Capítulo 23

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Una vez en casa tiro la maleta al suelo y voy corriendo a mi habitación.
Durante todo este tiempo he estado pensando en el momento de mi llegada.
¿Y ahora? Ahora no quiero estar aquí.
Por lo único que quería irme era para verlo a él. Ya lo he perdido. Aunque él lo niegue se que es verdad, me los ha puesto. Todo parecía tan perfecto. Aunque ya sabéis lo que dicen "Si algo parece demasiado bueno para ser real, probablemente lo es."
Y pensar que todo acabo. Ya no volveré a tener esa sonrisa en mis labios, y esos ojos profundos fijos en los míos.
Ninguno de nuestros momentos se repetirá, ya que cada uno de ellos fue único.
Quizás no fue la relación más larga que alguien pueda tener. Directamente nose si llego a ser una relación. Lo único que sé, es que en poco tiempo he podido sentir lo que nunca antes había sentido, aunque no fuera mutuo.
Ese miedo que tenía de que todo fuera tan perfecto. Sabía que nada es perfecto y que si algo lo es pronto acaba. Y efectivamente se acabó. Y con ello mi ilusión.
Todas esas discusiones causadas por los celos. Que al fin y al cabo no sirvieron para nada.
Y sobre todo, todos esos recuerdos que jamás olvidaré.
¿Que inocente fui verdad? Cuando me decías te quiero mirándome a los ojos y yo tan tonta que me lo creía. O ese día que me dijiste te amo por primera vez, y yo no supe responderte con palabras. Irónico, al final la que ama de verdad soy yo.
Me enamore de sus palabras, de su risa extraña, de esos ojos que tanto me gustan. Me enamore de sus celos, enojos y inseguridades. De la forma en que hace ver todo más fácil y divertido. Me enamore de su sentido del humor y su sarcasmo, de sus defectos y hasta de sus miedos. Me enamore de la manera de enojarse por algo tan tonto, de los gestos de su cara y hasta de su sonrisa.
Hay personas que tienen un poder y una magia única sobre nosotros. Personas que atrapan, que por más que quieras, no se pueden soltar tan fácilmente. Para bien o para mal, suponen en nosotros sentimientos que sencillamente se instalan sin ninguna pregunta, sin previo aviso. En algunos casos generan un ambiente sano, curan el corazón. En otros desgarran, lastiman, causan mil y un daños; y como es preciso de su naturaleza se impregnan. Se convierten en un reto, en un problema, en algo que quieres alejar, pero que al mismo tiempo te angustia perder.

Pasó la tarde llorando, recordando los momentos a su lado y pensando que nada volverá a ser lo mismo. Al final me secó las lágrimas y me meto en la ducha.
En una hora tengo que estar en casa de Nicole para cenar, prepararnos e ir a la discoteca. Es la discoteca más grande y peligrosa de la ciudad, y yo tan solo he entrado en fiestas de locales. Tengo miedo y a la vez muchísimas ganas de saber que es y que se siente.
Al salir de la ducha me visto con unos shorts negros de cintura alta, una camiseta blanca con manga a tres cuartos y unos zapatos de tacones negros. Me seco el pelo y preparó un bolso con dinero, colonia, y un poco de maquillaje. Por otro lado preparo una bolsa con lo necesario para quedarme a dormir en casa de Nicole; pijama, cepillo de dientes, pastillas para las migrañas que no me tomaré, etc.
En casa de Nicole me maquillo con un maquillaje bastante suave. Me aplico corrector y base, a continuación una sombra dorada para los párpados y para acabar los ojos me hago la raya.
De pintalabios escogí un marrón claro y me ondule el pelo.
Nicole se viste con un vestido gris muy bonito. Se hace una cola con el pelo liso y se maquilla igual que yo.
Lara en cambio se viste con unos jeans negros, una camiseta del mismo color y una chaqueta militar. Se alisa el pelo y se maquilla igual que nosotras pero con los labios de color granate.
Vamos a cenar al McDonalds y después empezamos a andar hacia la discoteca.
Una vez en la discoteca nos instalamos en un descampado de enfrente y empezamos ha hacer botellón hasta que llega la hora de entrar.
Nos ponemos en la cola. Llega nuestro turno. Lara pasa con su DNI falso ahora le toca a Nicole, no pasa.
-Está no eres tú, ¡apártate de la cola!- dice el portero que no le deja entrar.
-Si soy yo.- responde Nicole.
El portero la ignora y me hace entregarle mi DNI, me pone el sello para entrar y me hace una señal para que entre ya.
-Voy a buscar a Lara, tranquila.- le digo  a Nicole antes de entrar.

Wounds that changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora