Perdí las fuerzas de mis piernas cuando dislumbre el arma de Dominic, mi garganta se encogió era como si la voz desapareciera.
Mi corazón se volvió rápido, la mirada de Dominic estaba llena de un sentimiento de maldad sorprendente, tenia su pistola empuñada en su mano. Empecé a temblar, un sabor de amargura lleno mi lengua.
─¿Qué haces aquí? ─su voz era hielo puro.
No podía articular palabras, era como si mi lengua temiera moverse.
─¡¿No escuchaste?!
Chille impresionada, sostuve mejor mis maletas, era como si mi equipaje me pudiera defender de Dominic por si acaso me dispara.
─¿Y esas maletas?... piensas mudarte aquí, ¡Si eso está pasando por tu mente!, ¡No lo permitiré! ─escupió.
Trague duro, cerré los ojos y empecé a armarme de valor.
Ya no más miedo, ya no quiero sentir miedo, debo poner limites a mis miedos
─Eso no debería importarte ─fue lo primero que salió de mis labios.
La mirada de Dominic se endureció, empuñó mejor la pistola y se puso rígido.
─Me importa, porque no permitiré a una mujersita como tú que este al lado de Javier y que además...
─¡Te callas! ─lo interrumpí─ ¡¿Pero quién te crees para decidir quien debe estar al lado de Javier?!
─Si te dijera que me creo te asustaría ─respondió.
Aquellas palabras se sintieron extrañas, sumergiéndome en una confusión impiadosa.
─Está mañana dijiste algo que a mí y a los hombres de Kendall turbó, te referiste con amor hacia Javier, ¿de que tipo de amor te referías? ─temblé ante la respuesta.
Dominic echó una pequeña risita.
─Dime Lady Di, ¿acaso tienes mente por tenerla y no para pensar?, dime... ¿con que tipo de amor, crees tú con el cual me referí hacia Javier?, solo piensa, deja que tu mente trabaje en la respuesta.
Me sumí en mis pensamientos, y deje que los recuerdos vinieran, la forma sobre protectora con la que cuidaba a Javier de mí, la forma tan rara que Dominic me miraba, esa forma de apego hacia Javier y esas palabras con doble sentido que utilizó en la mañana para hablar sobre Javier, y lo más importante, porque le pidió a Kendall que me asesinara.
Toda mi sangre se calentó.
¡Le gusta Javier!
─¡Oh por Dios! ─exclamé─. ¡Te gusta Javier!, ¡Eres gay!
Mis ojos se llenaron de lagrimas, lo primero que me vino a la mente fue si Javier lo sabia, aunque lo dudo mucho.
Dominic sonrió orgulloso.
─Si, amo a Javier y estoy dispuesto a todo por él, y lo cuidare de mujersitas como tú, que solo buscan apartarlo de mí, como las egoístas que son ─sonrió más.
─Cuando él lo sepa te echará de su lado, no la parte de porque eres gay, sino porque quieres alejarme de él ─dije segura.
Otra risota vino de parte de él.
─¡Tonta! ─se burló.
Fruncí el ceño y retrocedí, ya estaba empezando asustarme otra vez, el valor se me estaba drenando.
─Él ya lo sabe, ¿Y adivina qué? ─su rostro se volvió más perverso─, fui al hospital a decírselo y él se alegro, sabe que lo amo, y lo besé y él me correspondió, él es mío Lady Di, ¡Mío!, y mataré a cualquiera que lo alejé de mi amor.
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Aléjate De Mí (En Correcciones)
Teen FictionMoría por estar en tu vida... Ahora muero por salir de ella.