El Reto

El inicio de una obsesión - I Parte

Pepper regresó a la habitación con una charola con bebidas, algo para picar y su venda en el dedo. Tony la esperaba nervioso sentado en la cama, con su espalda en el respaldar. Su amiga se sentó a su lado y puso la charola en las piernas. Él la miró de reojo divertido, - ¿Hambre?

-No empieces -le responde risueña. -Bien, empieza.

Tony suspiró, -Pues... supongo que debo iniciar desde el principio. Todo empezó un tiempo antes del accidente de mis padres, específicamente el primer fin de semana de las vacaciones...

Trece años antes

"Ese día no tenía muchos deseos de levantarme, pero como era costumbre, no podía revelarme a una orden de mi papá... por más que lo deseará."

Jarvis entró a la habitación del adolescente, que seguía durmiendo. Gruñó, fue hacia la ventana y abrió las cortinas de par en par, haciendo que la luz le pegara directamente al rostro del muchacho que con fastidio se cubrió con la cobija, - ¡Jarvis! ¡Por favor!

-Lo siento, amo Tony, pero su padre fue muy enfático anoche. Debe levantarse, prepararse y bajar a desayunar con sus padres faltando un cuarto para las ocho de la mañana.

- ¡Pero es sábado! ¡MI PRIMERO SÁBADO LIBRE!

-Lo lamento, joven Anthony, pero órdenes son órdenes.

Tony tiró a un lado la cobija y se frotó los ojos con fuerza. -Algún día, Jarvis, seré un adulto, me iré a vivir solo y no tendré que soportar que me despiertes en las mañanas.

-Cuando eso ocurra, seguramente estaré disfrutando de mi merecida pensión en Inglaterra. Pero mientras ese día llegue, no me complique mi trabajo y obedezca por favor. Dejé un cambio de ropa en el baño. -le responde suavemente.

-Sí, sí... como digas.

Tony se puso de pie y caminó bostezando al baño. Se duchó rápidamente y salió, pero gruñó al ver a Jarvis todavía en la habitación, ya con la cama arreglada. - ¿Me estás vigilando Jarvis?

- ¿Cómo se le ocurre, amo Anthony? Solo me estoy asegurando que la cama no sea desarreglada de nuevo y de paso le hago compañía.

El chico le hizo una mueca. Fue al espejo y se terminó de peinar, -Debiste haberme extrañado estos meses para que me estés siguiendo a todas partes J.

El anciano, -Tanto como como a mi contador, amo Tony.

-Oh, vamos Jarvis, admítelo: no puedes vivir sin mí.

-Sí, la mansión es muy aburrida sin su bulliciosa presencia.

Tony sonrió, - Estoy listo... y... en tiempo record -termina al ver que eran las ocho menos veinte.

-Es un gusto ver que al menos en eso logré encaminarlo. Lo acompaño al comedor.

"Sé lo que dirás... 'Jarvis era todo un cansón', pero nuestra relación siempre fue así. Aunque amaba a mis padres, sus constantes viajes hicieron que me apegara mucho a las personas que trabajaban en la mansión. Y Jarvis siempre fue como mi niñero. Bueno... supongo que algunas cosas no cambian después de tantos años."

Al llegar al comedor, Tony tomó asiento frente a su madre que ya esperaba. -Vaya, este debe ser un día especial, mi hijo llegó a tiempo.

-Supongo que estar viviendo en un campus me ha hecho madurar -le responde mientras toma una uva del centro de mesa y se la mete a la boca.

En ese instante, Howard se reúne con ellos, con teléfono en mano. -Si... entiendo lo que dices pero ya hablamos con la empresa, tenemos clara ventaja sobre el proyecto de Barnes. Sí... ¿crees realmente que Hammer podría hacer alguna cosa que nos supere?... Por supuesto...