Capítulo 18

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Sólo han pasado 3 horas desde que Abril me dijo que le quito la virginidad a Abel. La verdad no me lo creo, Abel no es así. No se porque he llorado delante de esas zorras. Era como si el mundo se me acabara de venir encima. No podía pensar en ese momento. Sólo quería llorar, no tenía fuerzas ni para abalanzarme a pegarlas.
Empieza a sonar mi móvil y miro quien me puede estar llamando en este momento. Es Abel. No se si cogerlo, colgar, o dejar que suene. Me decido por cogerlo ya que necesito saber si es verdad lo que me ha dicho Abril.
-¿Qué quieres?- digo en cuanto lo cojo.
-Se que ya te lo ha dicho Abril, sólo te quería decir que lo siento, no estes mal.-suelto una carcajada.
-¿Que sientes que Abel?- pregunto.
- Haberla perdido con ella y no con tigo.- dice soplando.
-Ya no eres el mismo, ya no eres el chico del que me enamoré. Tu nunca habias dado un beso, así que no hablemos de perder la virginidad con la reina de las zorras.- así que si, era verdad. Abel ya no es virgen.
-No sabía lo que hacía.Estaba... Estaba borracho.-dice Abel y lo empeora más.
-Tu no bebes, o al menos no bebías, ya no te conozco. Ni quiero hacerlo.- se me empieza ha hacer ese incomodo nudo en la garganta y los ojos se me empiezan a humedecer.
-Aroa me arrepiento, me arrepiento mucho y te juro que sigo siendo el mismo de antes.- ruedo los ojos.
-No eres el mismo de antes, has cambiado.- digo exhausta de esta conversación.
-Dejame demostrarte que sigo siendo el mismo, por favor Aroa.- soplo.
-No, no puedo Abel ya te he dado suficientes oportunidades, estoy cansada de darte siempre oportunidades y que no aprobeches ni una ya no puedo mas.- digo con un hilo de voz.
-Una más por favor.-ruedo los ojos.
-Okey, no la cagues esta vez Abel.- acabo asintiendo.
-Te prometo que no. Quedamos mañana en la estación del centro a las 5p.m.- cuelga.

***
Quedó con Lara para ir a la estación del centro a las 5p.m.
Ella se irá con Dennys y yo con Abel.
Espero que de verdad siga siendo el mismo, y no me arrepienta de darle esta oportunidad.
Me voy a la ducha y me preparo la ropa para cuando salga.
Unos shorts de cintura alta negros y una camiseta roja atada al cuello.
Salgo y me visto. Me maquilló con un poco de delineador y rímel. Por último me seco el pelo y me lo aliso. Me pongo mis superstar, cojo mi bolsa y me voy a casa de Lara.
Durante el camino a casa de Lara no ocurre nada. Llamó a su puerta y sale a abrirme.
-Hola Aroa- dice Lara con una sonrisa.
-Hola Lara, llevamos la misma camiseta- digo señalando su camiseta y la mía.
-Es verdad- se ríe- no pasa nada a las dos nos queda bien.
-Si- me rio- ¿Has mirado a que hora pasa el tren?
-Si pasa a las 4:40 p.m.
-Perfecto ¿nos vamos?-asiente, coje su bolsa y nos vamos.
Llegamos a la estación del centro y buscamos donde pueden estar Abel y Dennys.
En cuanto los vemos vamos hacia ellos.
-Hola Aroa- dice Abel.
-Hola...- digo algo arrepentida de haber venido.
-Oye Lara y yo nos vamos a dar una vuelta vale.- dice Dennys y nosotros asentimos.
-Bueno, ¿y dónde quieres ir?- pregunta Abel.
-Me da igual, donde quieras.-contestó distante. Igual que toda esta conversación.
Abel empieza ha andar y yo le sigo. Me lleva al interior de un bosque que no está nada mal y nos sentamos en el suelo.
-Aroa.- me llama Abel, con voz suave.
-Dime.-contesto.
-Lo siento. Siento no haberte hecho caso con Abril. Haber pensado que eras tú la mala y sobre todo siento lo que ha pasado entre nosotros. Siento que todo haya cambiado.- me quedo sin palabras y no se que contestarle. Veo que poco a poco Abel se va acercando cada vez más a mi, hasta que nuestros labios se juntan y pasa sus manos por mi cintura. Mis manos suben por su pecho hasta llegar a su cuello. Es un beso lento pero desesperado. Reconozco que lo echaba de menos, lo necesitaba a él y a sus besos.
Nos separamos y Abel me atrae hacia él, haciendo que me siente encima de sus piernas y volvamos a juntar nuestros labios. Nos pegamos todo lo posible hasta notar todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo.
Lo quiero, y no quiero perderlo más por una zorra como esa.
Nos volvemos a separar.
-Me parece que no hacía falta comerme tus pelos también.- dice Abel riendo y me sonrojo.- ¿tienes vergüenza, estas roja?
-No, no tengo vergüenza. Estoy roja porque hace calor.- me excuso.
-¿Así que tienes calor? Yo también.- dice con tono pervertido.
-Imbécil pero no en ese sentido.- me río y Abel también.
-¿Tienes cosquillas?- pregunta.
-No.- contesto.
-No me lo creo.- Sonríe e intenta hacerme cosquillas pero no lo consigue. Lo miro con cara divertida y me río de él.- todo el mundo tiene su punto débil, y yo pienso encontrar el tuyo.
-Si te hace ilusión buscar.- contesto.
-Eres una borde de mierda- dice Abel.
-Lose, pero tu pierdes el culo por esta borde- sonrió.
-No te lo negaré.- me guiña el ojo.
Mi móvil empieza a sonar y veo que es Lara.
-¿Que pasa tia?- contestó.
-¿Dónde estáis?, el tren pasa de aquí media hora.- me dice Lara.
-Ahora vamos para la estación.-
cuelgo.
Nos levantamos del suelo y Abel saca un paquete de tabaco.
-¿Quieres?- asiento y le cogo uno.

Wounds that changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora