25. La peor novia de todas

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Aunque todo parecía un desastre en la vida de Remus, él no quería que ese desastre se sintiera en la vida de Sam... no tanto, por lo menos. Así que cuando se acercó su aniversario de un año saliendo, por lo tanto también un año de la muerte de Will, Remus creyó que ella merecía un gran regalo por haber sido tan buena con él durante esas semanas.

Ese día por la tarde, Samantha era dirigida, por Remus al Lago Negro, donde tomarían uno de los botes con los que se traían a los de primer año al castillo el primero de septiembre, para ir a la pequeña isla en donde descansaban los restos del ex tejón.

—Aun no entiendo dónde vamos —decía la chica mientras subía la bote—. Que yo sepa, el día de San Valentín es en una semana y nuestro aniversario de primer año de novios en dos meses. Y hoy, ya celebramos que empezamos a salir hace un año.

—Hablas mucho, Bennu —rió el chico—. Deja todo en mis manos —le guiñó un ojo.

Ella movió los hombros, restándole importancia a la situación, pero cuando sintió que el bote se empezó a mover por el lago, su ansiedad por saber a dónde iban apareció. Y aunque intentó saber pregutándole a Remus, él, firme a su sorpresa, no dijo nada hasta que la pequeña isla donde descansaba Will apareció.

De pronto, Sam sintió sus ojos con lágrimas y no hizo nada más que lanzarse sobre Remus, por haber sido tan considerado con ella. Apenas Remus dejó el bote e un lugar seguro, vio que Sam miraba la lápida de Will desde lejos, él se acercó a ella y entrelazaron sus manos para que fueran juntos a verla.

William Lukas O'Connor
1959-1977

—No sabía que su segundo nombre era ese —rió Sam.

—Te dejo para que puedas...

—Gracias, cariño —lo besó.

Antes de todo, Samantha recogió unas cuantas flores que habían en el lugar, mientras que Remus estaba lanzado rocas al lago. Ella se sentó al lado de la lápida y lo saludó como si su amigo estuviera al frente suyo en cuerpo y alma. Y le contó todo lo que había sucedido después de que él muriera, que Gryffindor había ganado la copa y que ese año era muy posible que también lo hiciera. Remus, a pesar de estar lejos, escuchaba todo lo que su novia decía, provocando cierta tristeza y ternura en él.

—Dudo que me creas esto, Rascacielos —rió—. Pero hoy, también cumplo un año con Remus.

El hombre lobo rió y sonrió hacia su novia.

—Sí, con ese Remus del que me enamoré en quinto año. Ese mismo —volvió a reír, pero Remus frunció el ceño.

¿Quinto año? Fue lo único que él pudo pensar. Pasaron unos veinte minutos más hasta que Sam se despidiera del tejón para irse al castillo con Remus, quien seguía pensando en lo que su novia había dicho en la islita. Si en realidad, era verdad que ella veía con otros ojos a Remus desde quinto año, eso quería decir muchas cosas... y no, ninguna de ellas buena.

—No sé cómo agradecerte lo que hiciste hoy por mí, Remus Lupin —dijo la chica en cuanto entraron al castillo y se dirigieron a la Sala Común.

Ella se detuvo y sostuvo a Remus por el cuello juntando sus labios de forma dulce, pero él no le correspondió a la azabache.

—¿Está todo bien? —cuestionó confundida y Remus la observó directamente a sus ojos.

Él suspiró con pesadez. Odiaba el solo hecho de saber que le había hecho daño desde hacía tiempo. Aunque haya sido de forma inconsciente...

|1| Estaré a tu lado 🐦‍🔥 Remus Lupin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora