|1| Estaré a tu lado 🐦‍🔥 Remus Lupin ✔

4. La peor cita de todas

Luego del casi incidente con el plan maestro, Remus decidió mantenerlo consigo para evitar, a toda costa, los problemas que podría conllevar que sus sentimientos por Lily Evans sean descubiertos por cualquiera de sus amigos, sobre todo James. Por lo que, además de esconderlo, lo llevó a cabo. Hizo caso a su mejor amiga, y empezó a relacionarse más con las chicas de su casa y las de Ravenclaw. Al principio se le hizo difícil, ya que no solía tener conversaciones llevaderas, pero Sirius y Sam lo ayudaron bastante. Y con el paso de las semanas, Remus Lupin enorgullecía a Sirius Black, ya que las chicas le "llovían". Donde sea que iba una chica lo saludaba y coqueteaba con él, en especial, Sally McAndrews.

Samantha Potter trataba de esconder sus celos hacia las chicas que se le acercaban a su amigo, pero algunas la provocaban. Así que, por el bien de todos, se iba a la Sala de Menesteres, donde solía leer y también lamentarse por haberse enamorado de su mejor amigo, que sólo la veía como una hermana. Las acciones de la chica Potter llamaban la atención de su hermano y de Sirius, quienes siempre le hacían un interrogatorio en la Sala Común, cada vez que volvía del séptimo piso, que por lo general era a la hora de la cena, luego de estar toda la tarde sin que ellos supieran de ella. Potter entendía, eran sus mejores amigos y se preocupaban por ella, pero eran agobiantes.

   —¡Soy tu hermano! —gritó James desesperado en su habitación—. Siempre nos contamos todo —se acercó a su hermana y tomó sus mejillas—. Te conozco lo suficiente como para saber que te sucede algo. Y no es sólo de este año, viene del anterior.

Aquella declaración la había tomado desprevenida. James no era idiota, y él sabía que a su hermana le sucedía algo, pero no quiso agobiarla con preguntas como lo hacía, generalmente, su madre. Pero esta situación fue lo que colmó la preocupación de Potter.

   —James —le sonrió—, estoy bien.

   —Otra vez con la misma mierda de mentira —se separó de su hermana y golpeó la pared más cercana.

   —No te miento, es sólo que... —díselo—. La presión de la escuela. Me asusta saber que en menos de dos años saldremos de aquí, y nos tendremos que afrontar a un mundo que está por caer en las manos de Tú-sabes-quien.

   —Oh, Sam —la envolvió en sus brazos—. Todo estará bien, hermanita —besó su frente y la separó para mirarla a los ojos, los cuales ya estaban cristalizados.

Samantha quería llorar hace tiempo, y ¿qué mejor que con su hermano? Quien siempre sabía qué decir y cómo reaccionar a sus lágrimas.

   —No pasará nada. Los chicos y yo siempre estaremos para ti. Bueno, más yo que ellos, pero siempre contarás con alguien.

Ella lo abrazó, y al sentirse protegida, dejó que sus lágrimas cayeran por su moreno rostro, mientras él acariciaba su cabello. Hacía un tiempo que no lloraba así en frente de alguien. Y, se percató que para que se calmara, solo necesitaba a alguien que le dijera "todo va a estar bien". A Pesar de que no se refirieran a la razón exacta de su llanto. Eso la calmó, por lo menos en ese instante.

   —Parece que ya arreglaron todo —escucharon los mellizos detrás de la puerta. Ellos rieron—. No escucho nada.

   —Si no te callas, no sabremos qué sucede —habló Sirius.

James abrió a la puerta y, Sirius y Peter cayeron uno encima del otro.

   —¿Bennu, estás bien? —Peter se le acercó.

   —¿La hiciste llorar? —preguntó Sirius serio.

Esa clase de preocupación era la razón por lo que amaba tanto a sus amigos. Siempre que la veían llorar, se preocupaban y amenazaban de muerte a quién fuera la razón.