24. Si no fuera por ti

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La felicidad no podía durar mucho en su vida, y eso Remus lo tenía más que claro hace un par de años; además, la carta que había llegado ese día, por la mañana, fue la clara señal de eso. Durante el desayuno, le había llegado una carta de parte de su padre. Remus sabía cuando las cartas tenían un sobre amarillo era de su padre, si era morado era de su madre, pero si era verde musgo era una mala noticia.

Se disculpó con sus amigos para poder ir al Lago Negro, y así leer tranquilo y sin interrupciones. Sam lo observó por unos segundos, pero él no le devolvió la mirada y solo se fue. Apenas llegó allí, se sentó y dio un suspiro para luego abrir la carta y observar la pulcra letra de su ascendiente. El chico temió lo peor justo en el momento que vio la tinta corrida por la lágrimas de su padre.

Querido hijo:
Como ya sabrás, la cartas no trae buenas noticias, pero necesitaba que te mentalizaras para la siguiente noticia.
Durante meses, tu madre nos ocultó a ti y a mí, algo muy importante y delicado. No la culpo, Remus; no quería que sufriéramos.
Está enferma, hijo. Tiene cáncer, que es una especie de virus que la daña por dentro. Deberás estar pensando que puede curarse, pero lamentablemente, los muggles aún no encuentran la cura. Sólo tiene acceso a una terapia que es bastante costosa y no puedo pagarla.
Lo siento tanto, hijo. Pero era necesario que lo supieras.
Espero verte pronto en casa.
Te ama.
Papá

Las lágrimas del licántropo habían empezado a caer en la línea que decía que su madre les había ocultado algo, y aumentaron aún más cuando se enteró de que su madre iba a morir por no tener el suficiente dinero para pagarle el tratamiento. Su madre, la persona que le dio la vida, la primera mujer que lo había amado sin ninguna condición, se iba ir del mundo por una mierda de enfermedad. A su cabeza vino su padre. Lyall Lupin era fuerte, pero lo era gracias a la madre de su hijo. Si no fuera por ella, el patriarca de la familia se hubiera dado por vencido en cualquier momento de su vida. Hope era la razón de su vida, su razón de existir.

Y ahora, se quedarían sin el alma de la familia. Remus lloraba desconsoladamente, mientras el viento sacudía su cabello, y su mente era invadida de hermosos recuerdo de su madre y él. El hombre lobo recordaba a la perfección todas esas horas que su madre estaba con él jugando, porque ella no quería que saliera a la calle por miedo a decir a su condición. También recuerda que ella había sido la de la idea de su casa club para que su único hijo tuviera su propio espacio.

Sacudió su cabeza con violencia, tratando de sacar esos recuerdos de su mente, porque lo único que hacía aquello era que sintiera más triste. Cuándo dejó de sentir sus manos por el frío, decidió entrar al Castillo y caminó por los solitarios del lugar. Sólo pensaba en lo injusta que era la vida. Es la ley de la vida. Le decía su conciencia, pero aun así él estaba triste y enojado, a la misma vez. ¿Era eso posible?

El castaño seguía caminando, sin siquiera darse cuenta que una pequeña bruja lo llamaba hace bastantes segundos. Y al percatarse de que Sam era quien lo llamaba, siguió con su camino, sin importarle que ella lo siguiera llamando.

—¡Remus! ¡Por Merlín!

Pero no, el seguía su camino. A pesar de todos los llamados que ella le hacía para que se detuviera y la esperara, Remus no se detuvo.

—¡Déjame solo! —Remus se había girado, quedando frente a frente con ella—. ¡No puedes ayudar a todos. Por lo menos no a mí!

Sam quedó estupefacta ante las palabras que él le había gritado, e importándole una mierda, ella se le acercó y notó lo hinchado y enrojecidos que lucían sus ojos por haber llorado.

—Sam... —él suspiró—. Yo... L-lo si-siento.

La azabache no dijo ni una palabra, sólo lo tomó por el cuello y lo abrazó fuertemente, haciendo que las lágrimas que habían desaparecido hace unos instantes, volvieran. Pero ahora que su novia lo sostenía, se sentía seguro. El sentir cómo latía el corazón de Sam en su oído, sus manos acariciando su cabello y la calidez que ella siempre le brindaba, le hizo sentir acompañado. Después de todo, no iba a estar solo en esta batalla.

|1| Estaré a tu lado 🐦‍🔥 Remus Lupin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora