Parte 44: Una promesa

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La cara de Jade se puso roja, pero se contuvo. Cruce mis brazos a la altura de mi pecho, que ella estuviera aquí me reventaba de celos, no lo voy a negar, me sentía celosa.

─No se que rayos haces aquí ─murmuró.

─Creo que eso debería importarte un reverendo pepino, bueno aunque esa pregunta te cabe más a ti.

Ella sonrió.

─Vine a cuidar de Javier, ya que ayer me di cuenta de su estado de gravedad ─agregó.

-¡─¿Ah si? ─me rasque la nariz -Kendall es un animal, un bastardo.

Ella me miró ofendida.

─Si Javier está así, es por tu culpa, si te alejaras de él, eso no habría pasado ─se irritó.

─Yo no tengo que alejarme de nadie, solo porque al maldito de tu hermano se encapriche conmigo, ahora permiso voy a pasar ─intente entrar.

─¡No pasarás a ningún lado! ─espetó─ Mejor vete, porque no dejare que veas a mi hombre.

¿Su hombre? ¿Desde cuando Javier tiene el nombre de ella marcado en la frente?

─¿¡Tuyo!? ─me altere─ ¡Creo que sueñas!

La escuché reír.

─No, no sueño, él es mío, yo lo ví primero ─me echó en cara.

Volví a mirar su indecente vestuario.

─Sabes Jade, si quieres que crea que algo está pasando entre tú y Javier, te puedes ir al infierno ─murmuré.

─Tranquila, pronto habrá algo ─murmuró irritada.

Iba a entrar a la casa, pasando por encima de Jade, pero ella me agarró fuerte del brazo, pude hasta sentir sus uñas clavándose en mi carne.

─¡Suéltame! ─grite.

─¡No!

Otra vez intenté entrar, pero ella más intensificó su agarre.

─¡Ya suéltame víbora! ─la insulte.

Con mi otra mano atrape su mano, la cual me sostenía con fuerza.

─¡No dejare que entres! ¡No permitiré que lo veas! ─me gritó furiosa, pero había algo de tristeza en su tono de voz

─¡No sigo órdenes tuyas!

De pronto llevo su mano libre a mis cabellos, me agarró fuerte la maldita, sentí que me iba arrancar el cuero cabelludo.

─¡No permitiré que lo veas! -mientras decía esto tiraba de mi cabello.

Una gran ráfaga de cólera y enojo me abarcaron. Soy de las personas que odian que les toquen el cabello y más cuando lo hacen para herirte. Solté la mano de Jade e hice lo mismo que ella, fue más fácil atrapar sus cabellos ya que los de ella son más largos que los míos. Agarre con mucha fuerza el pelo de Jade, quería provocarle el mayor daño posible, Jade chilló de dolor cuando jale fuerte. Podía sentir los latidos de mi corazón zumbando en mis oídos, la adrenalina se hizo presente en todo mi cuerpo.

─¿¡Pero qué está pasando aquí!? ─una estruendosa voz nos interrumpió a Jade y a mí.

Sin contratiempos solté el pelo de Jade, y ella también me soltó los míos. Las dos miramos hacia la sala, y vimos a Liam que traía a Javier apoyado de su costado, lo ayudaba a caminar. Liam tenía la boca abierta y las cejas levantadas, mientras Javier además de una mueca de dolor, miraba aquella escena con mucha determinación. Me posicione en forma recta, y de la vergüenza agache mi cabeza, con mis dedos intenté arreglar mi pelo que estaba algo desarborotado.

Aléjate De Mí (En Correcciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora