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MAGNUS

Espero mientras Alec lee lo que ha dicho Camille del restaurante, de los chef y de nosotros. El periódico afirma que:

"...el restaurante Heavenly Fires es sin duda el mejor de todo San Francisco; elegante y sofisticado a la vez que acogedor. La dueña, Catarina Loss, se encarga muy bien de que todo esté en perfecto estado, incluido los empleados. Los chef Ragnor Fell y Magnus Bane han preparado una de las mejores comidas que había probado en mucho tiempo, lo que restó importancia a que este último, Magnus, estuviese bastante distraído. No sé si siempre ha sido así de distante, cosa que no creo que a algunos clientes les agrade, o es solo una racha; ya que como ven en esta foto, anda muy enamorado de la estrella del rock de la banda más famosa del momento. El tiempo dirá como acaba esta historia."

Debajo del artículo hay una foto donde estamos abrazados, besándonos, en el parque al que fuimos el viernes.

Poco a poco, Alec deja el periódico en el sillón y me mira. No logro descifrar su expresión, pero tras sus ojos parece haber una batalla.

- ¿De dónde demonios ha sacado esa foto? -Pregunta despacio.

- Supongo que algún fotógrafo que contrató, es Camille, debí imaginar que metería a cualquiera que me importase sólo para fastidiarme. -Intento sonar tranquilo.

- ¡Tu has leído lo que ha dicho!

- Creo que debería alegrarme, no ha dicho nada malo del restaurante ni de Catt o Ragnor, dudo que estar distraído vaya a causarme demasiados problemas.

- ¡Pero si es una bruja! Prácticamente me está culpando de que no hagas bien tu trabajo.

Alec tiene el rostro tenso y sonrojado por la rabia. Me acerco a él y le beso en la nariz.

- Tranquilo, mi amor, se ha inventado lo de que no pongo atención a los clientes porque soy yo y quiere vengarse. No tengo muy claro porque después de tantos años no lo ha superado, pero puedo decir que al menos ha sido honesta con los demás. -Le acaricio el pelo intentando que se calme.

- Lo siento, es culpa mía. -Dice Alec.

- No lo es, si no tuviese esa foto, habría buscado otra manera de dejarme en mal lugar con su artículo. Y ahora que los dos somos famosos, me alegro de que Camille haya puesto esa foto y las noticias tu discurso. Así nadie intentará ligar con ninguno de nosotros. -Le digo sonriendo.

- Tú no sabes lo que he visto yo hacer a las fans locas. -Replica él, y por fin vuelve a sonreír.

Tras estar unos minutos abrazados, miro el reloj y veo que tengo que irme a trabajar. Se lo digo a Alec y el asiente.

- Te acompaño, después tengo que ir al bar porque Luke nos va a decir algo importante.

- ¿Me lo cuentas esta noche?

- Si volvemos vivos.

- De acuerdo.

Le ofrezco mi mano y él entrelaza sus dedos con los míos para después abrir la puerta del portal y encontrarnos con un montón de flashes de cámara, micros de periodistas y preguntas que nos persiguen hasta el metro.

ALEC

Tras acompañar a Magnus hasta el restaurante, que por cierto también estaba lleno de fotógrafos y fans, camino hasta el Hell's Bar y entro por la puerta que hay en un callejón, espero que los paparazzis no me hayan seguido ya que es la puerta que usamos tras los conciertos.

Llego al despacho de Luke y veo que ya están todos sentados frente a este. Me siento junto a Jace y espero a que nos diga eso tan importante.

- Primero, ¡Felicidades por ganar el premio! Y tu discurso Alexander, precioso, espero que lo hayáis arreglado. -Me sorprendo por sus palabras y solo consigo asentir.

Los demás vuelven a estar en la nube de ser famosos, será que aún no les a perseguido nadie, o conociendo a mi hermana y a Jace, les dará igual.

- Ahora que tenéis mucho más éxito que antes, necesitáis un mánager.

- ¿Quién? -Pregunta Izzy.

- Yo mismo. -Responde Luke sonriendo.

- ¡Qué guay! -Exclama Clary y yo no me sorprendo de que Luke haya cogido este trabajo, básicamente era él quién nos conseguía algunas actuaciones aparte de las que dábamos aquí y se aseguraba de que estábamos bien.

- Y ahora viene la noticia bomba... -Hace una pausa y los cinco nos inclinamos hacia delante esperando a que vuelva a hablar. -¡Grabaréis un álbum de estudio y haréis una gira por Estados Unidos durante todo el otoño y el invierno!

Después de eso, viene el caos. Isabelle llorando de felicidad en el hombro de Simon, quién al igual que Clary, está pasmado. Jace dando vueltas por la habitación intentando creerlo y yo intentando entender y asimilar como en dos semanas hemos ganado los premios más importantes de América, hemos hecho entrevistas para la prensa, nos hemos vuelto famosos y vamos a grabar un disco y a hacer una gira. Me pellizco la pierna para ver si es un sueño y veo que no, todo esto es real. Demasiado real.

MAGNUS

- ¿Has leído el artículo? -Me pregunta Catt en cuanto entro a la cocina.

- Sí, genial, ¿verdad? -Le digo.

- Para nosotros y para el restaurante sí, pero, ¿tú estás bien?

- ¡Oh, por favor! Lo ha hecho para fastidiarme, es mi ex novia, puedo superarlo.

- Bueno si estás bien mejor, porque mañana tenemos una cena de empresa, el jueves y el viernes estamos completos con las reservas y cosas similares durante más o menos... cinco semanas más, y Ragnor está el teléfono apuntando nuevos pedidos. -Me explica.

- ¡¿Cómo!? -Pregunto sorprendido.

- Lo que oyes, estamos hasta arriba de trabajo. Voy a tener que contratar alguien para que coja las llamadas y apunte las reservas, pondré camareros fijos, ampliaré el servicio de limpieza y tendré que buscar al menos tres chef fijos más.

En ese momento aparece Ragnor en la puerta con el teléfono en una mano y un bolígrafo en otra.

- ¿Ya han dejado de llamar? -Pregunta Catt.

- Necesito otra libreta y un calendario del año que viene. -Responde Ragnor.

Gracias a mis reflejos logro agarrar a Catarina antes de que caiga al piso por un mareo.

- ¿Estás bien? -Le preguntamos Ragnor y yo preocupados.

- Sí. -Se levanta y le da a Ragnor lo que ha pedido. Cuando este se ha marchado de nuevo, se gira hacia mí y me dice. -¿Lo has arreglado con Alec?

- Claro, como no perdonarle con ese discurso y además, después vino a mi casa a las cuatro de la madrugada para ver si le perdonaba. Es demasiado bueno, le quiero cada día más. -Le confieso. -Y le he pedido que se mude conmigo.

- Me alegro mucho. ¿Qué te ha dicho?

- Se mudó ayer. -Le respondo feliz.

Comenzamos a trabajar y entre todo el caos que es ahora el restaurante, el miedo consigue hacerse paso en mi mente. El miedo a que la presión de la prensa constantemente detrás de nosotros, los rumores inventados por las revistas y el tener demasiado trabajo acabe separándonos. Pero consigo dejar de pensar en ello y convencerme de que Alec y yo podemos con esto. Con esto y con más, si permanecemos juntos.

My Boyfriend Is A Rock StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora