Capítulo 11

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Tres días desde que Theo arruinó todo lo planeado para hacer que este estúpido matrimonio funcioné.
Es estos tres días apenas y he salido de la habitación. A veces salgo por comida o simplemente para salir al jardín cuando deja de llover.
Jamás había durado tanto tiempo sin hablar con Theo, lo cual es raro y además ahora apenas lo veo. No sé qué es lo que hace ni en dónde se mete. 

Ahora estoy sentada en el suelo mirando la televisión con la espalda recargada en el sillón. La televisión se ha vuelto mi amigo, nunca me deja sola y siempre me pone algo bueno que ver.

Hasta la televisión es más buena que el mismo Theo...

Me ha dado hambre, así que me decido por bajar a la cocina por algo de comer.
Lo sé, ya me da hambre y no sé qué ha cambiado.

Camino despacio hacia las escaleras mirando mis pies descalzos. Antes de bajar las escaleras veo a Theo, él se da cuenta rápidamente de mi presencia y se queda quieto a la mitad de las escaleras mirándome. Me apresuro y bajo mas rápido las escaleras. Cuando paso a su lado me toma del brazo deteniendome.
Lleva unos pantalones deportivos y no lleva camisa, esta sudando y sobre su hombro cuelga una toalla.

-No puedes seguir ignorandome-

Me suelto de su agarre y me alejo lo mas que me permite.

-Verte me dan ganas de golpearte por ser tan tonto-Digo molesta.

Me doy la vuelta y sigo bajando. Está vez se para frente a mí. 

-Pues entonces haz lo-¿¡Por qué su cara no puede tener otra expresión!?-Golpea me, pero deja ya de ignorarme-

-¿Y a ti por qué te molesta tanto si te ignoro? No soy Fatima, ¿por qué te importa? Mejor ve con ella y asegurate que ella sí este bien, por mí no te molestes, preocupate por la mujer que amas-Con un nudo gigante en la garganta lo empujo y camino rápido a la cocina.

Abro el refrigerador y busco algo que pueda comer.

Theo entra justo cuando había logrado relajarme.

-Quiero que entiendas que...-

-¿¡Qué diablos quieres que entienda!? ¡Ya entendí que amas a Fatima cien veces más que a mí! ¡Ya sé que por ella me dejarías sola incluso si me estoy muriendo! ¡Entiendo perfecto que para ti cualquier persona es más importante que yo!-Tomo un yogurt y una cuchara-Ya dejame sola-

Salgo de la cocina y tratando de lucir tranquila camino a las escaleras.

-Quiero que entiendas que ella fue desde muy jóvenes la mujer que más he amado, fuimos novios mucho tiempo. Pero he tomado una decisión y ya la he tratado con ella, sé que pude haberlo hablado con ella algún otro día menos en el funeral de tu mamá, sé que debí de estar contigo, pero nunca se me había dado la oportunidad pues siempre tengo que estar donde tú estas-Me detuve en cuanto empezó a hablar.

Él cada vez que hablaba se acercaba a mí, yo no me movía.
Mis manos tiemblan y no puedo evitar que mi respiración se altere.

-Aproveché que la vi, sé que no fue el mejor momento y lo siento-Se sube al mismo escalón que yo y me rodea la cintura con una mano acercándome a él-Pero tomé una decisión hace mucho tiempo; elegí casarme contigo, nadie me obligó-Me alejo de él pero esta vez me quedo frente a él.

Se queda callado buscando las palabras.

-Tenía que hablarlo con ella pues sé que tú eres mi pareja aunque no lo seamos por amor, pero de todas formas lo eres... Eres mi esposa-Se acerca a mí y yo retrocedo-Quiero que sepas, que me importas tanto como me importa Fatima. La única diferencia es que ella ha influido mucho en mi vida desde hace mucho tiempo y me es imposible querer superarla tan rápido-

Te odio... Con amor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora