Para la familia Potter, quienes ahora eran cinco, nada había cambiado desde la llegada de Sirius Black al hogar. La única diferencia era que ahora debían poner un plato más en la mesa todos los días. Y así fue cómo el día de la cena navideña había arribado antes de lo que todos pudieran darse cuenta. La señora Potter empezó temprano con los preparativos para la cena, y aunque solo iban a ser los cinco que vivían en la casa, ella se mostraba tan entusiasmada como siempre. Sin embargo, una vez que iniciaba el proceso de cocinar, se estresaba y gritaba improperios a quien osara entrar en la cocina.
Así que era la por lo mismo que los gemelos, Sirius y Remus Lupin, quien estaba de visita, solo se quedaban en su habitación y escuchaban música, mientras estaban recostados en la cama de Samantha, y el pelinegro ponía al día a su amigo respecto a la situación de hace unos días. Remus entendió que la situación había dejado bastante mal a su amigo; a pesar de que éste lo negara, pero el haber cortado su cabello lo más posible era una señal de que Sirius Black no estaba del todo bien.
—Sabes que todos estaremos para ti —el castaño palmeó el hombro del pelinegro por sobre la cabeza de la chica y le sonrió.
—Gracias, Lunático —sonrió hacia el castaño.
Luego de eso, hicieron como si nunca hubieran hablado de la situación, y llevaron a cabo una conversación que duró por lo menos unas horas, ya que a veces dejaban de hablar para cantar alguna canción y saltaban en la cama, como unos niños pequeños fingiendo ser estrellas de rock.
—¡Dejen de saltar! —escucharon al señor Potter desde abajo y rieron fuertemente.
—¡Sí, papá! —gritó la chica.
Saltaron una última vez, dejándose caer fuertemente en la cama. Estaban agitados, pero de igual forma podían seguir riendo y hablando mientras escuchaban fuertes ruidos desde la cocina. James rió aun más fuerte y luego estiró su brazo bajo la cama de su hermana para sacar una caja llena de dulces, aquella que Sam siempre se preocupaba de tener llena.
—¿De dónde sacas todo esto? —dijo Remus asombrado mientras trataba de abrir una rana de chocolate desesperadamente.
—¿Se olvidan de que soy un fénix en mi forma animaga, que puedo salir de noche volando para ir a comprar? —habló irónicamente.
Sirius y James la apuntaron con sus dedos índices mientras asentían con su cabeza, mientras Remus seguía intentando abrir la rana de chocolate.
—Dame, yo lo hago por ti —un poco avergonzado, Remus le entregó el pequeño paquete y ella lo abrió en un segundo—. Manos pequeñas —dijo sacudiendo sus manos y le guiñó un ojo.
—Gracias, Bennu —sonrió, mirando a la chica a los ojos.
El rostro de Sam se tiñó con rojo carmesí y le devolvió la sonrisa, mientras mantenían el contacto visual. No fue hasta que James dijo que debían llamar a Peter y a Lily para saludarlos que ellos separaron sus miradas.
—¡Sal conmigo, Evans! —gritó James en el teléfono—. Como regalo de navidad.
—Prefiero salir con un calamar gigante que contigo, Potter —habló la pelirroja, haciendo que todos rieran, excepto el azabache de lentes.
—¡Charlotte! —se escuchó desde abajo. Era el señor Potter.
—Maldición. Odio que me llame así —refunfuñó la chica, mientras Sirius reía—. Adiós, Lily ¡Feliz navidad adelantada! —la chica salió de la habitación y gritó—. ¡¿Qué pasa, papá?!
—¡Tu madre dice que bajes para que te duches y arregles para la cena! —la azabache de lentes escuchó cómo Sirius estallaba en carcajadas, al igual que su mellizo.
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|1| Estaré a tu lado 🐦🔥 Remus Lupin ✔
Fanfiction[1] ☾☼✮⋆˙『 Donde Samantha Potter está jodida y perdidamente enamorada de su mejor amigo, y Remus está muy confundido por cómo empieza a ver a su mejor amiga』 ☾☼✮⋆˙ 🐾⋆˖⁺‧₊☽𖤓☾₊‧⁺˖⋆ 🐾 ❝¿Recuerdas esa noche que...