10. Maldito Peeves

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Tal como dijo madame Pomfrey, Sam y Remus fueron libres tras dos días de haber estado juntos en el hospital. Sin embargo, eso no quería decir que ella estaba del todo sanada, porque una de las tantas advertencias fue que no podría jugar quidditch por un mes... pero considerando que pronto estarían en vacaciones de invierno no fue algo tan terrible.

El par de amigos iba camino a su Sala Común cuando escucharon un llanto. No era desgarrador, sólo eran sollozos suaves que se escuchaban desde la escalera que conectaba la enfermería con el patio del castillo. Remus insistió en que deberían dejar tranquila a la persona que estuviera llorando, pero su amiga, al igual que la señora Potter, era curiosa y le desesperaba saber que alguien estaba mal, sobretodo si sabía que podía ayudar a la persona. Siguieron el ruido de los sollozos provenientes, y al llegar se percataron que era nada más ni nada menos que Lily Evans, quien cubría su pecosa cara con sus pequeñas y blancas manos. El par de amigos se observó el uno al otro.  Samantha pudo observar como Remus se tensaba al verla llorar, al igual que su mirada cambiaba a una nostálgica. Por lo que, la chica a duras penas y sin hacer ruido se sentó al lado de la pelirroja; para ellos, mejor conocida como fósforo.

—Lily —susurró tocándole el hombro derecho, haciendo que la chica se sobresaltara y levantara su cabeza, permitiéndoles que vean sus hinchados y rojos ojos.

—Potter, no estoy para bromas. Quiero estar sola —espetó.

—Recuerda que no soy mi hermano, sé cómo comportarme en diferentes situaciones —le sonrió, pero al ver que la pelirroja fruncía más su ceño, miró a Remus, el cual se acercó y sentó al lado izquierdo de Evans.

—Lily, ¿quieres decirnos qué pasa? —habló suavemente el castaño.

—Agradezco su preocupación, pero quiero estar sola. Por favor —insistió la pelirroja.

Sam y su amigo se miraron nuevamente, pero no se movieron de sus puestos.

—Bueno, Evans. Quizás no seamos amigas, pero Lunático y tú se llevan muy bien —habló Sam—. Si quieres, me puedo ir y los dejo solos, para que le digas. O buscamos a alguna de tus amigas...

Ante lo último la pelirroja volvió a llorar, pero ahora se posicionó en el pecho del chico, mientras éste acariciaba su pelo, y Sam su espalda.

—Ese es el problema. No tengo amigas ni amigos —dijo, aún el pecho de Remus, entre sollozos—. Es-estoy s-sola.

El licántropo y la animaga se miraron directamente a los ojos con, aun con más, nostalgia.

—¿De qué hablas? Remus y Que... Snape son tus amigos —le sonrió, aunque no la viera.

—Severus y yo no somos amigos desde lo que sucedió el año anterior —sollozó fuertemente, y separándose del chico posicionándose en su puesto anterior—. Remus es lo más cercano a un amigo, y él está todo el tiempo con ustedes. Este año me has estado evitando. Remus bajó su mirada apenado. Sam tomó la mano de la chica y la acarició, provocando que Lily la mirara confundida, pero en cambio Potter le sonrió dulcemente.

—Te entiendo cuando dices que no tienes a nadie más, porque es verdad. Yo sólo tengo a los cuatro cabezas de budín y a Will. Pero no siempre van a poder estar ahí para una persona, por más que quieran —Lily la observó y asintió—. Y debido a eso en algún momento te sientes solo o sola.

—Bennu... —susurró Remus, levantando su mirada hacia la azabache.

—Gracias por tus palabras, Po... Samantha —le sonrió y la nombrada rió.

Se quedaron en silencio unos segundos, pensando. Sin duda, ese año había sido uno de lo más extraños, por lo menos para Sam, y también quizá para Remus, quien se sentía cada vez más confundido acerca de sus sentimientos.

|1| Estaré a tu lado 🐦‍🔥 Remus Lupin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora