Descripción del Capítulo: Una visita no planificada a la casa de Tony y una mala noticia, hacen que el rubio actor se acerque más a su presa, ¿o más bien la presa será él?
Tiró con frustración su destornillador al otro lado de la mesa. Vio a su brazo mecánico y suspiró, -A ver Babas, has como si realmente me sirvieras para algo, y pásame el destornillador.
El dispositivo se queda inmóvil, y Tony suspira, -¿Quieres que te convierta en una tostadora?
Pero el brazo sigue sin moverse. Lo que hace que el inventor deje caer su frente en la mesa.
Eran las 2 de la mañana y no podía concentrarse. Unas horas habían pasado de la charla con Steve en la cafetería, y eso lo tenía en vela. Y aunque estaba acostumbrado ya a dormir solo un par de horas para seguir luego con su trabajo, ahora era distinto. No podía si quiera concentrarse en lo que hacía. Después de llegar a su apartamento, Steve insistió en que le diera su número, y al final accedió. Era lógico, sino, ¿cómo se iban a mantener en contacto para sus tres salidas?
Y entonces, empezó a revisar el WhatsApp varias veces. Era tonto, ya que se comunica con muy pocos por ese medio. Observaba el contacto de Steve R y luego dejaba su celular a un lado. Después pensó en lo idiota que era. ¿Por qué le iba a hablar, después de haberse visto unas cuantas horas antes?
Se sentía como una quinceañera enamorada, y eso le frustraba, porque él mismo había puesto los límites, Solo amigos, pensó, pero era obvio que su deseo le decía otra cosa. Entonces, río amargamente. Quizás el actor ya estaba dormido y él estaba sufriendo porque no le había mandado un simple mensaje por WhatsApp. No quería ilusionarse, no otra vez. Esa amarga experiencia, que ni siquiera le había contado a su fiel amiga Pepper, le perseguía a donde fuera. No podía pensar en nada que no fuera solo trabajo, recuperar su empresa. Steve Rogers no podía quitarle su paz.
En ese momento, escuchó que su celular vibraba. Lo levantó con algo de nervios y vio un mensaje.
Espero que te gusten las alturas... iré por ti el sábado a las 10 a.m. Y ve con ropa ligera. S.R.
En el pent-house de Rogers, el rubio sonreía después de mandar el mensaje. Por horas había pensado qué lugar sería apropiado para la primera cita con Tony. Porque eso era, aunque intentó disfrazarlo como una "salida de amigos" para él era una cita. Se imaginó la cara que pondría Tony al mirar el mensaje, pero entonces su celular sonó. Al mirar quien era, se sorprendió pro la hora.
Estaré listo. Nos vemos el sábado. T.S.
Le había respondido al momento. Una parte de él se sintió orgulloso, si le había contestado tan rápido, es que no le era del todo indiferente, quizás podría conquistarlo más pronto de lo que pensaba. Pero otra parte, más profunda, sintió alegría al saber que pasaría más tiempo con él.
Al día siguiente, Tony despertó satisfecho. Después del mensaje de Steve, decidió irse a dormir ya más relajado. Al abrir los ojos, lo primero que pensó fue a qué clase de lugar lo llevaría. Saltar de un puente, no, eso no podría hacerlo. Tal vez volar un avión... ni muerto. Tenía ansiedad, mucha. Escuchó que tocaban su puerta y permitió que entrara.
-Hola Jarvis, ¿sucede algo?
-No, señor. Es que me preocupé un poco al ver que no despertaba. ¿Se encuentra bien?
-claro, porque no iba a estarlo.
En ese momento volvió su vista al despertador y pego un brinco en la cama al ver la hora.
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El Reto
FanfictionUn exitoso actor, perseguido por chicas y chicos y abiertamente gay, conoce de pura casualidad a un excéntrico científico, lleno de complejos. Después de ser rechazado abiertamente, decide conquistarlo como un reto personal. Pero sin darse cuenta, é...