En el trayecto de regreso a casa me sentí más relajada pero de pronto, de la nada se vinieron a mi mente las escenas de la obra, pude sentir claramente el calor de su cuerpo pegado al mío, su aroma, la firmeza de sus brazos.
¡Dios!, estaba enloqueciendo y no podía evitarlo, ¿Cómo haría para que esos pensamientos no me perturbaran más?
-¡Oh! Lo siento- otra vez la realidad me pegaba de frente.
La vida no podía ser más cruel conmigo.
-¡Oh!, ¡Yoona-ah!
Era el idiota de Dong Hae, llevaba en sus manos un enorme ramo de flores y de su brazo una mujer con la sonrisa de oreja a oreja. La misma que había cantado con él la noche del karaoke. Los miré a ambos fijamente, me sentí adormecida, ida. Por un momento mi corazón se aceleró al verlo, pero a los pocos segundos... nada, absolutamente nada.
No sentí odio, rencor, miedo o... amor. No sentía nada por él y eso me asustó aún más. Miré hacia un costado y proseguí mi camino, no sentí la necesidad de voltear a mirar qué hacía; mi cabeza estaba muy ocupada pensando en lo que ahora sentía mi corazón.
-¡Yoona espera!
Entonces sentí una mano que cogía mi brazo haciendo que me detuviera. Giré y me di cuenta que él había dejado a la chica para seguirme.
-¿Qué quieres?- dije con calma, traté de zafarme pero no pude.
-¡Tenemos que hablar!
-No lo creo... Tengo que irme- traté de avanzar pero no me soltaba.
-¡No!, espera. Hablemos
-Déjame, por favor. Te están esperando.
-¿Estás celosa?- un aire de satisfacción se mostró en su rostro.
Sólo atiné a sonreír de medio lado y jalé mi brazo con más fuerza.
-¿Crees que eres insuperable?
-¿No lo soy?... Yo sé que aún sientes por mí.
-¿Ah sí?... Perdóname pero no tengo tiempo para tus estupideces.
Avancé unos pasos y nuevamente cogió mi brazo, ésta vez con más fuerza haciendo que dejara caer mis bolsas.
-¡¿Qué te pasa?! ¡Te dije que me soltaras!
-¡No te irás!
-¡Dijo que la sueltes!
Ahora una mano fuerte y varonil sujetaba la suya. Levanté la cara para ver de quién se trataba y no era alguien que conociera.
-¡¿Tú quién eres?!
-Un amigo de la señorita
-¿Es cierto?... ¿Lo conoces?
Ambos me miraron y yo no sabía qué hacer. O me quedaba ahí discutiendo quién sabe hasta qué hora con Dong Hae, o me iría con el desconocido que había llegado a mi rescate sin saber si podría confiar en él después.
-Sí, es un amigo de...
-La universidad... ¿Es suficiente información?
Sus palabras fueron lo suficientemente claras y concisas como para que Dong Hae se diera por vencido y se fuera. Apenas lo perdimos de vista quise irme pero el chico me dio tanta confianza que decidí aceptar su invitación y tomar un café con él.
Después de unos minutos de una amena conversación me enteré que me había visto en el ensayo que horas antes había tenido con el Sr. Jang; que era el productor musical de la obra y que era mi admirador, otro más para la lista, pensé de inmediato. Aunque esta vez no me desagradó para nada su comentario por era un chico muy lindo y me hacía reír un montón; cosa que en aquel momento me hacía muchísima falta.
ESTÁS LEYENDO
Eres mi destino
Fanfiction¿Realmente existe el destino?... O es acaso algo que queremos creer cuando encontramos a la persona correcta y sentimos la necesidad de luchar por conservarla a costa de todo. Tan importante es el amor de esa persona perfecta para nosotros, que nos...