El Reto

La caída de los Barnes

Descripción: El imperio de los Barnes cae y las consecuencias se hacen sentir, mientras Tony se prepara para conocer a la familia de Steve.

Siete días pasaron desde el encuentro del clan teatral en aquella cafetería, y en ese tiempo muchas cosas sucedieron: Steve fue a visitar a Tony esa noche y lo invitó a la cena con su familia. Tony casi entra en crisis al escuchar tal "locura" como dijo en ese momento. "No soy una chica a la que le vas a presentar a tus padres, Steve, no inventes", dijo nerviosamente. El rubio río al ver su reacción, por alguna razón intuyó que así sería. Pero después de insistirle un par de días más, finalmente Tony aceptó ir cuando Steve usó la estrategia de "No debes preocuparte. Recuerda, es solo una salida de amigos", aunque claro, tanto para él como para el castaño su relación no podía definirse ya de esa forma.

No es que no deseaba conocer a la familia de Steve, es que Tony le invadía terror por no llegar a ser del agrado de ellos. Durante esos siete días sus traumas afloraron y Jarvis tuvo un arduo trabajo para mantenerlo cuerdo: lo obligaba a comer, porque ante la ansiedad el castaño lo evitaba, se comunicó con sus amigos, los cuales se sintieron felices al oír la noticia, pero entendieron que no podían dejar a su amigo solo toda una semana, sino colapsaría. Rodhey fue el primero en aparecerse al día siguiente. Inició sus sesiones de defensa personal con Tony, dos horas por día, además de actividad física, y al mismo tiempo lo mantenía distraído. Es castaño no dejaba de maldecir la hora de haberlo encontrado nuevamente, pero el moreno solo lo ignoraba y lo hacía correr dos vueltas más. Luego, lo invitaba a su casa y el castaño se quedaba con Jane toda la tarde, conversando.

Bruce y Betty visitaron el apartamento de Tony con Darcy un par de noches esa semana. La niña se encariñó de inmediato con Paul, a quien no dejaba de pedirle que la alzarla y jugara con ella. El inglés al principio se sintió incómodo con el contacto de la pequeña, pero eso duró poco. Sin darse cuenta, Paul se había desinhibido y correteaba con la pequeña. Mientras Bruce y Tony conversaban sobre los progresos del genio para sustituir el paladio del reactor arc, Betty compartió mucho tiempo con Pepper, y sin darse cuenta, ambas se hicieron amigas. Jarvis, por su parte, se sentía feliz, como hacía mucho tiempo no lo era: el apartamento se había llenado de vida, los amigos de Tony estaban cerca de él, y aunque estaba en constante ansiedad por la cena en la casa Erskine, se veía mucho mejor.

Esa semana Steve estuvo ausente. Le contó a Tony sobre la audición y su decisión de participar, por lo que necesitaba dedicarse esa semana que tenía libre por su golpe en el ojo para aprenderse bien el guion y practicar los parlamentos de Anton Harris. El castaño no objetó, además, siempre recibía en el transcurso del día mensajes del actor, así que no se mantenían completamente alejados.

Wanda por fin le presentó a Tony su hermano Pietro. Se veía mucho más serio que su hermana, al menos en lo que respectaba al trabajo. Se sentó con Tony y hablaron varias horas sobre qué hacer para la compra del edificio. Preparó un documento legal para que Paul Jarvis se encargara de la compra y fue así que ambos iniciaron el trámite. El momento límite fue al reunirse unos minutos con Hope. La mujer en ningún momento sospecho. Un inglés de buen porte, aunque con un comportamiento algo errático no podía estar relacionado con Tony Stark, así que sin pensarlo mucho, firmó. Solo era necesario unos días para completar el trámite. Pero el castaño no iba a estar tranquilo hasta que se finiquitara todo.

En cuanto a James, al día siguiente del encuentro del clan teatral, Hope llegó al apartamento de Steve, le pidió que recogiera todas las pertenencias de James y se las llevó. Esa vez el rubio preguntó por él, pero Hope no le respondió. Durante toda esa semana Barnes no fue visto ni se comunicó con Steve, lo cual le preocupó un poco.

Por primera vez en mucho tiempo, Hope y Edward se pusieron de acuerdo en algo: hablaron con él y éste aceptó irse unos días. En realidad ella fue quien lo convenció, asegurándole que su desaparición por un tiempo ayudaría a que se concretara su plan para separar a Steve y Tony. Para Edward, la presión constante en que se encontraba inmerso su hijo por la empresa había hecho que cayera en esa crisis, así que apoyó esa decisión. Fue así que Tony y Steve no supieron nada de James/Bucky durante siete días.