My Boyfriend Is A Rock Star

16

MAGNUS

Me despiertan unos golpes en la puerta. Salgo de la cama sorprendido y miro el reloj; las cuatro de la mañana. ¿Quién será? Voy hasta la puerta y miro por la mirilla. Mi corazón da un brinco cuando veo quien es. Abro la puerta lo más rápido que puedo y me quedo mirando a la figura vestida de negro que hay en el pasillo.

- ¿Alec, qué haces aquí? -Pregunto sin salir de mi asombro.

- Te... yo... ¿me perdonas? -Dice con la cabeza baja.

Le agarro de la corbata y le atraigo hacia a mí, quedando con mis manos en sus brazos y él rodeando mi cintura.

- Tendré que pensarlo... -Le sonrío y veo que está desorientado. -Claro que te perdono, has declarado tu amor por mí en la televisión y creo que no hay nada que puedas hacer o decir para que deje de quererte.

Pongo mis dedos bajo su barbilla y le obligo a mirarme. Está sonrojado.

- ¿Es enserio? -Pregunta inseguro y me doy cuenta de que de verdad creía posible que no le perdonara. -De verdad que lo siento.

- Ya lo sé, ¿Alec? -Mi mira a los ojos y yo me inclino para hacer que nuestros labios se junten en un tierno beso. Camino hacia atrás, arrastrándonos al interior del piso y cierro la puerta con el pie. Alec se quita la chaqueta sin separarse de mí y vuelve a poner las manos en mi espalda, las tiene frías y me estremezco ya que no llevo camisa.

Llegamos a mi habitación y me giro de forma que quedo sobre Alec y le doy besos en el cuello.

- Aclárame una cosa. -Le digo mientras me pongo recto para mirarle.

- ¿El qué?

- ¿Somos sólo amigos o...?

- ¡No tiene gracia! ¡ya te he dicho que lo siento! -Dice haciendo una mueca de enfado.

No puedo evitarlo y comienzo a reírme.

- Ya lo sé, era solo para ver tu cara y ha valido la pena. -Comienzo a desabrochar los botones de su camisa y él mira hacia a un lado. Me inclino y busco sus labios.

- Eh, no te enfades. Y aunque ahora es muy probable que tengamos a los periodistas a nuestro alrededor como moscas, me alegro de que dijeses que eras mi novio en público.

- ¿Por? -Pregunta contra mis labios. Le quito la camisa y la dejo caer al suelo.

- Porque... así... todos... sabrán... que... eres... mío...Alexander. -Digo mientras voy dejando besos por su pecho. Cuando le miro de nuevo, tiene los ojos tan oscuros que parecen negros.

Vuelvo a sus labios en un apasionado beso. Muerdo su labio y Alec gime mientras lleva sus manos hasta mis caderas. Lucho por no perder el auto control cuando Alec comienza darme mordiscos bajo la oreja a la vez que me acaricia la espalda y el pecho. Con Alexander los besos siempre son así, primero lentos y luego, poco a poco, cada vez más salvajes. Al principio creí que me acostumbraría pero sigue logrando volverme loco cada vez que nuestros labios se unen. Le deseo, y sé que debo esperar a que esté preparado pero es que es tan...

- ¡Por el Ángel! Alec, ¿porqué eres tan sexy? -Le digo besando sus mejillas.

- ¿Qué? -Suelta una carcajada y me abraza con fuerza.

- Alec, por favor... -Le miro y siento que no me imagino una vida lejos de él, aunque la distancia que nos separe sea sólo la de nuestras casas.

- ¿Por favor qué? -Me pregunta acariciando mi pelo.

- Vente a vivir conmigo. -Digo por fin.

Veo que se queda atónito y temo haber ido demasiado rápido, pero de pronto sonríe y vuelve a hablar: