Sábado - 2 de diciembre 2017
2:20 p.m.
-¡Ya estoy aquí, Jane! -gritó Rodhey al entrar a su casa. Iba con varias bolsas con compras. Las puso en la cocina y fue sacando todo lo necesario. Era fin de semana y por supuesto que la pasarían con los Banner. Desde su llegada al país era ya una costumbre pasar el sábado en familia. Un par de ocasiones Tony se unió a ellos, pero ahora el castaño estaba "romanceando con su Ken" o al menos eso decía el moreno cuando recordaba a su amigo.
Sacó del refrigerador la carne que con antelación había condimentado y encendió la parrilla eléctrica. Con el clima actual era imposible salir y asar la carne afuera, pero eso no significaba que iba a privar a su mujer e invitados de un par de buenas hamburguesas. Rápidamente hizo varias tortas, como todo un experto y cuando la parrilla estuvo caliente, las puso con cuidado. Mientras estabas se cocían, siguió con el resto. Cortó un largo baguette y le untó las salsas necesarias. Rodhey era fanático de los sandwich submarino, Jane y los Banner preferían las hamburguesas. Y si algo amaba el moreno era complacer a todos. Odió estar tanto tiempo alejado de sus amigos, así que el fin de semana era el tiempo perfecto para acercarse más a ellos.
Pasó mucho rato, y Rodhey se extrañó de no ver ni escuchar a su esposa, así que después de desocuparse fue a buscarla. Jane estaba en la habitación que sería de su hijo. Estaba sentada en una caja y con algo de dificultad sacaba lo que guardaba otra. En los rincones de la casa Rodhey habían muchas casas sin desempacar, y eso estaba ya volviendo loca a Jane. Así que decidió no esperar más a que su esposo se encargara y decidió comenzar por la habitación del bebé.
-Pero mujer, ¿qué haces? No es bueno que te agaches.
-Si espero a que te decidas la habitación de nuestro hijo no estará listo hasta que sea adolescente.
La mujer seguía sacando las cosas de la caja. Se sentía perfecta, claro, fuera del enorme vientre que ya no le dejaba ver la punta de los dedos, todo estaba normal.
Little Rodhey fue el apodo que le puso el papá al pequeño no nacido. Hubo un tiempo en que pensaron que podía ser parto múltiple, pues el vientre de Jane creció de un momento a otro. Los ultrasonidos confirmaron, sin embargo, que se trataba de un solo bebe, un varoncito.
Al escucharlo, Rodhey no podía soportar tanta alegría. Las niñas eran hermosas, pero él quería un niño. Bueno... uno era quedarse corto. No podía esperar a que su hijo naciera y poder encargar el próximo. Deseaba armar su propio equipo de fútbol sala y cuando lo mencionaba, Jane lo mandaba al diablo. Claro, era ella quien cargaría con los bebes, él solo quería seguir sumando. Aunque la noticia de que sería papá impacto al moreno al inicio del embarazo, conforme pasaron los meses, el militar se ilusionó cada vez más. Y eso lo sabía bien su esposa...
-Jane, ni siquiera puedes respirar bien... por favor mujer, vas a apachurrar a Little Rodhey, deja eso -le insistió. La tomó de los brazos y la hizo levantarse con cuidado, -Porque no vas a la sala y esperas ahí a Bruce y Betty. Después de comer, te prometo que terminaré con la habitación del bebe.
-Estar embarazada no me hace inútil, James Rodhes
-No insistas, mujer. Bruce me ayudará, se sentirá feliz de echarme una mano. Y usted hermosa mamá, vaya y descanse, por favor.
La mujer no insistió más. Era difícil hacer que que Rhodey abandonará su modo consentidor. Jane siempre fue una mujer independiente pero con el embarazo su esposo se hizo demasiado protector, tanto que la mujer se sentía sofocada.
Aquella tarde llegaron los Banner. Todo fue normal. Conversaron, comieron, vieron películas. Un tema fue, claro está, el viaje de Tony. Obviamente Rodhey no pudo evitar bromear sobre su genio amigo. Esa semana había conseguido arrastrarlo a la pista dos veces. Era una misión difícil hacer que Tony se despegara del taller e hiciera entrenamiento, pero su amigo se lo tomaba muy en serio. No solo era para enseñarle defensa personal, Rodhey quería de alguna forma recuperar el tiempo que pasó lejos de él. La esencia de Stark seguía ahí, pero el Tony divertido, sin traumas que conoció ya no existía. La vida de James Rodhes, fuera del trabajo, se enfocaba entonces en Jane, su bebé y su amigo Stark.
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El Reto
FanfictionUn exitoso actor, perseguido por chicas y chicos y abiertamente gay, conoce de pura casualidad a un excéntrico científico, lleno de complejos. Después de ser rechazado abiertamente, decide conquistarlo como un reto personal. Pero sin darse cuenta, é...