¿Sabéis esos días que solo levantaros tenéis una sensación de que algo irá mal, y que después de darle vueltas y vueltas aparezca una intuición de algo y acabe pasando?
Pues hoy es uno de esos días. No sé por qué pero intuyo que Abel en las vacaciones me dejara, me cambiará por otra o simplemente se dará cuenta que esta igual de bien conmigo que sin mí.
-Aroa, ¿te falta mucho? Hay que empezar a subir al coche.- Grita mi madre.
-Ya voy- le contestó con otro grito.
Hoy nos vamos de vacaciones y hasta dentro de dos semanas no volvemos.
Nos hemos tenido que levantar a las 6a.m. para llegar al apartamento a las 13p.m.Llegamos al apartamento. Lo compartimos con una pareja muy amiga de mis padres y sus hijos. El mayor (Adrian Clark) tiene 12 años y somos muy amigos, en cambio al pequeño (Edgar Clark) no lo aguanto.
La recepcionista nos da las llaves y nos dice que nuestro apartamento es el 312.
Subimos a ver el apartamento y es precioso. El apartamento tiene tres terrazas y una pequeña cocina que da al comedor. Hay dos habitaciones, una de matrimonio y otra más grande de matrimonio con una cama individual. También hay un sofá cama y delante una tele. El apartamento tiene wifi.
Nos distribuimos las habitaciones por familias y a nosotros nos toca la más grande. Tiene una terraza enorme desde donde se ve la playa. En el interior contiene dos camas una de matrimonio y una individual. Dos armarios, uno grande y otro más pequeño. También hay un baño dentro la habitación.
Deshacemos las maletas y lo colocamos todo en los armarios. Nos dicen que vamos a ir a comer a algún restaurante cerca de la playa, a dar una vuelta por el pueblo, así ya lo conocemos, y después si da tiempo a la playa. Nos ponemos el traje de baño y vamos a comer.Son las 10p.m. y ahora iremos a la playa. Sigue siendo de día. Normalmente en nuestra ciudad a las 9p.m. se hace de noche en cambio aquí nos han dicho que hasta las 11p.m no se hace oscuro.
Llegamos a la playa y nuestros padres no nos dejan bañarnos. Adrian y yo nos miramos y empezamos a sacarnos los zapatos para salir corriendo hacia la playa, Edgar nos ve y hace lo mismo.
Una vez llegamos el agua está congelada así que no nos mojamos más de la cintura. Nuestros padres se ríen y empiezan a hacernos fotos.***
Empiezo a despertarme por la luz que entra en la habitación. Veo a mi madre abriendo la persiana hasta arriba del todo.
-Aroa levántate, vístete y ves al comedor a desayunar.- dice mi madre en cuando se da cuenta que ya he abierto los ojos.
-Pero si solo son las 7.- contesto tumbándome de nuevo en la cama.
-Tenemos una hora y media de camino. Así que ya puedes levantarte que tienes media hora para arreglarte y desayunar.
- Joder y esto son vacaciones.- me quejo.Una vez hemos acabado de desayunar subimos al coche para ir a la capital.
Me paso el camino durmiendo.Hoy es día de mercadillos así que vamos a mirarlos. Nunca me gusta ir a los mercados hay mucha gente y me agobio mucho, ademas de que la ropa que hay no es de mi estilo.
***
Por fin llegamos al apartamento y nos vamos a comer. Ayudo a preparar la mesa poniendo los cubiertos y los platos mientras Adrián me ayuda con los vasos y las servilletas. Edgar como siempre no hace nada solo se pone a jugar a la consola que se ha traído mientras los demás hacemos la faena.
La comida está lista y la mesa preparada así que no sentamos a comer.
-¿Y qué haremos después de comer?- pregunto para saber los planes que han hecho para hoy.
-Hoy estamos cansados de esta mañana, así que nosotros nos quedaremos en el apartamento durmiendo. Vosotros podéis hacer lo mismo o bajar a la piscina del hotel, ir a dar vueltas por el pueblo, a la playa... ¡Hoy tenéis la tarde libre!- dice mi madre.
-¿Vamos a la piscina?- pregunta Adrian.
-¿Y cuando nos cansemos a dar vueltas por el pueblo?- Contestó con otra pregunta y él asiente.
-A las 9p.m. tenéis que estar en el apartamento para cenar.- Dice la señora Clark.
-¿Y que hay para cenar?-pregunta Edgar.
-Pizzas.- contesta mi madre.
-No me gustan.¡Quiero otra cosa!-grita Edgar.
-Te vas a comer lo que te pongamos.- contesta enfadado el señor Clark.Una vez acabamos de comer nos ponemos el traje de baño y cogemos una maleta con las toallas. En mi maleta escondo el tabaco sin que se note ya que llevo estos tres días de vacaciones sin fumar.
Salimos del apartamento y cogemos el ascensor. Le damos al botón del -1 y llegamos a la piscina.
Le digo a Adrián que vigile a Edgar mientras voy a fumar. Ya que si Edgar me ve se lo irá a decir a mis padres.
Cuando acabó voy donde están Adrián y Edgar y veo que están con otro chico de unos 16 años aproximadamente, con los ojos azules y el pelo oscuro.
-Aroa este es Drew Scott, Drew está es Aroa.- me lo presenta Adrian.
-Encantada.- contestó intentando ser educada.
-Igualmente.- responde.
Y de repente veo que alguien me está empujando por la espalda y tirándome a la piscina.
-Estas muerto.- le grito a Adrian cuando mi cuerpo nota la baja temperatura a la que está el agua.
-Todos a por Aroa.-grita Adrian en lo que los demás le hacen caso y empiezan a venir hacia mi. Nado lo más rápido posible pero Drew me alcanza y me hunde. Saco mi cabeza del agua para coger aire y con un movimiento rápido me subo encima de Drew y intentó hundirlo, pero no puedo.***
Llegamos al apartamento y vamos a cenar. Una vez acabamos voy hacia mi habitación y cogo el móvil. Me había olvidado de que lo tenía, no lo he cogido en todo lo que llevamos de vacaciones. Miro los mensajes, pero solo contesto a unos.
Abel: Buenos días mi niña.
Abel: Bueno ahora ya buenas noches...
Abel: ¿Cómo te van las vacaciones cariño?
Abel: Mejor te dejo de molestar y ya contestaras cuando puedas.
Aroa: Perdón cariño he estado tan ocupada que casi no he tenido tiempo de mirar los mensajes. Me van muy bien las vacaciones pero te echo de menos, quiero regresar y verte de nuevo.
Abel: Yo también te echo de menos y también te quiero ver, pero ahora no puedo hablar estoy cansado y me iré a dormir.
Aroa: Vale pues... buenas noches.
ESTÁS LEYENDO
Wounds that change
Teen FictionTodo el mundo ha tenido un primer amor. Ese amor que te ilusiona y no te hace pensar en nada más. Ese amor que te hace perder la cabeza y acaba rompiéndote el corazón. Ese amor del que siempre se aprende. Aroa Lewis, una chica con carácter, fría, or...