Capítulo 8

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Como cada día me levanto y voy al instituto pero hoy con una única cosa en la cabeza. Solo llegar buscaré a Abel y hablaré con él. Le diré todo lo que me contó Lara de  Lucía y arreglare las cosas, ya que la verdad cada vez menos me imagino mi vida sin él.
Llegó al instituto y me separo de Julia para ir a buscar a Abel. Lo encuentro donde siempre está con Dylan y Dani.
- Abel ¿podemos hablar por favor?- preguntó en cuanto llegó hacia donde están.
- No tengo nada que hablar contigo Aroa.- dice girándose y dándome la espalda.
Decido irme antes de ponerme más nerviosa.

Pasa el día y las cosas van de mal a peor. No consigo hablar con Abel y encima en las clases que me he sentado con Dylan se ha dormido como si así me pudiera evitar.
Al llegar a casa me tumbo en la cama y me pongo a dormir para no pensar. Pero eso hace que piense más en todo lo que ha pasado. Poco a poco voy notando como me cuesta más respirar, se me inchan los ojos y a la vez se me humedecen, hasta el punto donde de ellos empiezan a salir lágrimas. Cada vez más y más, y cada vez necesito más aire y cada vez tengo menos.
Voy al baño a limpiarme la cara y justo en ese momento escucho el sonido de mi movil, miro la pantalla es Abel...
Decido tranquilizarme antes de cogerlo, respiro como puedo y lo cojo.
- ¿Hola?- digo con la voz temblorosa.
- Aroa.. - contesta Abel.
- Si, ¿que quieres?- le preguntó intentando parecer normal.
- Hablar- se oye como suspira desde el otro lado del teléfono.
- Yo también quiero hablar..- le contestó.
- ¿Y qué querías decirme hoy?-pregunta.
- Que Lucía lo único que quería era meter mierda para que dejáramos de estar juntos, y por lo que se ve lo a conseguido.- contestó.
- Lucía no ha metido mierda para que dejáramos de estar juntos, porque tu y yo nunca hemos estado juntos Aroa.- Cuando dice eso siento que se rompe. Algo que creia que no se podía ya, pero en cambio él está aquí, para demostrarme que siempre tendrá trozos que romperme.
Sin pensármelo dos veces cojo el móvil y cuelgo ya que si no estábamos juntos no hay nada de qué hablar.
Van pasando las horas y nada hace que deje de llorar de vez en cuando me dan ataques de ansiedad y no puedo respirar. Poco a poco todo me va recordando a mi pasado, todo era tan igual. Empiezo a comer más y más, un bocata relleno de nutella, dos cajas de galletas, palomitas...
Cuando me doy cuenta no puedo parar de comer. Me fumo un cigarro, acabó y me fumo otro. Estoy tan llena que voy al baño y me provocó el vómito, no es nada nuevo para mí, soy bulimica desde hace tres años, sólo que ahora ya hacía medio año que no vomitaba. Pensaba que esta vez salía, que no volvería a caer en esta mierda, pero tenía que ser tonta y pillarme de un puto playboy. ¿Que esperaba? ¿que se enamorará de mi? como si todo fuera una película ¿no? sabes me doy pena a mi misma. Soy idiota estuve hospitalizada durante un mes por esta mierda, lo hacía tantas veces que me desmayaba 4 o 5 veces al día. Todo era tan oscuro, no veía luz, estaba hecha mierda. En ese mes que estuve en el hospital no me dejaban bajar de la cama sola, ya que tenía tantas pocas fuerzas que me caía. Lo pasé fatal y cuando consigo abrir los ojos, salir de todo, aguante seis putos meses sin hacer nada, pero sabes tenía que llegar él con esa sonrisa y esos ojos profundos de color verde.

***

Son las 5a.m. ya no lloro, sigue doliendo igual o incluso más, pero ya no lloro, no me quedan lágrimas, sigo comiendo y ya he vomitado como unas seis veces. Me tengo que levantar de aquí una hora y media y no hay sueño. Recuerdo las noches de hace un año, tenía que dormir por las tardes ya que sufría de insomnio, por pasarme las noches vomitando, acabé acostumbrándome a ese horario y ahora me cuesta dormir. Todo era tan difícil y cuando creía que por fin había salido de ese infierno, en realidad sólo estaba de vacaciones.

Wounds that changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora