MAGNUS
Cuando llego al restaurante y entro en la cocina veo a Ragnor cortando algo que parecen cebollas.
- Buenos días. -Le saludo.
Él termina de cortar lo que sea eso y lo echa en un caldero. Después levanta la vista y me mira durante un rato.
- ¿Qué? -Le pregunto.
- Te pasa algo. -Afirma.
- ¿Algo como qué?
- Llevas más purpurina que de costumbre y estás demasiado feliz, incluso para ser tú, así que, ¿qué te pasa?
Me asombro pero intento que no se me note mientras me abrocho el delantal. Ragnor y yo nos conocemos desde la universidad y desde el primer momento supo leerme como un libro abierto.
- He conocido a alguien. -Le digo y entonces empieza a reírse.
Le miro confundido y molesto mientras espero que se le pase.
- Venga ya Magnus, ¿enserio quieres que me crea que estás así por alguien? Porque entonces estarías así cada vez que amaneces después de una fiesta.
Intento ocultar mi enfado mientras empiezo a preparar una ensalada.
- ¿No me crees? -Le pregunto y espero que mi voz suene neutra.
- Te creería antes si me dices que estás así de feliz porque te han regalado un unicornio, si no quieres decirme el verdadero motivo, cosa que me asombra ya que somos amigos y nos conocemos hace mucho, por lo menos piensa una mentira que pueda creerme, porque eso de imaginarme a Magnus Bane enamorándose de alguien sin unas copas y una cama de por medio está rozando lo imposible, ¿no crees? -Exclama volviendo a reír.
"¿Pero como puede ser tan...?" Se acabó. Suelto los ingredientes sobre la mesa y me giro hacia él con los puños apretados.
- ¡Dices que somos amigos, no me crees y encima te burlas de lo que te he dicho. Las personas cambian, Ragnor, y que tú no quieras hacerlo porque eres feliz siendo un amargado que no muestra sus sentimientos no significa que yo no vaya a cambiar. Y no te atrevas a decirme lo que crees que siento cuando ni siquiera yo lo sé! -Le grito enfadado.
Salgo de la cocina y me encierro en el baño para relajarme. Una vez me he echado agua por la cara miro mi reflejo en el espejo. Tengo los ojos más brillantes que nunca y las mejillas un poco sonrojadas. Poco a poco voy calmándome y sin darme cuenta el rostro de Alec se cuela en mis pensamientos. ¿Y si Ragnor tiene razón? ¿y si es verdad que me estoy enamorando de él? No lo sé. Nunca me he enamorado así que no puedo saber qué se siente al estarlo.
Decido dejar de pensar en ello antes de que la angustia de no entender lo que siento realmente y la incertidumbre de no saber lo que siente Alexander se apoderen de mí.
Salgo del baño y vuelvo a la cocina. Ragnor está ocupado mezclando lo que sea que halla en el caldero.
- Oye, Ragnor yo... siento haberte gritado. -Me disculpo.
Él suspira y se gira para mirarme.
- Me lo he buscado, siento haberte dicho esas cosas. Es verdad que la gente cambia, y si eres feliz, me encantaría conocer a esa persona algún día.
- Vale, disculpas aceptadas. -Le digo con una sonrisa.
- Me alegro, porque Catt me ha dicho que mañana salimos.
- ¿A dónde?
- Dice que vamos a ir a comer con unos amigos.
- ¿Qué amigos?
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My Boyfriend Is A Rock Star
FanfictionAlexander Lightwood es el guitarrista de una banda famosa de San Francisco. Magnus Bane es la promesa de la cocina experta del restaurante con más éxito de esta ciudad. Cuando se conozcan, toda su vida cambiará y en poco tiempo no podrán vivir sin e...