Capítulo 17

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-Me tengo que ir, nos vemos mas tarde-Le digo a Thomas.

-Te espero con ansias-

Corto con la llamada y miro a esos precisos ojos grises mirarme con una sonrisa burlona.

-Nos volvemos a ver-Dice él.

-Eso parece-

-Creo que en el destino está, que yo tenga su número-

-Quizá lo está confundiendo-

-Lo dudo mucho-Nos miramos en silencio, con una sonrisa burlona.

Ojos avellanados contra ojos grises.

-¿Me está siguiendo?-Pregunto.

-Vengo aquí todo el tiempo-Dice negando con la cabeza.

-Jamás le había visto aquí-Digo cruzándome de brazos y piernas.

Veo mi reloj de mano y veo que son las cinco de la tarde, duré más tiempo de lo que pensé en la oficina, normalmente yo estoy aquí a las cuatro en punto, no a las cinco y media.

-Ni yo a usted-Susurra mirando mis labios.

En un descuido, me encuentro observando de la misma manera sus labios, tan finos pero al mismo tiempo apetecibles.
Me golpeo mentalmente. ¡Lo acabo de conocer!
Le lanzo a mi mesero la mirada que él entiende; la cuenta. Ese hombre siempre me atiende, como sabe que siempre vengo, me aparta la mesa, la misma mesa, en el balcón, donde me da el aire fresco, donde la vista es preciosa.

-¿Trabaja por aquí?-Pregunto.

Va vestido con un traje negro, una camisa blanca y cobarta roja. Su cabello perfectamente peinado y sus preciosos ojos brillantes.

-No, pero me gusta venir aquí, es un lugar bastante acogedor-

Ambos observamos el lugar, que en efecto es muy acogedor, por eso me gusta venir.

-Pienso lo mismo-Digo sonriendo al ver la bonita vista.

El mesero me trae la cuenta, observo la cantidad y comienzo a sacar el dinero. ¡Error!

-Yo invito-Dice él.

-De ninguna manera-Le digo intentando quitarle de las manos mi cuenta.

-Deme su número y le dejo la cuenta-

Hasta cree.

Me pongo de pie y tomo mi bolsa. Él hace lo mismo.

-Gracias por la comida, Damien Miller-Le sonrió burlona y camino a la salida.

Le agradezco al mesero y le indico que Damien pagará por mi comida y le dará una buena propina. Damien me había estado siguiendo, y cuando escucho lo que dije se rió y se detuvo para hacerlo.
Corro a mi departamento pues no quiero que me vea y sepa donde vivo, eso sería como darle mi número. Miro hacia atrás, y lo veo parado frente al restaurante, buscandome con la mirada. Justo a tiempo me escondo junto a un mural. No me ve, pero yo sí lo veo a él.
El muy bruto se va del lado izquierdo, pero yo voy al derecho.

Subo a mi piso está vez por las escaleras, el maldito elevador se ha jodido.

Al llegar a mi piso, le toco la puerta a Thomas. Tras unos minutos abre y me observa con una sonrisa.

-Pensé que te habías ido sin mí-Dice y me sigue a mi departamento.

-Jamás haría eso, Thoma-Le digo.

Me cambio de ropa, ahora me pongo unos pantalones ajustados junto con un camisón de manga larga gris y unas botas. Hace frío.

...

Te odio... Con amor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora