Aléjate De Mí (En Correcciones)

Parte 48: Fiesta

Iba camino a casa ya eran las tres y diez de la tarde, y por fin Kendall les autorizó a sus idiotas llevarme a casa, estuve en su apartamento como precaución por si Maximiliano ¡que ya se como se llama el tipejo eso! vuelve atacarme de nuevo.

Miraba por la ventana, mis nervios estaban descontrolados, no quería que mi madre se diera cuenta de lo que paso conmigo, aunque lo dudo en parte, según ya Kendall se encargó de eso, mando a alguien al instituto para hablar con el director Jones, ese hombre ahora si debe odiarme.

Baje del auto en donde Kendall envió a mandarme para mi hogar, salí disparada no quería que nadie me viera bajar del auto de uno de los tipos de Kendall.

Entre al edificio que resido y subí las escaleras al segundo piso, iba tan rápido que golpee el hombro de alguien, me gire para verlo y él por igual, sus ojos verdes me miraban inocentes y su piel morena, era exquisita, yo estaba perpleja nunca había visto aquel hombre chico aquí. Sonreí nerviosa.

─Lo siento, no la había visto ─fue lo primero que vino a mi mente.

─Discúlpeme usted a mí, tampoco la vi ─se excusó.

Me sonrió, yo también lo hice y seguí caminando escaleras arriba, llegué a la puerta de mi departamento y abrí con mi llave, al entrar mi madre veía la televisión, bueno la televisión a ella porque se durmió, entre sin hacer  ruidos, camine sin hacer ningún ruido y me dispuse a ir a mi habitación, me senté en la cama y tire la mochila a un lugar de donde estaba sentada, saque mi teléfono y revise como cuatro llamadas perdidas de Brendon, le devolví la llamada sabia que tenía un sermón para mí.

─Hola ─le escuché murmurar por la otra linea.

─Brendon, cariño ¿cómo estás? ─le hable con dulzura.

─Niña, ¿dónde estabas que no fuiste al instituto? 

─Paso algo, algo muy grave ─mi voz pasó de dulce a preocupada─. Pero, no te lo puedo decir ahora.

Brendon hizo un sonido extraño.

─No me vengas con eso... apuesto que Kendall o Javier deben están involucrado en eso ─dijo con voz cansada.

─Sí ─afirme.

─¿Sabes porque no quiero por ahora escuchar lo que paso?

─No.

─Porque estoy cansado de ese par, bueno más de Kendall que Javier... odio a Kendall con todas mis fuerzas.

Hice una mueca confusa.

─¿Por qué? ─pregunté.

─¿Aún lo preguntas?, ¿se te olvido el daño que te hizo?

─No, pero lo odiabas antes de que empezaran los conflictos con él.

Hubo un silencio de tres segundos.

─Como no odiarlo si es un delincuente que se sale con la suya, y la policía se vende a ese tipo ─dijo con voz dura.

─Ya. Debo colgar ─murmure mientras me quitaba los zapatos.

Estaba algo triste, ya que al parecer mi mejor amigo se olvido de mi cumpleaños.

─Lady Di, alístate está noche, te llevare a cenar.

Abrí los ojos.

─¿¡Me llevaras a cenar!? ─grité emocionada.

─Sí ─rió.

Me paré de la cama y di un salto.

─Enserio, no puedo creerlo ¿por qué me llevaras a cenar?