Capítulo 7

922 25 6
                                    

Mis queridos lectores, antes que nada, una disculpa enorme, no había tenido tiempo ni inspiración para escribir, pero hoy si,  así que aquí esta la continuación, disfruten ^^

PD. sé aceptan críticas y sugerencias(:

No pude evitar cerrar mis piernas.

-¡No! Déjame ver- me dijo haciendo puchero.

-Pero, no puedo, es demasiado vergonzoso- le respondí poniendo mis manos en mi pelvis cubriendo mi sexo y cerrando mis ojos.

-No, recuerda que conmigo la vergüenza no existe, ya, déjame ver- contestó poniendo sus manos en mis rodillas y comenzó a intentar abrirlas pero puse resistencia.

-Pero...- una lágrima se me escapó sin saber por qué.

-No llores, si no quieres, podemos parar- dijo decepcionado.

Entre sollozos le dije - No es que no quiera, es que.... Es que, tengo algo de miedo Carlos.

-No lo tengas, te diré que yo también tengo un poco, nunca he hecho esto con alguien más y siendo tú, no me quiero equivocar, además te recuerdo que conmigo no debes tener miedo o vergüenza nunca ¿me entiendes? Jamás, porque soy yo ¿ok?¿ O a caso ya lo haz olvidado?

-No, no lo he olvidado;  no lo puedo evitar, pero está bien, intentaré controlarlo- le sonreí un poco.

-Perfecto, entonces, sigamos, recuerda que yo mando así que déjame verte- me dijo besándome dulcemente la mejilla. Comenzó a bajar hacia mi entre pierna y decidí no oponerme a lo que quería, quité la fuerza que había estado poniendo en mis piernas y al parecer le alegró, tomó mis piernas con cada mano y las abrió poco a poco, yo sólo lo miraba sin saber que hacer; de pronto, empezó a acercar su cabeza hacia mi vagina, podía sentir su respiración agitada y sin previo aviso, pasó la punta de su nariz por en medio de mis labios vaginales. Solté un pequeño gemido.

-Estás repleta de fluidos amor, déjame limpiarte un poco- dijo comenzando a abrir su boca y sacando la lengua.

¿Pero qué iba a hacer? No, es demasiado.

-No, espera, no hagas eso, estoy sucia- Intenté detenerlo.

-¿Sucia?- Dijo a carcajadas - Si, de tus dulces fluidos- Apenas terminó la frase, se avalanzo a mi vagina y comenzó a lamerla y besarla ritmicamente, se sentía tan bien,  que sin darme cuenta ya no estaba gimiendo, ahora gritaba de placer.

Cómo resistirmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora