No lo creo.