Capítulo 18

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Saber de él, escuchar su voz, tener su número y saber que él tiene mi número me altera. Estoy molesta y nadie a logrado quitarme este terrible humor con el que cargo desde la madrugada.
En el trabajo me la pasé encerrada y no salí en el descanso, de nuevo. Tampoco fui al restaurante al que siempre voy, esta vez decidí ir al mercado y comprar todo lo que necesito para hacerle el pastel a Thomas que ya le había prometido. La verdad es que no tengo ganas de hornear, pero ya se lo he prometido, y yo sí cumplo mi promesas.
Al llegar a casa, unos bebés juguetones me reciben.
Solo mis bebés logran hacerme sonreír.

Me pongo a preparar el pastel con música en la bocina. Thomas ha llegado hace unos minutos. Comenta que ya hizo su maleta, me pide que yo me traiga su auto, lo deje en el garaje y me quede con sus llaves y que lo recoja cuando sea tiempo de volver. Sin ningún problema acepto, sé que él lo haría por mí.

-Te noto diferente-Comenta acariciando a Binx.

Ignoro su comentario y me concentro en la mezcla.

Sé que él no tiene la culpa de mi molestia, pero en estos momentos todo me irrita. Estoy odiando que haga preguntas, porque él además, no sabe nada de Theo, ni de que fui una Kinnaird, ni siquiera sabe que apenas llevo viviendo meses en Nueva York. Hay muchas cosas que él no sabe de mí. Demasiadas.

-Mami está enojada-Dice Thomas con una vocecita.

Me volteo y lo veo hablarle a Binx con ternura mientras mi bebé le muerde el dedo. Esa es una escena muy linda.

-Lo siento, Thomas, no es por ti, es solo que...-

-No tienes que decirme si no quieres-

Sus ojos azules me observan con ternura. Es un buen hombre.

-Gracias-Suspiro.

Vuelve su vista a mi bebé y se va a jugar con Binx y Bay a la sala.
Son encantadores, a pensar que Thomas que no quería gatos.

Me concentro en el pastel, en que me quede perfecto y sumamente exquisito.
Lo meto al horno y me fijo en la hora.
Salgo de la cocina y veo a Thomas caminando con mi celular en sus manos.

-Te llama un "Theo"-Dice y me entrega el celular.

Me quedo viendo la pantalla. Theo.

No quiero contestar, pero al mismo tiempo la intriga me mata.

Contesto o no.

Por su culpa he estado de mal humor, por su culpa no he podido dormir. Ese hombre no le trae nada bueno a mi vida, será mejor que no conteste.
Dejo mi celular en la mesita y me siento en el sillón observando la pantalla volver a sonar.

¿Qué querrá? ¿Por qué vuelve a llamar? ¿Será algo importante?

Pienso en Emmet, en Amber y Mariana. Ellos querrán saber de él, y seguro no los ha llamado, Emmet me hubiera dicho.
Al ver que aún sigue sonando, con la mano temblorosa tomo el celular y contesto la llamada.

-¿Qué quieres?-

Estoy intentando sonar fuerte y segura, pero me está costando mucho.

-Necesito saber de ti-Dice, pero no parece una orden, es mas como un comentario que le rompe el corazón. Tiene la voz quebrada.

-No, tu familia necesita saber de ti, eso es lo único que importa. Así que te ordeno que los llames a ellos y no a mí, por lo menos solo llama a Mariana-

Quiero llorar, siento una presión en el pecho horrible.

Thomas se sienta a mi lado y me pone a Bay en las piernas. Sonrió de ternura al ver a mi bebé jugar con mi mano inmóvil.

Te odio... Con amor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora