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ALEC

Tocan el timbre y estoy a punto de ir a abrir cuando veo a Isabelle correr a la puerta. Cuando le dije que vendría Magnus se puso muy contenta y corrió a decírselo a Clary, a veces se comportan como niñas pequeñas.

Izzy no deja ni que Magnus entre del todo en el piso antes de darle en fuerte abrazo. No puedo evitar reírme ya que mi hermana siempre trata a las personas como si se conociesen de hace años.

- ¡Alec! ¡Magnus ya llegó! -Grita Isabelle en el momento en que aparezco junto a ambos. En cuanto me ve, Izzy se va corriendo a la cocina. A pesar de que son Simon y Clary quienes mejor cocinan de nosotros, a ella le gusta pensar que su ayuda es imprescindible.

- Hola.

- Hola. -Magnus se inclina y tras darme un leve beso, sonríe. Su sonrisa es la misma pero está claro que le pasa algo.

- ¿Estas bien? -Le pregunto.

Él niega con la cabeza lentamente y dice:

- Te lo cuento luego.

Yo asiento y vamos a la cocina, donde Jace y Clary ya están sentados, Izzy está sirviendo los platos y Simon jugando con su teléfono.

Nos sentamos y cuando ya estamos todos comenzamos a comer.

- Magnus. -Izzy se inclina hacia él y habla de manera que los demás no puedan oír la conversación. Cuando terminan de hablar, Izzy sonríe y Magnus me mira con una expresión divertida.

- ¿Qué te ha dicho? -Le pregunto.

- Primero; que está encantada de que salgas conmigo, segundo; después me ha preguntado que qué tal va el restaurante y al final me ha amenazado con "coger unas tijeras, cortarme mi maravilloso pelo y después quemar mi casa, a ser posible conmigo dentro, si te hago daño".

Me quedo con la boca abierta y asombrado, pero luego recuerdo que es mi hermana quien ha dicho todo eso, y veo que tiene sentido. Yo soy el hermano mayor y aún así es ella la que me sobreprotege.

- No le hagas caso. -Le digo a Magnus.

- ¿No quieres saber lo que le he dicho?

Confundido, asiento despacio y escucho lo que dice:

- Le he dicho que si algún día le hacía daño a la persona más importante de mi vida, que por favor, me llevase al psiquiátrico porque estaría completamente loco.

Sin salir de mi asombro sonrío y busco su mano por debajo de la mesa. Le atraigo hacia mí y le beso.

- Te quiero. -Le digo cuando nos separamos.

- Te quiero. -Me responde y miro detrás de él, donde están Clary e Izzy mirándonos como se fuésemos los protagonistas de una película romántica.

Tras cenar y recoger la mesa entre todos, Jace y Clary se van a dar un paseo y Simon e Isabelle se van a la habitación. Intento borrar la imagen de ellos dos que vi esta mañana pero me resulta casi imposible. Dejo de pensar en ello y me siento en el sillón que tengo en el balcón, Magnus a mi lado.

- Bueno, ¿me vas a contar tu problema? -Le pido.

- Sí... Verás, el viernes va a venir al restaurante una de las mayores críticas de cocina de Estados Unidos, y sólo eso ya me pone nervioso; esa mujer a destruido restaurantes y carreras con solo escribir un artículo. Si eso nos pasase a Catt, Ragnor o a mí, estaríamos acabados, pero esa no es la peor parte. Camille Belcourt, la crítica, por desgracia para mí, es también mi ex novia. Y sé que hará todo lo posible por hundirme a mí y a mis amigos. -Dejo de hablar y miro a Alec, que tiene una expresión rara.

- ¿Cómo que tu ex novia? -Dice al fin.

- ¿De todo esto te quedas con que es mi ex novia? -Me sorprendo pero al ver su cara veo que habla enserio. -Fue hace casi ocho años, ahora no saldría con ella, no con ninguna mujer. -Le digo serio.

- Vale. -Suspiro aliviado y a la vez divertido de ver que se ha puesto celoso. -¿Y como estás tan seguro de que intentará destruir tu carrera o el restaurante?

- Porque no se tomó nada bien cuando rompí con ella, y sé que no me ha olvidado porque a pesar de no haberla visto en persona desde entonces, cada año en nuestro supuesto aniversario, me manda un ramo de girasoles y una nota.

- ¿Y qué hay de malo en eso? Tal vez sólo te echa de menos. -Dice Alec.

- Soy alérgico a los girasoles y en la nota siempre pone: "Volveremos a vernos, y cuando lo hagamos, me aseguraré de que no puedas olvidarme."

- ¡Vaya! ¡Ahora si creo que está loca! -Exclama sorprendido.

- Así no me ayudas.

- Perdón, nunca he sido muy bueno dando consejos, pero una cosa si sé, estando preocupado hasta el viernes no vas a conseguir nada. Puede que no diga nada malo, y si en el peor de los casos, lo hace, buscaremos la manera de arreglarlo, y comprobaremos que es una mentirosa sin piedad. -Esto último lo dice con una sonrisa y apoya la cabeza en mi hombro.

- ¿Por qué? -Le pregunto confundido.

- Porque cocinas mejor que cualquier persona que conozca y que conoceré jamás.

Alec levanta la cabeza y me da un tierno beso en la mejilla. Entrelazo nuestros dedos sobre mi pecho y le digo:

- Ahora me siento mejor.

- Estaba intentando que te sintieses completamente bien. -Dice con una mueca.

- Hay una manera para que lo consigas. -Sonrío de manera traviesa y me acerco más a sus labios.

- ¿Cuál? -Su respiración me hace cosquillas y susurro:

- Bésame, Alexander.

Alec hace que el poco espacio que nos separaba desaparezca, y con él mi preocupación, ahora solo existimos nosotros dos.

MAGNUS

- ¿Y tú? ¿estas nervioso por los premios? -Le pregunto a Alec al rato de estar en el sillón de la pequeña terraza viendo las pocas estrellas del cielo de San Francisco.

- La verdad es que sí y a la vez no. Estoy como en un sueño, como si viera lo que está pasando pero no fuera a mí a quién le pasa. ¿Sabes a lo que me refiero?

- Sí, yo me sentía así cuando comencé a trabajar en Heavenly Fires. Es una sensación extraña.

- Es genial que nos hayan nominado, pero no soporto a los fotógrafos y periodistas. Mi hermana me dijo que esta mañana cuando bajó al supermercado, habían dos esperándola en la puerta y que se quedaron allí dos horas. -Noto la molestia en su voz y desearía poder ayudarle.

- Es el precio de la fama. ¿No te gustaría dar conciertos en estadios y ver a la gente gritando vuestros nombres? -Le digo sonriéndole.

- Eso estaría muy bien, pero si pudiese seguir con mi vida privada siendo privada, sería mejor.

- Ya... aún así, a mi me gustaría que la gente me recordara como una Estrella del Rock.

- A mí solo me hace falta que me recuerde una persona. -Dice.

- ¿Quién?

- Tú. -Alec besa mi mejilla y se acomoda en mi pecho de nuevo.

My Boyfriend Is A Rock StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora