9|Recuerdos

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—Es una historia extraña la de esos dos ¿No?

Jazel le da vueltas a el vaso con cerveza lentamente sin apartar la vista de este, Sam asiente observando su ejercicio.

—Más de lo que parece, si no conoces todo lo anterior, lo más seguro sea que no llegues a entender nada.

Jazel sonrió y alzó su mirada hacia él, este no pudo evitar hacer lo mismo.

—¿Y la nuestra? ¿Te parece complicada?

Sam tosió en cuanto la escuchó por causa de la comida que se acababa de atragantar, se estabilizó y ella soltó una risita.

—¿Nuestra...historia?

Preguntó y ella parece estar cargada de esa risa irónica que lo hace sentir mal.

—No podemos fingir que no pasa nada Sam ¿No crees?

—Jazel, no es el momento de hablar de eso.

—¿Por qué? — ahora parecía enfadada —¿Por qué no lo admites de una vez? ¿A que le tienes miedo Sam Winchester?

—A pasar por lo mismo que mi hermano.

Esas simples palabras parecían hacerla callar y reflexionar. Sam no quería pasar por eso, y, sobre todo, no quería que le hicieran daño.

—Tu hermano y tu sois diferentes, Sarah y yo somos diferentes Sammy— su voz sonaba desesperada y por un momento Sam quiso callarla con un beso —Pero supongo que yo no puedo hacer nada para que cambies de opinión.

Se levantó de la silla y salió del local, Sam no tardó en perseguirla hasta llegar fuera, la tomó del brazo e hizo que se girase, sus ojos se clavaron en los suyos sin miedo alguno.

—Sí puedes hacer algo para que cambie de idea.

Le susurró acercándose a ella, quien traga en seco y observa el movimiento de sus labios.

—¿Qué cosa?

Sabía lo que ella sentía por él, y sabía de sobra lo que él intentaba esconder, pero eso lo necesitaba mucho más de lo que quería admitir.

—Bésame.

Antes de que ella se pudiese mover, Sam puso sus labios sobre los de ella, sintiendo como su respiración se calma poco a poco, se sentía tan bien que el miedo en él de perderla crecía potencialmente y se daba cuenta de que no podría soportarlo.

...

Sarah no tenía más opción que desaparecer, irse de allí y olvidarse de todo, aunque le costase hacerlo.

—¿Estás segura de esto?

Castiel mantenía su expresión preocupada y ella asintió moviendo la cabeza lentamente, aun le dolía, y al parecer, ese dolor no se iría pronto.

—No te preocupes, estaré bien.

El ángel asintió igual y se marchó, dejándola sola en su nuevo hogar, su mente necesitaba sanar y Cas le había prometido ayuda con eso, y sería él su única conexión con el mundo sobrenatural.

El tatuaje anti demonios la haría invisible y los signos grabados en las paredes de la casa impedían la entrada de algún ser. Ese sería el inicio de una nueva vida para ella

"—Pues es la niña quien te está apuntando a la cabeza.

Su sonrisa se borra de su rostro y es ahora el alto el que se ríe.

—Oye tranquila, somos amigos de tu padre, no queremos problemas.

Sarah dudaba, pero había oído hablar mucho a su padre y sus amigos sobre los Winchester, y al parecer los idolatraban. —¿Qué queréis?

—Vamos a hablar pero sin apuntarnos por favor.

Su mirada se clava en los ojos verdes del bajito, sin duda le miraba mal y él lo había notado. Pero bajó la mano con el arma. —¿Qué queréis?

Repitió y Sam pasó todo el peso de su cuerpo a su otra pierna.

—Te llevaremos con Bobby —Lo conocía, conocía a Bobby desde hacía años, no le preocupaba nada si iban a llevarla con él. Los dos hermanos la guiaron hasta el Impala tan mencionado y en cuanto intentó ir delante Dean interfirió. —Oh no pequeña, tú vas detrás.

—¿Que? ¡De eso nada! O voy delante, o no voy.

Sarah se cruzó de brazos y Sam le miró de una manera extraña que claramente decía "Déjala en paz" y Dean le devolvió una mirada enfadada. Seguido le abrió la puerta a Sarah.

—¡Yo conduzco!

Saltó Sam y Dean reacciona tarde. —¡Oh Vamos! ¡Es mi puto coche!

A pesar de sus berrinches, terminó montando detrás de morros todo el rato.

—Dime Sarah, ¿Cuánto sabes sobre los cazadores? —Sam intenta entablar conversación pero ella solo sube sus pies a la parte superior del coche haciendo que Dean se removiera incómodo.

—Quita esos pies de ahí, acabo de limpiar el coche.

—Que te folle un pez espada abuelete.

Sam soltó una risa y Dean se ofendió profundamente.

—Oh no sabes lo que dices niña, una noche conmigo y sería suficiente para que te enamoraras.

—¿Enamorarme de un cazador? Eso sería una muerte segura. No gracias. Además no me van los tíos como tú.

—¿Como yo?

—Engreídos...

...

—Aquí tienes a tu niña, te aconsejo que le cubras la boca con algo, o te volverá loco.

Sarah le sacó su dedo del medio y le dio un abrazo a Bobby que le correspondió.

—Cállate idiota. —Le dice este seriamente.

—Dean y Sarah no han hecho...buenas migas.

—¿Cómo pretendes que me lleve bien con alguien tan idiota como él?

—¿Y cómo pretendes que me lleve bien con una niñatas tan...tan...

No le salía un insulto, así que Sarah sonrió satisfecha mientras se cruzaba de brazos.

—Te odio.

Le dice no muy convencido y ella aplaude sonriendo.

—¡Enhorabuena! Yo también te odio.

—Niñata

—Engreído.

—¡Loca!

—¡Imbécil!

—Oye chicos...

—¡Cállate Sammy!

Gritan ambos y éste da un paso atrás precavido sin intervenir, Dean y Sarah se dedican una mala mirada y se dan la vuelta ignorándose mutuamente. 

—¿Te ha gustado verdad?

La mirada asesina que le dedicó a Bobby lo hizo callar y sonreír de nuevo antes de abrazarla, hacía mucho no se veían, y al parecer ese reencuentro no era para celebrar nada bueno..."

Cazadores |Dean WinchesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora