Te odio... Con amor I

Capítulo 10

Me despierto con un dolor de cabeza estridente. Abro los ojos dándome cuenta que aún estoy sobre el perfecto cuerpo de Theo.

Apenas pude dormir una hora. Estoy cansada, siento los párpados pesados y me siento muy desanimada.

Theo sigue dormido. Tiene su mano sobre mi cabeza y su otra mano sobre mi brazo, el que esta sobre su abdomen.

Hoy será probablemente el tercer día mas horrible de mi vida. El primero fue cuando me casé con Theo y el segundo el día de ayer; el día en que mi mamá falleció.

Ya no lloro, me siento seca hasta de lágrimas. Mi cuerpo se siente horrible, me duele la garganta y como ya dije, la cabeza me duele. Definitivamente hoy no es mi día.

Comienzo a sentir los dedos de Theo moverse en mi cabeza, acariciándome el cabello. Yo en cuanto siento sus dedos moverse, levanto mi cabeza de su cálido pecho y lo miro para asegurarme de que no está dormido.

Sip, esta despierto.

-¿Dormiste bien?-Me pregunta.

¿Parece que he dormido bien?

-No-Me vuelvo a recostar sobre su pecho.

-Yo sí-

¿Qué rayos le pasa?

-Que afortunado-Digo sin ánimos.

-¿Te sientes mal?-Asiento con la cabeza.

Comienza a acariciar me el brazo.

-Tal vez sea por la locura que hiciste ayer-

Me quedo callada.

-No quiero que me regañes... Hoy no-Le digo mirándolo directamente a los ojos.

-No te iba a regañar-Sube su mano derecha a mi rostro y con mucho cuidado me acaricia la mejilla.

Lo dejo acariciarme, de hecho lo disfruto. Jamás me había acariciado así, con tanto cariño. Es de hecho un nuevo sentimiento que me hace sentir. Se siente agradable sentir sus caricias en mi cara. Me gusta que lo haga.
Me acerco mas a él y me vuelvo a acostar casi encima de él escondiendo mi cara en su cuello.

-¿Te traigo el desayuno a la cama?-Me pregunta.

Para evitar que se levante, le rodeo con mis brazos su cuello. Ahora estamos mas cerca.

-No te vayas-Le pido en un susurro.

Estoy cansada, y parece que estar así de cercas con él me ayuda. 

-Tienes que comer-Me dice pero no parece estar regañandome. 

-¿Puedo desayunar luego?-Pregunto.

No me contesta, pero en respuesta me rodea la cintura con su brazo izquierdo.

....

Logré dormir, no sé cuanto tiempo, pero me basta con eso. Theo parece que no se volvió a dormir, lleva acariciandome el cabello bastante tiempo.
Él piensa que sigo dormida, pero hace tal vez veinte minutos que llevo despierta y él no ha parado de acariciar mi cabello.
Me gusta su olor, ese perfume que usa  me encanta, ojalá nunca se le acabe.

Comienzo a sentir mis brazos hormiguear, así que me levanto deshaciendo el abrazo, pero me vuelvo a recostar sobre él.

-¿Mejor?-Pregunta al darse cuenta de que estoy ya despierta.

Nada ha cambiado, solo que ahora ya no me siento tan casada; mis párpados pueden mantenerse abiertos.

-Un poco-Murmuro.