ALEC
Ha pasado una semana y media desde que mi grupo y el restaurante donde trabaja Magnus se hicieron famosos. Cada día va más gente a ver nuestras actuaciones en el club y en dos días empezamos a grabar el disco. Nunca en toda mi vida me había sentido tan expuesto; en el portal de Magnus, en el piso de la banda, en el bar, en el restaurante, por la calle y hasta en los supermercados, los periodistas y los fotógrafos nos persiguen. Mis amigos se quejan, claro, pero la prensa está más ocupada con Magnus y conmigo, "La estrella del rock y la estrella de la cocina", nos llaman. Y es que el comentario que hizo Camille respecto a Magnus consiguió todo lo contrario a ponerle en mal lugar, hizo que se ganara la atención de todas las revistas de cotilleos acerca de nuestra relación.
Aún no le he dicho a Magnus que vamos a hacer una gira. Todo el mundo sabe que la mejor manera de fortalecer una relación no es que uno de los dos se vaya a hacer una gira que dure tres meses, tiempo durante el cual será casi imposible que nos veamos.
Mi hermana me ha dicho que lo mejor es que se lo diga ya, puesto que estamos a finales de septiembre y la gira comienza el segundo día de octubre hasta el treinta de diciembre.
- Izzy tiene razón, debes decírselo ya. -Me dice Jace. Hemos estado caminando por las calles de San Francisco mientras recordamos momentos de cuando formamos la banda y pensando en todo lo que nos ha pasado en este último mes.
- Lo sé, pienso decírselo esta noche. -Le contesto.
- Me alegro, seguro que lo entiende.
- Ya... -Estoy nervioso por la reacción de Magnus cuando se lo diga. Espero que Jace tenga razón.
Doblamos una esquina y nos encontramos con un grupo de chicos fumando a un lado de la calle. Cuando pasamos junto a ellos, uno se pone frente a nosotros, bloqueándonos el paso.
- ¿No sois los guitarristas del grupo The Five Black Angels?
- Sí. -Responde Jace. Al ver que los demás se dedican a mirarnos sin decir nada, añade:
- ¿Queréis un autógrafo o qué? Dejadnos pasar. -Da un paso adelante y el tío que ha hablado le mira desafiante.
- ¿Qué te hace pensar que voy a querer un autógrafo de alguien que está en un grupo donde hay un marica? -Me mira a mí y noto la sangre hervir en mis venas.
- Oye tío, no te hemos insultado así que déjanos en paz. Vamos, Alec.
Jace se abre paso a empujones entre dos o tres del grupo y yo le sigo con la vista fija al frente.
- ¿Y tú no dices nada? ¿Este es tu nuevo novio?, ¿sois pareja y estas engañando a ese cocinero de pacotilla?
Aprieto los dientes y antes de poder pensar lo que voy a hacer, me doy la vuelta y le pego un puñetazo en la boca al que estaba hablando.
- ¡Vete a la mierda! -Le espeto y Jace me agarra del brazo y me arrastra hacia otra calle, al momento oímos un grito seguido de risas:
- ¡La gatita tiene uñas! -Me doy la vuelta para volver y darles una paliza pero Jace me sujeta hasta que me calmo.
- No vale la pena, Alec.
- Déjame. -Le digo y me alejo de él. Camino hacia el apartamento y sé que Magnus ya estará allí por la hora que es.
Conforme pasan los minutos la ira que sentí en ese callejón se va transformando en malestar hasta tal punto que me mareo y creo que voy a vomitar. De repente noto un fuerte dolor en la mano derecha y al mirarla veo que tengo los nudillos rojos y varias heridas de las que está saliendo sangre. Debí de clavarme los dientes de ese gilipollas al golpearle.
Atravieso el portal con lágrimas de furia recorriendo mis mejillas y abro la puerta con fuerza. En cuanto llego al centro del salón, Magnus me ve y se levanta corriendo del sofá.
- ¿Alec? ¿qué te pasa? -Se acerca hasta mí y me rodea con los brazos.
- No puedo más. No puedo. -Sollozo y hundo la cara entre su hombro y su cuello.
Paso varios minutos en sus brazos hasta que me calmo lo bastante para hablar. Magnus me conduce hasta el sofá y nos sentamos cada uno en un lado, nuestras rodillas chocando y nuestras manos entrelazadas. Entonces Magnus me ve los nudillos magullados y se rostro refleja la preocupación.
- ¡¿Qué te ha pasado?! ¿te has peleado con alguien? -Me coge la mano entre las suyas y mira horrorizado los moretones y la sangre seca.
- Deja que te lo cuente. -Le digo.
- Tengo que curarte la mano, Alec. -Se va a levantar pero le agarro de la cintura y le vuelvo a sentar en el sofá.
- Espera, primero déjame hablar y luego me curas. -Le doy un beso en los labios y el asiente.
Comienzo a hablar y le cuento que estoy harto de que nos persigan a todas horas, de ser el cotilleo del momento y de que cada vez hayan más rumores. Le cuento lo de los tíos del callejón y tengo que sujetarle con fuerza cuando intenta ir a por ellos aún sin saber ni dónde están. Ese gesto me hace secretamente feliz. Y finalmente le cuento lo de la gira y todas mis dudas y miedos por los cuales no se lo había dicho antes. Creí que se enfadaría pero me sorprende sonriendo.
- Mi amor, te quiero demasiado como para dejar que una gira nos separe, aunque implique no vernos en bastante tiempo. -Me dice mientras me acaricia la mejilla.
- ¿De verdad? -Pregunto todavía inseguro.
- Piensa, si fuese yo quien se marchara unos meses, ¿me esperarías?
- Te esperaría toda la vida. -Le respondo de forma inmediata. Y entonces me doy cuenta de que mis miedos eran absurdos.
- Pues eso, Alec. Y en cuanto a los periodistas, no puedo hacer otra que decirte que al final te acostumbrarás... Y aprenderás a desaparecer cuando no quieras que te vean. -Me guiña un ojo y me provoca una sonrisa.
Me besa y lentamente se coloca de rodillas sobre mi cintura. Voy a poner mis manos en su espalda pero me rozo la mano magullada con el sofá y hago una mueca. Magnus se da cuenta y me mira.
- Vamos, deja que te cure esa herida. -Nos levantamos y entramos al baño. En realidad podría hacerlo yo, pero me alegra que sea Magnus quien me cuida.
Me siento en un lado del banco -sí, Magnus tiene un cómodo banco lila que ocupa toda una pared dentro del baño- y Magnus se sienta a mi lado con una toalla, agua oxigenada y vendas.
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My Boyfriend Is A Rock Star
FanfictionAlexander Lightwood es el guitarrista de una banda famosa de San Francisco. Magnus Bane es la promesa de la cocina experta del restaurante con más éxito de esta ciudad. Cuando se conozcan, toda su vida cambiará y en poco tiempo no podrán vivir sin e...