Aléjate De Mí (En Correcciones)

Parte 57: Una oportunidad

Tuvimos que separarnos después de aquel beso, Javier me colocó otra vez en el suelo, un suspiro brotó de mis labios, no podía creer la mágica sensación que me hace sentir sus labios, era algo inimaginable.

Javier me miraba penetrante, estaba levemente sonrojado, mis ojos viajaron al cuello ortopédico que usaba, de repente la imagen de su cabeza impactada con el vidrio de su auto me paralizó, la magia se acabó y le di la espalda.

Quería pensar que ese accidente no es mi culpa, pero no puedo, solo con pensar que él podía morir me mata la conciencia.

─¿Qué pasa Lady Di? ─susurró a mis espaldas.

Cerré los ojos por unos instantes, no quería girar, solo pensaba que siempre pongo su vida en peligro.

─No entiendo, porque después de todo sigues aquí, ¿por qué no te has marchado? ─aquellas palabras salieron de mis labios sin pensarlas.

Un silencio aterrador se instaló por parte de él, la incertidumbre me arropó, deje que pasaran cinco segundos más, pero no hablaba, iba abrir la boca para decir algo pero él por fin se dignó en hablar.

─Lady Di...

─Javier... ─lo imité.

─Pienso porque no me alejó, y ya sé porque no lo hago, es porque no hay nada del porqué debo alejarme, pienso y pienso y no, no hay nada.

Giré lentamente, si él tan solo supiera que tales palabras hacen grandes efectos en mí.

─Claro que hay un motivo ─pase mis manos por mi cara.

Javier no dijo nada, sin emitir ninguna otra palabra, entró a la casa, dejándome ahí toda confundida.

Pestañee varias veces estupefacta. Después de varios segundos ahí parada como una tonta decidí entrar, cuando entre mire como Javier subía las escaleras a paso lento, camine hasta llegar a mitad de la sala.

─¿Me dirás que dije ahora? ─alce los brazos un poco.

En ese instante Javier detuvo sus pasos, me miro por encima de sus anchos hombros.

─Todavía no has dicho ─murmuró serio.

Un estruendoso soplido salió de sus labios, hizo presión en sus ojos, era como si tratara de contenerse de algo.

─Ya basta Lady Di, no soportare que eches todo esto a la mierda solo por Kendall, porque sé que ya venías con eso ─me miró severo.

Me quede estática en mi lugar, no pensé en nada más que ahora controlarme yo, para no decir algo de lo que pueda arrepentirme.

─Lady Di, el día en que te hice mi novia, ¿te acuerdas el día de tu cumpleaños?, ese día cuando nos fuimos de la fiesta, cuando estábamos charlando, antes del accidente mandaste a Kendall al diablo, ya no amargues todo mencionándolo a él, ─Javier bajo las escaleras lentamente dirigiéndose a mí─, estoy cansado de él, de que siempre tengas miedo de ser feliz conmigo.

La cercanía de Javier provocaba algo en mí, tenía una penetrante mirada con una pizca de suplica, mi corazón dio un revoltón, baje la mirada porque no aguantaba mirarlo.

─Javier es que no quiero que algo te pase ─murmuré cabizbaja.

─No me pasara nada, amor estoy aquí contigo, olvídate de él, solo piensa en tu felicidad que soy yo ─una pequeña sonrisa brotó de su parte.

Pude sentir sus zapatos topar con los míos, mi cuerpo se estremeció, una corriente eléctrica me recorrió completa, haciéndome temblar notoriamente.