Pequeñas historias de amor "Character x Reader" con tus personajes favoritos del anime/manga/otomes/juegos.
Ven y vive estas experiencias con los personajes que amas.
Disclamier: Ningún personaje me pertenece, pertenece a su respectivo creador.
Las...
Debo estar loca al enamorarme de alguien como Hibari Kyoya, pues ya sé que nunca se fijaría en alguien, mucho menos en mí.
Nunca fui la típica chica linda por la que todos mueren. No. Soy un chica fuerte, decidida, valiente, perspicaz, inteligente y odio todo lo que sea «Femenino». Creo que esa fue la razón principal para entrar al Comité Disciplinario de Namimori cuando llegué a Japón, ya que tranquilamente podría usar pantalón y chaqueta.
Soy de estatura promedio, ojos verdes y cabello castaño, provengo de América Latina y en mi colegio las mujeres podíamos usar pantalón, por lo cual usar falda nunca estuvo en mis planes.
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Camino por los pasillos de Namimori para encontrar un lugar tranquilo para dibujar. Voy a la azotea para relajarme, y lo veo allí, dormido como siempre. Se veía tan hermoso de aquella manera y el estar acompañado por Hibird le daba un toque tierno. Mi amado Kyoya.
Me senté en el suelo comenzando a dibujarlo, me había dado un golpe de inspiración tremenda al verlo de aquella manera. Sonreí mientras elaboraba el dibujo, sin hacer ruido para no molestarlo. Terminé el boceto, sólo me faltaba agregarle las sombras, pero aquello lo haría después.
Con sigilo salí de la azotea para no despertarlo y bajé soltando un suspiro. Al llegar al pasillo principal, pude ver a mi grupo de amigos conversando allí.
— Hola ¿Qué hacen? — Saludé colgándome del hombro de Takeshi y Hayato con una sonrisa.
—Hola (T/N)-chan — Saludaron Tsuna y Yamamoto con una sonrisa.
— Mujer estúpida — Saludó Hayato como acostumbraba.
Sonreí forzadamente mirándolo antes de darle un golpe en la cabeza.
— Mira Estupidera, me llamas mujer estúpida de nuevo y dejo sin hijos — Dije acariciando su cabeza.
— Tch — Él volteó la cabeza cruzando los brazos.
— Tsuna ¿Te he dicho alguna vez que eres adorable? — Dije mirando como el castaño rascaba su cabeza riendo, no pude evitar abrazarlo.
Él me daba mucha ternura, para mí Tsunayoshi era como un gran oso de peluche al que podría abrazar todo el día. Un pequeño sonrojo se asomó por las mejillas de mi amigo mientras rascaba su mejilla.
— Herbívoros, bloquean el camino — Dijo una voz tras nosotros.
Volteamos y allí vimos a Hibari, este nos miraba fijamente a Tsuna y a mí de manera afilada, como s quisiera matar a alguno de los dos.
Nos hicimos a un lado mientras el pasaba, pero antes de irse nos miró a Sawada y a mí una última vez.
— Vaya que es raro — Opiné al verlo irse.
— ¿Cómo puedes no tenerle miedo? — Preguntó Tsuna mirándome mientras deshacía el abrazo.
— ¿Por qué debería? — Cuestioné ladeando la cabeza.
