Un mes había pasado desde que el segundo semestre de clases en la escuela de magia y hechicería había empezado, y aunque ya se sentían consumidos por exámenes y trabajos, Sam se sentía aun peor al no tener información de ningún tipo acerca de Will.
Había enviado cartas todos los días, y ninguna era respondida. Trató de encontrar al Slytherin que era el novio de Will, pero al parecer, el chico era muy bueno escondiendo sus sentimientos, porque ningún integrante de la casa de las serpientes parecía muy preocupado sobre la desaparición de sus compañeros nacidos de muggles. Por lo que a Sam ya se le habían acabado todas las ideas para obtener información acerca de Will. Y en consecuencia, su semblante estaba cada día más cabizbajo y entristecido.
Su hermano estaba muy preocupado, hacía bastante tiempo que no la había visto tan cabizbaja. Y el pasar del tiempo ya le estaba dando las señales de que su mayor miedo se hiciera realidad. Y lamentablemente, así fue. Fue un día sábado en la hora de desayuno que había llegado El Profeta y con ello, las malas noticias. Los cuatro merodeadores dieron gracias a Merlín, que Sam no bajaba tan temprano los fines de semana, porque, quizás debido a la tristeza, ahora dormía más de lo normal. Sin embargo, ellos sabían que de la forma que fuese, Sam se iba a enterar de igual forma, por lo que preferían que ellos mismos le dijeran lo que realmente había pasado con Will.
—Que hambre tengo —dijo ella a las espaldas de sus amigos haciendo que sobresaltaran e intercambiaran miradas nerviosas entre ellos—. ¿Están bien? Tienen caras de espanto.
—¿Por qué no estaríamos bien? —dijo Sirius levantado sus manos haciendo que ella viera el periódico.
James miró a Sirius de tal forma que el pelinegro temió por su vida. El mellizo de Sam le sonrió y la obligó a sentarse a su lado para que olvidara el haber visto el periódico, así que empezó a hablar de todo lo que venía a su mente, y sus amigos intentaban seguirle la corriente; pero ellos se encontraban igual o más nerviosos por la situación. No sabían qué harían para decirle la verdad a Sam.
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Remus y James caminaban de un lado a otro en su habitación, mientras los otros dos chicos estaban sentados en la cama del chico Potter siguiéndolos con la mirada. Lupin y el mellizo pensaban en alguna forma sutil de decirle a Sam lo que había pasado con Will, pero todas eran demasiado rudas... y no querían que ella sufriera un ataque de nervios
—No es una opción ocultárselo por unos días —decía Remus, mientras seguía caminando—. Además, de la forma que se entere sufrirá.
—Eso no queremos —dijo James—. No quiero verla mal. Cuando alguno de los dos está mal, el otro también lo está —él suspiró—. La conexión entre nosotros es demasiado fuerte —James se detuvo, y observó a sus amigos—. Y últimamente, quiero decir desde quinto año, ella no se ha sentido muy bien... y aun no sé la razón exacta ¡por la grandísima mierda!
—Lo siento, Cornamenta —dijo Sirius desde la cama, para después levantarse y llegar a su lado—. Sé que será difícil para ti verla peor que ahora, pero no podremos hacer nada más que estar a su lado; y si es necesario, llorar con ella.
James dejó caer su cabeza en le hombro de Sirius, quien lo abrazó sutilmente, y le devolvió la dilección con fuerza y dejando caer alguna que otra lágrima. Todos se quedaron en silencio al ver aquello, y solo atinaron a palmear la espalda de James, demostrando su apoyo.
—¿Quién lo hará? —habló Peter.
Y los tres voltearon hacia Remus, y él asintió.
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|1| Estaré a tu lado 🐦🔥 Remus Lupin ✔
Fanfiction[1] ☾☼✮⋆˙『 Donde Samantha Potter está jodida y perdidamente enamorada de su mejor amigo, y Remus está muy confundido por cómo empieza a ver a su mejor amiga』 ☾☼✮⋆˙ 🐾⋆˖⁺‧₊☽𖤓☾₊‧⁺˖⋆ 🐾 ❝¿Recuerdas esa noche que...