Descripción: Tras un fin de semana emocionalmente agotador, Steve y Tony se dan un respiro con un desenlace inesperado.
Capítulo 13: Tras bastidores
Pasaron los días, y cada quien siguió su rutina normal. Steve fue a la audición y luego a su gira de promoción. En las tardes se hizo rutina para Tony sentarse con Jarvis y Wanda a ver las noticias de farándula y esperar alguna mención del rubio. De vez en cuando salía alguna nota, en donde el actor sonreía a sus fans y coqueteaba con la periodista en turno. El castaño gruñía al verlo en ese plan, pero Wanda de inmediato le pellizcaba el brazo y le susurraba, "Es su trabajo, Tony, no te hagas ideas". En cierta forma, agradecía que la castaña le recordara eso. Además, le parecía extraño ver su sonrisa en la televisión. Así no le sonreía a él. Cuando estaban solos era más... natural, no tan plástico. Al menos eso le debía reconocer.
En Francia, Jane y Rodhey terminaron todo lo concerniente a su traslado. Por su embarazo, la mujer estaría en su casa, aunque ya tenía una propuesta para trabajar como investigadora y profesora en una universidad neoyorquina después de dar a luz, y Rodhey había sido contratado en un programa especial del gobierno, como enlace con las empresas contratadas para la fabricación de armamento e insumos. Era... un trabajo aburrido según el moreno, pero después de haber visto de cerca el horror de la batalla y con una familia propia, deseaba estabilidad y seguridad. Y estaba ansioso por volver a casa con Jane, ver a su madre y volver a tener contacto con sus amigos. Y si, amigos, aunque no lo dijera abiertamente, necesitaba saber que había sido de la vida de Tony. En diez años esa duda carcomía su interior. Así que ambos esposos agilizaron todo para poder viajar tal y como Jane minuciosamente había planificado.
En New York, Bruce y Betty siguieron su rutina normal. Idas a la clínica y el hospital, en las noches pasar ratos con su hija y luego a dormir. Sin embargo, el nerviosismo de Bruce aumentaba conforme los días pasaban, y aunque uno de sus temores era complicar más la situación de sus amigos, la pequeña esperanza de que ambos se volvieran a encontrar era más poderosa que cualquier duda.
En esas semanas, Tony se dedicó a trabajar. Al no estar James cerca, no tuvo más complicaciones ni estrés, y por qué no decirlo, Steve se había vuelto un distractor constante también, aunque uno que el castaño disfrutaba demasiado. Su motor de plasma fue un éxito, SHIELD pagó generosamente su diseño y como lo había hablado con María semanas antes, inició con el reactor Arc. Leyó con esmero los apuntes dejados por su padre y a partir de ahí empezó a investigar. No salió del apartamento, se la pasaba en el taller, en donde comía lo que Jarvis puntualmente le preparaba y seguía su trabajo. Solo se despegaba en las tardes para ver alguna noticia de Steve por televisión. En las noches, el rubio le llamaba o mandaba un mensaje por WhatsApp. Las conversaciones entre ambos eran muy breves, ya que Rogers tenía una agenda muy apretada, sin embargo, no dejó que pasara un solo día esas dos semanas sin establecer algún contacto con Tony.
Mientras reinaba un ambiente de tranquilidad para todos ellos, la familia Barnes vivió un verdadero infierno, en especial, el patriarca de la familia.
El mismo lunes en que Steve viajaba a Los Ángeles, James esperaba pacientemente en su oficina dentro de la empresa. Se sentía ansioso. En ese instante, Hope entró con la misma cara de pocos amigos que su hermanastro y se sentó frente a él, - ¿Estás listo?
Él se mostró indeciso, -No sé, Hope. ¿Crees que realmente sea necesario hacer esto?
La mujer sonrió, -No es un buen momento para que te embargue las dudas, Jimmy.
-Entiende, estamos hablando de mi padre...
-Sí, un anciano que nos hará perder millones por su sentimiento de culpa, ¡por favor, James, hay que ser prácticos!
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El Reto
FanfictionUn exitoso actor, perseguido por chicas y chicos y abiertamente gay, conoce de pura casualidad a un excéntrico científico, lleno de complejos. Después de ser rechazado abiertamente, decide conquistarlo como un reto personal. Pero sin darse cuenta, é...