Capítulo 13

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La luz me encandila y por unos segundos no puedo ver nada.
Definitivamente estoy en un hospital.

Cuando logro ver un poco mas claro, lo primero que veo es a Theo saliendo de la habitación.

-Theo...-

Mis palabras suenan como si me estuvieran rasgando la garganta.

-Hija-

Mi papá se acerca a mí, con solo verlo y sentirlo cerca de mí me hace sentir mal. Siento que en cualquier momento me va a golpear por haber sido "estúpida", como me llamaría él. Quisiera estar muerta. Este mundo se niega a dejarme ir, pero yo no quiero seguir en este mundo, quiero irme a lo que sigue de está vida, quiero a mi mami. 

-Llamaré al doctor-Dice con el rostro lleno de... ¿preocupación? Sale en busca del doctor.

No quiero estar sola con mi papá. No quiero. Por favor, que Theo regresé, prefiero mil veces estar cerca de ese imbécil que de mi papá. Mi marido por lo menos nunca me ha pegado, él solo me hería emocionalmente...

-Señora Kinnaird, buenas tardes-Saluda el doctor entrando a la habitación con una enfermera que se encarga de dejar fuera a mi padre.

Gracias al cielo.

¿Señora Kinnaird? Yo no soy esa mujer... No, espera... Sí lo soy.

Theodore Peter James Kinnaird Taptiklis. 
Que nombre...

El doctor observa lo que quizá sea mi expediente.

-Le voy a hacer una pequeña revisión-Informa ayudándome a sentar.

El doctor no me dice nada, y ciertamente se lo agradezco, porque no quiero saber nada de nada. Solo quiero irme de aquí y no volver nunca, pues la próxima vez que intente suicidarme de nuevo, me aseguraré que nadie me encuentre.

Me quedo pensando que nadie nunca me había llamado por mi verdadero apellido, Kinnaird, y me suena tan raro...

El doctor termina la revisión y me pide que me vuelva a recostar en la cama, yo obedezco e intento dormir pero mi padre me lo impide con su presencia.

-¿Cómo te encuentras?-Pregunta padre. 

Lo observo con temor, esperando que el diablo que lleva dentro salga en cualquier segundo.

No puedo hablar, siento la garganta seca y mis manos tiemblan, quizá de miedo o de frío, tal vez sea por ambas razones.

-Mañana a primera hora regresáremos a casa-Dice sentándose a un lado de mí.

Frunzo el ceño.

¿No regresaré a la casa de Theo?
No quiero volver a la casa de papá, en ese lugar ya no hay nada ni nadie que me haga desear volver. Prefiero quedarme con Theo, aunque sea para arruinarle la vida de la misma manera que él ha arruinado la mía.

-Theodore no se acercará a ti nunca más, haré que firme el divorcio. Tú también tienes que firmarlo-

Sé que aunque parezca tranquilo y cariñoso, ese diablo sigue ahí, no dejaré que esa máscara con la que carga me haga pensar lo contrario.
No estoy segura de querer firmar ese divorcio. Si lo hago, estoy mas que segura que padre esperará a que yo me recuperé para hacer que me vuelva a casar con alguien más. Eso es algo que no voy a permitir.

-Descansa-

Padre me acaricia el cabello con una supuesta ternura. Mis ojos se llenan de lágrimas y con un gruñido de dolor y frustración alejo mi cabeza de su mano.

Me observa sin expresión, con ese rostro que yo sabía que seguía ahí.

Esa máscara es de tela corriente, una basura.

Te odio... Con amor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora