One-Shots

Un verdadero héroe [Dabi]

Los verdaderos héroes no son aquellos que poseen un Quirk o un traje extravagante, ni mucho menos aquellos famosos en televisión que tomaban méritos grandes por algo tan simple y vano. La razón por la que Dabi se unió a la Liga de Villanos fue por Stain, sus ideales sobre matar a todos esos falsos héroes que solamente buscaban fama y reconocimiento, y no el bien común.

Él entendió que los verdaderos héroes no eran personas como All Might, Eraser Head o los novatos de la U.A. No, un verdadero héroe venía de las personas más simples y eso lo comprendió cuando vio a (T/N) Kusanagi. Ella era una estudiante de preparatoria común y corriente, tenía notas bastante normales, incluso varias veces llegaban a ser altas si se lo proponía. Ella era voluntaria en los bomberos, dado a que desde muy niña era su sueño ser una. No tenía un Quirk, pero no lo necesitaba.

Verla fue sorprendente, no se había sorprendido tanto ni siquiera con los méritos de otros héroes profesionales. De hecho, la admiró más de lo que podría admirar a aquellos hipócritas que se hacían llamar héroes.

El incendio lo había provocado él como parte de una misión de la Liga con tal de llamar la atención de los héroes, pero quienes llegaron a la escena no fueron héroes profesionales ni los estudiantes novatos, sino los bomberos. Personas comunes y corrientes con un trabajo bastante arriesgado. Le sorprendió ver a una chica tan joven acompañando a todos esos hombres adultos. Tenía el cabello (C/C) segúnpudo ver por algunos mechones que se asomaban del casco y tenía unos lindos ojos color (C/O). Su cuerpo era cubierto por el pesado uniforme de los bomberos y se veía bastante divertida con eso puesto. Dabi pensó entonces que no valía la pena ya que solamente eran bomberos, pero lo que captó su atención fue aquella chica entrando al edificio en llamas.

Una mujer se encontraba llorando dado a que su marido seguía dentro del edificio y había rogado a los bomberos que le ayudaran, siendo la chica joven quien decidió entrar pese a las objeciones de sus compañeros de ir ellos en su lugar. Dabi mentiría si dijera que no estaba sorprendido y se encontraba expectante a lo que sucedía mientras la chica de encontraba dentro del edificio. El resto de los bomberos lanzaban agua al edificio en llamas, esperando preocupados a su pequeña compañera.

De entre las llamas, la pequeña (T/N) salió con un hombre en su espalda. Su uniforme estaba lleno de ceniza, su rostro sudoroso y sumamente agotada de cargar a un hombre adulto. La joven dejó al hombre en el suelo antes de caer inconciente, mientras dos de sus compañeros se dirigían a auxiliarla.

—(T/N), (T/N) aguanta.— Dijo uno de sus compañeros mientras le quitaba el casco.

Dabi pudo ver mejor su rostro, el cual estaba muy manchado por la ceniza y el sudor, su cabello sin dudas era (C/C) y estaba atado en un chongo.

— La ambulancia viene pronto.— Informó otro de los bomberos.

Dabi entonces comprendió lo que no había visto antes al estar envuelto en aquel mundo de héroes contra villanos, de Quirks y peleas entre ambos bandos; comprendió que los héroes estaban en el día a día. (T/N) desinteresadamente se metió al edificio en llamas para salvar la vida de un hombre al que no conocía, incluso a costas de su propia vida y seguridad.

El morocho se encontraba pensativo en la azotea de un edificio, mientras miraba la ciudad desde las alturas. Pensó en el acto heroico de la joven bombera, reflexionando sobre todo hasta entonces. Stain seguro hubiese quedado sorprendido por lo que personas comunes eran capaces de hacer sin buscar nada a cambio, diferente a los héroes con Quirks.

— Vaya mierda.— Pensó rascando su nuca.

(T/N). Debía admitir que ella le gustaba. No tenía nada en especial, pero desde que la vio en aquel incendio no pudo dejar de ir a verla en la acción. Verla colaborando en lo mejor que podía, rescatando animales en peligro, sacando animales peligrosos de hogares domésticos, asistiendo en accidentes y otras cosas que ningún héroe profesional parecía tomar en cuenta al sólo centrarse en los villanos. Los bomberos, los cruzrojistas y los oficiales comunes merecían más atención que los héroes con Quirk.
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Por primera vez en su vida había sentido lo que era genuina preocupación por alguien, (T/N), en una de sus tantas obligaciones, había quedado enterrada en los escombros de una casa al intentar sacar al gato de la familia. Un nudo se formó en su garganta al verla en la camilla, sangrando, al borde de la muerte. ¿Por qué le dolía?

No tuvo noticias de ella en un buen tiempo. Si estaba viva o muerta no lo sabía, tampoco en qué hospital se encontraba internada o si le habían hecho ya su funeral. Jamás en su vida había sentido algo como eso ¿Acaso se había enamorado de aquella chica bombero?

Un par de días después se enteró por boca de los bomberos, de forma involuntaria, que (T/N) ya se encontraba estable en el hospital del centro. Tenía que ir a verla, enfrentarse de una vez por todas cara a cara con la chica que había logrado conquistar aquel corazón que creía incapaz de sentir nada.

Ella se encontraba en la habitación 306 y había tenido que ir desapercibido. Nadie debía saber que era un villano o si no vendrían muchos problemas. Una vez había encontrado su habitación la observó, se encontraba sentada en la camilla mirando tristemente hacia la ventana, pero al notar su presencia volteó a verlo. Lucía sorprendida de ver a un villano allí, en su habitación, y estaba apunto de gritar sin embargo, él se acercó rápidamente tapando su boca deteniendo el grito, mientras ella temblaba de pánico.

— No te asustes, no pienso hacerte daño.— Dijo con aquel tono de voz áspero y rudo que lo identificaba.

(T/N) tragó con fuerza y asintió. Extrañamente, aquellos ojos color aqua le transmitieron una paz y un afecto indescriptible, lo cual la desconcertó.

— ¿Qué hace aquí? ¿Qué es lo que quiere de mí?— Preguntó un poco más calmada, pero seguía nerviosa y asustada de lo que él podría hacerle.

— Venía a ver como estabas. Después del accidente pensé que ya estabas tres metros bajo tierra. Realmente eres estúpida al intentar salvar a un gato y meterte a un edificio en llamas tan inestable.

— ¡No podía dejar al animalito morir! Era sumamente importante para esa familia; además, me hubiese sentido culpable si lo hubiese dejado allí. No me importa morir si eso significa salvar una vida, incluso si es la de un animal.— Ella apretó las mantas de la cama, mordiendo sus labios y evitando llorar. — Aunque tendré que retirarme de los bomberos.

— No tienes que hacerlo. Sigue en ello, no importa su tienes o no el permiso de quien sea que esté a cargo.

— N-No es eso.— Inevitablemente sus lágrimas salieron de sus ojos y comenzó a sollozar. — Yo perdí la movilidad de mis piernas por la viga que cayó en ellas.

Esto sorprendió más a Dabi, quien se acercó a la cama donde ella se encontraba. Tomó su barbilla, mirando aquellos ojos (C/O) cubiertos por lágrimas, que reflejaban tanto dolor que no podía contenerlo más. Se acercó para besar sus labios de forma ruda, lo que era común en él y esto tomó desprevenida a (T/N) quien se quedó estática ante ello, a la vez que sus lágrimas dejaban de salir.

— Tú eres un verdadero héroe.— Dijo el morocho mientras la volvía a mirar a los ojos.

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Dabi miró a su novia recostada a su lado en la cama, mientras dormía plácidamente a su lado. Hace un mes que habían comenzado una relación luego de empezar a conocerse tras lo sucedido en el hospital. Ella conoció mejor a Dabi, notando que no era tan malo como pensaba, siendo más noble que cualquier héroe que hubiera conocido.

Él le ayudaba con su terapia para volver a caminar, le daba apoyo y la animaba cuando ella se deprimía. Jamás imaginó enamorarse de un villano, bueno, más bien podría ser un anti héroe.

— Touya.— Le llamó la chica somnolienta mientras tomaba su mano.

Ella era la única que sabía cuál era su verdadero nombre y su pasado. Estaba terriblemente enamorado de ella hasta el punto de confiarle su mayor secreto. (T/N) le sonrió y se sentó también en la cama para abrazar a su novio y compartir un amoroso beso.

— Mañana saldremos a caminar al parque ¿Podrás?— Inquirió el acariciando cuidadosamente su espalda.

— A tu lado, podré hacer lo que sea, Touya.

Volvieron a compartir un beso tras esas palabras.