Capítulo 10 (segunda parte)

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—¿Es...?— digo agitando las manos para que continúe.

—Te lo mostrare de otra manera, sígueme— extiende una mano y posa sus ojos verdes en mí.

Solo 10 segundos para pensar.
¿Me voy con el? Pero es muy rarito... Pero es tan lindo... Pero... ¡Ay!

Cierro los ojos y tomo su mano.

—Confío en que no harás nada malo...— advierto.

Se ríe.

—Yo no, pero mi hermano gemelo vampiro no lo se...

—Sabes, paro de dar risa cuando dijiste lo del gemelo zombie.

—Jamás dio risa, Barbie.

Ruedo los ojos y tomados de la mano nos sumergimos entre la gente sudorosa que se encuentra en ese bar de mala muerte para finalmente poder salir.

Caminamos por la calles solas y melancólicas. Por el cielo estrellado puedo suponer que son más de las once. Vamos calle abajo, yo solo sigo a Terry. Al llegar a un pequeño y peligroso callejón se detiene.

—Es aquí, tenemos que subir por ahí— señala un barril roto y una cuerda floja que da al techo.

Seré porrista pero no estoy loca, esto es un suicidio.

—Estas loco si piensas que subiré ahí, ni siquiera tú puedes subir.— digo.

Arquea las cejas y da un brinco hacia el barril viejo.

Uno, dos y tres y esta arriba.

—¿Decías...?

Ruedo los ojos, por última vez esta noche y me cruzo de brazos.

—Que tu puedas subir no quiere decir que yo pueda, tonto.

—¿Quieres que le pida a mi hermano perdido que te ayude?— pregunta burlonamente.

—Gemelo— corrijo— y si, me gustaría.

No voy a subir, que ni lo piense. Eso no va conmigo, aparte tengo vestido.

—Bueno, creo que te quedarás con la duda.

Maldito seas Teodoro Sarmiento.

Ruedo los ojos, y ya se que dije que no lo haría pero es inevitable.
Salto en el barril y jalo de la cuerda quedándome atascada.

—¿Puedes ayudarme, Teodoro?

Niega con la cabeza.

—Por Favor, Terry.

Sonríe y asiente. Jala de mi brazo y me sube. Al llegar arriba me doy cuenta del porque insistía con que suba, el paisaje es hermoso. Las estrellas se ven como nunca y hasta parecen que me hablan.

—Y, ¿que dices?

—Es hermoso.

—Lo se, es la manera de detener el tiempo número cuatro. Vengo aquí desde que tengo memoria.

—Perdón... Sigo sin entender lo de las maneras de detener el tiempo. 

Suspira.

—Es... Mi filosofía, más que un estilo de vida... Es mi misión.

Me mira como esperando una respuesta y se decepciona al oír:

— Perdón, yo... Yo no lo entiendo.

—Son cosas que hacen que el mundo pare por un segundo, una lista... Una lista que estoy construyendo.

Frunzo el cejo y niego con la cabeza.

Alborota su cabello con su mano derecha y se gira para estar frente a mí.

—Busco quitarle un momento a la realidad, Bea.

Tal vez sea todo muy confuso pero de pronto lo entendí. Como si hubieran tatuado su definición en mi cerebro. Es maravilloso como habla este chico, sus palabras acarician mis oídos y parece no costarle ningún esfuerzo.

—Olvídalo. No se porque pensé que esto funcionaría.— espera en silencio un momento y añade— En realidad, en mi mente tiene mucho sentido y cuando lo digo simplemente ya no... Solo se que es importante.

—No es tonto, es grandioso, Terry.

—¿Lo has entendido?

—No se como, pero sí.

Una sonrisa se dibuja en su rostro provocando otra en el mío. Continuamos viendo las estrellas por un momento sin decir nada.

—Beatriz...—dice algo inseguro.

Ese tonito no me dice nada bueno.

—Dime chico raro— bromeo.

—Tengo que encontrar la décima quinta y siento que estoy muy cerca a ella.

—¿De que hab...

No termino la frase cuando Terry se tira sobre mi y me tapa la boca con sus labios. Estos, que son realmente suaves se mueven lentamente sobre los míos. Cierro los ojos con fuerza y de pronto termina.

—Terry...

—No digas nada.

Como quisiera probar tus labios de nuevo. Creo que estoy frente a mi nueva adicción.

—Claro que diré algo, acabas de besarme.

—Lo se.

—¿Y...?

—¿Y...?

Los dos reímos.

Continuamos viendo las estrellas como cada vez que nos quedamos sin saber que decir. Apollo mi cabeza en su hombro y empiezo a sentir como late su corazón. Un dos, un dos.

—¿Recuerdas a mi hermano gemelo perido?— dice.

¡No! Terry el molesto ha regresado. El terry romantico me gustaba más, aunque el misterioso es sexy. ¡ya basta Beatriz!

—Como olvidarlo, mi estimado ya no es solo un gemelo perdido, ahora es: Vampiro, Zombie, Alienigena y ahora Fantasma ya que es obvio que no existe.

Ruedo los ojos, esta vez sí por última vez.

—Sobre eso...

Me mira fijamente a los ojos y luego baja su mirada a su brazo derecho que esta estirado. Comienza a hacer unas señas extrañas que no logro entender.

—¿Ah?

—Jala de la manga.— ordena aún mirando su brazo.

Frunzo el ceño y confundida aún le obedezco. La manga de su chaqueta se desliza lentamente por su fuerte brazo y poco a poco lo descubre.

¡Ahí esta! ¡esta el tatuaje del chico del restaurante!

— — — — — — — — — — — — — — — —

Hola hola a todos!

Primero que nada PERDÓN, por la demora y también porque este capitulo no es tan largo.

Estoy teniendo demasiados exámenes y me estoy volviendo loca. Pero para recompensar el tiempo perdido el fin de semana intentare subir 3 capítulos. Probablemente mañana uno el sábado otro y el domingo otro.

Gracias por leer y espero que estén tan enamoradas de Terry como yo. (Les dejo una foto para que se imaginen como es, el chico de la foto es realmente hermoso perfecto para identificar a Terry)

Les van a encantar los capítulos que vienen, lo juro.

—Lu Wilcox

100 maneras de detener el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora