Aléjate De Mí (En Correcciones)

parte 11: Un juramento que cumplir

Estaba asustada... realmente asustada Kendall había vuelto, iba a terminar lo que comenzó, iba a volver hacer que sus hombres me tocarán de nuevo, pero esta vez no lloraría, debía ser fuerte en cuanto a la situación.

¿En serio eres fuerte?, tú Lady Di, ¡Jah!.

 —¿Pensaste que no volvería? — preguntó burlón.

No quería que está vez si se cumpliera su propósito.

Mire a mis alrededores, pero sólo estábamos él y yo. Me alivie un poco al ver que Sam y Jace no se encontraban con nosotros.

—Suéltame Kendall — susurré con irritación.

No le iba a demostrar que tenía miedo, ese el peor error que le puedes demostrar a tu verdugo. Pero si tengo miedo, mejor intentare no demostrarlo.

—No lo haré, tengo planes para ti.

Su voz ya me comenzaba a molestar, no lo quería cerca de mi, él me mintió y me usó, tiene una familia, se acostó conmigo estando casado con esa mujer, la cual odio desde la primera vez que la vi.

Tiene un hijo

Mi mente seguía reprimiendo.

—La tienes a ella, ve hacer tus planes con ella — dije con resentimiento.

Me giré para encararlo, empecé a forcejear con el para que se quite de encima no lo quería cerca, yo no soy juguete de nadie... pero aún así lo amo, y eso me duele muy en el fondo ¿como se puede seguir amando a alguien que te hace mucho daño?, tal vez estoy loca por seguir sintiendo ese sentimiento tan fuerte.

¿Ahora te das cuenta que estas loca?

Él tomó mis manos para que no siga empujándolo, y las puso por encima de mi cabeza.

—¿Quien te dijo que estoy casado? —preguntó confuso.

Dejé de luchar contra él, ahora la confusa era yo, pensé que él le había contado algo a su hermana.

—Tu hermana me reclamó —dije con desdén.

Mire confusión en su rostro, tenía el ceño ligeramente fruncido.

—¿Como lo sabe? —preguntó más para él que para mi.

—No me importa como ella lo sabe, lo que importa es que sé la verdad sobre ti. —lo mire mal para que ve lo molesta que estoy─, Kendall me mentiste, jugaste con mis sentimientos, lo que yo sentía era puro y verdadero, ni siquiera tuviste los pantalones para decirme que ya habías formado una familia ─trague duro.

En respuesta no dijo nada, y en verdad es mejor así, que no diga nada más.

─Eres un imbécil ─termine de decir.

Él me miro cortante, se veía algo molesto.

—No te hagas ideas de que me importa tu opinión —dijo para lastimarme.

Pero adivinen ¿qué?, logró su cometido, me dolió mucho sus palabras, Kendall tenía el poder de lastimarme con facilidad, porque lo amo como nadie en este mundo, puede amar.

Lady Di, no hay mujer más estúpida que tú.

Suena cursi pero así es la cosa. No quise decir nada más, me dolía mucho el corazón.

—Mírame Kendall —le ordené.

—Te dije que no me gusta que me ordenen —dijo con desdén.

—Solo mírame —dije con más firmeza.

Entonces me miro interrogante.

—Te prometo que desde hoy, comenzaré a sacarte del corazón —lo mire con más intensidad —Te lo juro, estoy harta de tus rechazos y maltratos.