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ALEC

Llamo de nuevo a Magnus y me contesta su buzón de voz por cuarta vez.

- Magnus... soy yo, de nuevo. Sé que estás ocupado con lo del restaurante pero no nos vemos desde el domingo y te echo de menos. ¿Puedes ir esta tarde a dar un paseo? Llámame cuando oigas el mensaje.

Me dejo caer en el sofá y me quedo mirando el teléfono. Ya estamos a jueves y yo cada vez me aburro más; llevamos toda la semana sin actuar y encima casi no podemos salir de la casa porque cada vez hay más fotógrafos en la entrada. Magnus lleva toda la semana metido en el restaurante preparando y revisando todo una y otra vez para la visita de mañana de Camille.

El apartamento está en absoluto silencio. Todos los demás salieron por la mañana a dar un paseo pero yo preferí quedarme ya que pensé que hoy podría quedar con Magnus pero sigue con el móvil apagado.

Es asombroso lo mucho que extraño su sentido del humor y su constante alegría si sólo hemos estado sin vernos cuatro días. Aunque ahora que lo pienso, es el mayor tiempo que hemos estado sin vernos desde que nos conocemos. En estas dos semanas casi no nos hemos separado y se había vuelto como algo común en mi vida.

Sigo cavilando acerca de nuestra relación cuando un sonido me saca de mis pensamientos. Mi mirada viaja al teléfono y me sobresalto al ver el nombre en la pantalla: Magnus.

Lo cojo lo más rápido que puedo y descuelgo.

- Por fin lo coges. -Le digo.

- Lo siento, de verdad que creo que si Camille encuentra algo que no esté en su sitio mañana, es una bruja malvada que practica la magia negra.

- ¿Por fin lo habéis preparado todo? -Le pregunto con esperanza.

- Sí, y sí, me gustaría ir a pasear, llevo tantas horas metido en este restaurante que ya no recuerdo como es la luz del sol. -Dice con desesperación y yo suelto una carcajada.

- No exageres, ¿nos vemos en mi piso en media hora?

- Llego en veinte minutos. -Y cuelga.

Me doy prisa para vestirme, ya que estoy en pijama y me pongo un poco de colonia antes de bajar a esperarle en el portal. Pero veo que no ha sido mi mejor idea al ver que de repente se me acerca un periodista.

- ¿Alexander Lightwood? ¿tiene un momento? -Me dice cuando llega a mi altura.

- En realidad no, espero a alguien, en otro momento. -Le digo molesto.

- ¿Espera a su novia? -Me giro hacia él y le fulmino con la mirada. El se encoge de hombros y añade. -Sólo quiero hablar unos minutos para la revista Stars.

- No es el momento, mejor váyase. -Le digo volviendo a mirar al frente.

Él suelta un suspiro y sorprendentemente se marcha. Supongo que aún no soy lo bastante famoso como para perder el tiempo por mí y eso me parece estupendo.

Veo a Magnus caminando hacia donde estoy yo. Lleva un largo abrigo lila y una bufanda blanca. Pienso que yo debería haber cogido más abrigo que una simple sudadera ya que el otoño se está haciendo notar con fuertes ráfagas de aire helado últimamente.

- Hola. -Le digo cuando llega a mi lado.

En vez de responder, me agarra por la camisa y me atrae hacia él, besándome con pasión.

- Magnus. -Me separo de él lo más rápido que puedo y compruebo que nadie nos haya visto.

MAGNUS

My Boyfriend Is A Rock StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora