Cartas que nunca di.

Irónico.

 Qué loco pensar que sufrí 3 años consecutivos por alguien que hoy en día ya no me importa. Un día me dije que jamás volvería a amar, que no sabía si volvería a sentir algo. Me convencí que las mariposas no renacerían, que las noches sin luna llena no se irían, y que la obscuridad sería mi única compañía.

 Es irónico pensar que soy lo que mi pesimismo nunca quiso que fuese. Soy feliz, sonrío, río, me entrego por completo a quién considero digno de mí. Por primera vez en mucho tiempo soy "normal". Soy alguien que quizá destaque entre la multitud, pero no por su cara triste y sus cicatrices, no, sino como alguien que luchó y lucha cotidianamente contra todo, sin dejar de sonreír, pero sonreír de verdad.

 Soy la ironía pura, y creo que cada uno de nosotros lo es, pero de a momentos. Me comprometí a no dejarme derribar por nadie, ni siquiera por mí. Y a pesar de todas las cosas, a pesar de la ironía... soy feliz