De una vida tranquila, a un gran accidente. El destino los juntara con un propósito para cambiarles la vida o por lo menos a el.
Pero para ella que le entregará el destino?
Después de que me dijera todo eso creó que lo mejor era irme, estaba a unas cuantas horas para irme a miami junto con belinda y zak, la idea era irnos a gravar las nuevas canciones, la verdad no me gustaba mucho la idea de irme y dejarla sola pero si ella no quería saber nada de mi y aunque me doliera cumpliría sus deseos lo más que pueda.
—parce, ya tenemos que irnos al aeropuerto—dijo zak entrando a mi habitación.
—esta bien, bajo en un segundo—dije mirándolo.
—okey, te esperamos—dijo para luego irse.
Con un suspiro de pesadez cerré mi maleta y la tome para bajar, mientras iba bajando escucho la risa de belinda, poco a poco la vi junto con zak y mi hermana.
—Juan, ya vámonos—decía belinda emocionada.
—tranquila no ahí apuro ya llegaremos—le dijo zak.
—segura que no quieren venir?—le pregunte a mi hermana.
—segurísima, pero si vamos a ir en un par de semanas.
—de acuerdo—dije dándole un abrazo.
Después de despedirme de mi familia nos dirigimos al aeropuerto, estábamos a punto de subir al Jet cuando me devuelvo a hablar con uno de mis guardaespaldas.
—Gabriel, antes de irme me gustaría que me hicieras un favor.
—si señor lo que desee.
—puedes llevar esto a esta dirección—dije dándole un papel con la dirección junto con una caja y con ramo.
—si señor, para quien es?
—eso no interesa, adentro dice para quien es, Solo quiero que lo lleves por favor.
—si señor, lo que usted diga.
Después de decirle lo que le pedí se subió al auto y partió alejándose de mi vista mientras que yo me subía al Jet.
—señor Londoño, que gusto de tenerlo aqui—dijo la azafata, solo le sonreí y me senté.
Me quede un momento mirando a la ventanilla con el sentimiento de ver algo o mejor dicho alguien en especial, cuando suena mi teléfono sacándome de mis pensamientos, tenia un mensaje de un número desconocido.
*desconocido*
Imagen.
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Mi chica y yo te deseamos lo mejor y esperamos que no vuelvas;) √√
La furia me comía por dentro era obvio que era ese idiota de su noviecito y al verlos así solo me enfurecía más, apague mi teléfono y espere que todo estuviera listo para irnos.
*Narra Aylen*
—ya vete, mi padre va a llegar luego—dije riendo.
—solo un beso más, uno solo—dijo con cara de perrito.
