Alive or dead?

Capítulo 7.

—Te ves sexi Chino—dije.

—Lo se, lo se.

—No te creas tanto, no queremos otro Thomas.

—Lo siento es que me siento como el—dijo haciendo un gesto algo extraño con su boca.

—Lo perdimos ¡Taylor lo perdimos!—el día en que Megan no sea dramática el mundo se acabará.

—Ya deja de ser tan dramática mujer—dije golpeando su cabeza.

—No me perderán, sigo siendo Bruce y siempre lo seré.

—Eso espero, no quiero otro Thomas.

—Por si no lo recuerdas llevas un hijo de Thomas.

—Muy bien, creo que es hora de irme, nos vemos luego.

—Oye espera, eres la única con auto aquí y mi casa esta un poco lejos, ni creas que Megan Benett caminará hasta su casa.

—Demonios, suban antes que me arrepienta.

—¡Pido adelante!—grito Meg mientras corria en direccion a mi Jeep.
El camino fue torturador, no es lindo escuchar a Megan cantando. No digo que yo sea toda una cantante pero su canto es como si mataran miles de focas y el pequeño Megan no dejaba de moverse. Joder debo buscar un nombre urgente.

—Mamá ya llegue—nadie respondió—demonios ¿hay alguien?—escuche unos gritos que provenían de la habitación de mamá.

—Se que tiene 17 años pero dejala en paz, cuando tu me dejaste embarazada ambos teniamos 18.

—Sabes que solo me quede aquí por ti, no por ella y esa cosa producirá más gastos.—al escuchar a papá llamar "cosa" a MI hijo no resistí y entré en la habitación.

—¡Puedo soportar que no me quieras pero que llames cosa a mi hijo no!—comencé a llorar.

—Mack...—dijo Frederick.

—¡Cállate! Y no me digas Mack, ya no seré Mackenzie.—tome las llaves de mi auto y salí de allí.

—¡Espera Taylor!—corrió mamá en dirección a mi Jeep—por favor vuelve, tu padre es un idiota.

—Lo siento mamá, pasaré la noche en Megan.

*****

—¡Megan! Ábreme, soy Taylor.—abrió una Megan algo despeinada y muy molesta.

—¿Sabes lo que acabas de interrumpir? Oh demonios, lloras.

—¿Puedo dormir aquí?—pregunté secando algunas lágrimas.

—Un segundo—cerró la puerta—Sal por la puerta trasera—se escuchaba—¡Demonios esa n...—un chico salió por la puerta corriendo en dirección a un auto azul con la cabeza baja, pero este tenía una remera con su nombre y no era nada mas y nada menos que Felix Harries, el capitán del equipo de lacrosse.

—¿Con que Felix eh?—dije sonriendo.

—¿Tú no llorabas?

—Malditas hormonas.

—Pasa—abrió la gran puerta. Para vivir solo Megan y su madre es una gran casa—y bien, cual es la razón por la que visitas a Megan.

—Mi padre, llamo cosa al pequeño Megan y pues me enoje y aquí estoy.

—Tampoco es tan malo, mamá casi me deja abandonada en un pueblo y la amo.

—Algún día tendrás que contarme la historia de tu madre.

—Tú lo dijiste, algun día...

—Oye quiero pizza y gomitas de naranja.
Intentamos hacer una pizza pero lamentablemente ninguna sabe como preparar pizzas y estas se quemaron. Tuvimos que encargar una y ahora Megan se encuentra coqueteando con el repartidor.

—Megan deja al pobre chico y trae la pizza que tenemos hambre.

—Esta bien, adiós hermoso—dijo pestañeando repetidas veces.

—En menos de cuatro meses daré a luz y aún no se como demonios se llamará.

—Me gusta Megan—llevó un trozo de pizza a su boca.

—No le pondré Megan, no quiero que sus amigos se rían de el por tener nombre de mujer, además es horrible.

—Eso dolió, amo el nombre Megan y me gusta Christopher.

—No le pondré el nombre de mi herma...—puso su mano en mi boca.

—No me refería al nombre.

—Vete al demonio—enseñé mi dedo del medio—Me gusta Logan.

—Me-gan, Lo-gan, se parecen, me gusta que sus ultimas letras sean iguales.

—¿Entonces pequeño Logan?

—¡Hola pequeño Logan!—gritó en mi vientre y Logan comenzó a dar pataditas.

—No hagas eso, duele cuando da pataditas.

—Lo siento, es la emoción—ambas observamos la caja de pizza por unos largos minutos hasta que la rubia dijo algo—oye hagamos una fiesta, mamá esta con alguién en alguna casa o posiblemente en un hotel pero eso no importa, ella no vendra hasta mañana.

—No, no podré disfrutar.

—Tú lo harás de todas maneras, envía un mensaje a todos tus contactos y yo a los mios, esta fiesta sera genial.
La casa de Megan tiene una habitación especialmente para realizar fiestas, solo habia que poner musica y alguien detras de la barra para que sirva el alcohol. Pasaron exactamente 13 minutos y la fiesta comenzó a llenarse. Había mucha gente la cual no conocia, pero había uno que sí, era Thomas.

—Taylor, yo quisiera hablar con tigo.

—Esta bien...

—Se que te engañé con Tara y todo eso pero tú, tú me engañaste con Bruce, con el estúpido de Bruce—acomodó su cabello—además tú me engañaste primero y no solo fue un simple beso, sino que tendrán un hijo.

—Demonios el no es hijo de Bruce.

—¿Quieres decir qué hay otro más?

—Joder no, no hay otro, ni siquiera estuve con Bruce el solo es mi amigo y le pedí si podia hacerme un favor y veras...—hice una pausa—el es tú hijo, no el de Bruce.