8. Eres genial arriba de la escoba

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Aquella semana había pasado rápido, sin duda, y cuando despertaron el sábado, los hermanos Potter se dieron cuenta que el primer partido de quidditch de la temporada había llegado, y de repente se sintieron eufóricos y confiados.

—Espero que tus bateadores no sean tan duros con nosotros —bromeó Will dándole un suave codazo a Sam.

—Yo debería decir eso, querido Will —rieron—. En serio, son gigantes y tienen demasiado músculos —Sam levantó su brazo e hizo ademán de tener los músculos de sus brazos.

—¡Sam, no socialices con el enemigo! —gritó James desde la mesa de Gryffindor.

Esa mañana Samantha había bajado primero que sus amigos, por lo que al ver a su amigo William solo en la mesa de Hufflepuff decidió hacerle compañía mientras desayunaban. Su hermano fue el primero en soltar un gran jadeo y acusarle de traición a Godric Gryffindor. Pero ella estaba demasiado entretenida con el capitán de los tejones como para hacerle caso a James. Sam rodó lo ojos ante el grito de su hermano y la risa de su gran amigo, y luego levantó su dedo medio hacia James, quien volvió a hacerse el ofendido diciendo que ella ya no era su hermana. Todos rieron.

—Creo que no entiende que sólo es un juego —habló llevando una quinta tostada a su boca.

—Vamos, Potter, no es sólo un juego.

—Tampoco definirá tu vida, O'Connor —rodó los ojos nuevamente.

Unos minutos después ambos terminaron su comida y se despidieron dándose buena suerte antes de dirigirse hacia el campo de quidditch con sus respectivos equipos. Remus alcanzó a tomar a Sam del brazo para darle buena suerte y besar su frente, antes de ir corriendo para alcanzar a Peter y a Sirius, quien querían agarrar los mejores puestos.

—Lo harás genial hoy, Bennu —sonrió Remus.

Sam quedó anonadada por unos segundos hasta que su hermano le dijo que debían irse al camarín. Mientras caminaba sonreía como idiota y no dejaba de tocarse la frente, justo en el lugar donde los labios de Remus habían dejado un beso.

—Hoy —habló James encima de una banca, haciendo que Sam volviera a la realidad—, demostraremos lo duro que hemos entrenado, y lo buen entrenador que soy.

Sam bufó, y luego rió al igual que todo el equipo. James hizo una pequeña repasada a algunas jugadas y dio las últimas indicaciones para el juego. Y después de gritar para darse ánimo entre ellos, salieron a la cancha, donde fueron recibidos por vitoreos de sus compañeros.

—¡Vamos Potter al cuadrado! —escuchó a Sirius, y ella rió.

La chica se giró y saludó a sus amigos con una sonrisa, al hacer eso vio que los tres tenían el mismo cartel de todos los años, que decía "¡Vamos Gryffindor!" con un león en ambas 'o'. Además, Sirius tenía un suéter que decía "Potter #6, el mejor", mientras que el de Remus tenía escrito "Potter #5, la mejor"; y Peter tenía, simplemente, un león en su suéter, pero a diferencia de los otros; su cara estaba pintada con rojo y dorado.

—¡Buena suerte, Potter! ¡La necesitarás! —le dijo Will, una vez que paso a su lado y voló a la cancha.

—Será mejor que estén preparados, William —sonrió ella.

Su equipo se alineó y sobrevolaron un rato por la cancha. Y una vez que sonó el silbato de madame Hooch, todos los jugadores tomaron sus posiciones correspondientes, escuchando como eran apoyados desde las galerías.

—¡Quiero un juego limpio! —gritó Madame Hooch, desde el suelo. Luego tocó su silbato y tiró la Quaffle por los aires, siendo rápidamente atrapada por James.

|1| Estaré a tu lado 🐦‍🔥 Remus Lupin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora