Te odio... Con amor I

Capítulo 20

Hoy me siento un poco mejor, así que decido asistir a trabajar sin importar mi leve dolor de cabeza.
Damien me mandó un mensaje en la mañana diciendo que había despertado con calentura, pero que había valido la pena. No pude evitar reírme, esa es la verdad.

Me paso durante la jornada laboral encerranda en mi oficina, leyendo y estudiando los nuevos posible proyectos.

A la hora de salida, lo primero que hice es dirigirme al restaurante mientras hablo por teléfono con Thomas. No le he dicho nada acerca de los tulipanes, quiero saber como me saca el tema.

-Acá hace demasiado frío, ¿cómo está allá?-Pregunta.

-Aquí está normal-Digo suspirando.

Damien está sentado en mi mesa, mi mesa.

-Me tengo que ir, Thomas-Le digo.

-Vale, no olvides mandarme foto de los niños-Me recuerda riendo.

-En cuanto llegue a casa te la mando-

-Genial-

Me siento frente a Damien y me cruzo de brazos.

-Eres raro-Digo con una sonrisita.

-¿Por qué lo dices?-

-Siento que me sigues-

-Quizá tengas razón-Me sonríe dejándome ver esos blancos dientes suyos.

Comemos juntos, hablando de cualquier tema. estos momentos con él son los mejores, él me transmite tranquilidad, él es mi amigo.

-Había olvidado comentarte, pero, ¿podrías acompañarme a una gala que habrá hoy en la noche? Es de trabajo-

-¿Yo? ¿Por que yo?-Pregunto confundida.

-Porque quiero que tú me acompañes-Dice con obviedad.

-No me gustan los eventos en los que solo se habla de negocios-

Recuerdo a mi padre y me pongo de malas.

-No quiero-Digo seria.

Damien me toma una mano y la acaricia.

-Hazlo por mí, es importante para mí que estés ahí conmigo, voy a reunirme con unos nuevos socios que vienen de Chicago...-

Dejo de escucharlo cuando dice Chicago. Odio Chicago...

-¿Y por qué tengo que ir?-Pregunto cuando lo veo mirarme esperando una respuestas.

-Ya te lo dije-Dice con una sonrisa-Es un momento muy imporante para mí, y quiero que tú lo vivas conmigo-

Sé que no va a aceptar un no por respuesta, así que le digo que sí, pero que me debe un favor enorme por hacerme asistir a una reunión que de seguro sera aburridisima.

Después de comer y hablar un rato más, me acompaña a mi casa, y lo primero que hago al Damien irse, es tomarle una foto a mis niños y madarsela a Thomas.

...

-Te ves... Woow-Suspira mirándome de pies a cabeza-Preciosa-Le sonrió con las mejillas rojas.

Antes que me dijeran lo bonita que me veo era como un logro, porque era un saco de huesos sin nada de gracia. Hoy, estoy un tanto acostumbrada a recibir esos comentarios.

Damien me acerca a él tomandome de la cintura.

-Tú también te ves bien-Digo mordiéndome el labio inferior.

Junta sus labios con los míos y me permito seguirle el beso. Está vez se siente bien. Me gusta.

....