Me fallé. Me juré una y mil veces que no dejaría que esto me pasara, que no me dejaría derribar, que me volvería fuerte y no fría. Pasé de ser la chica dulce, tierna y demasiado buena... a ser cruel, cortante, desinteresada. De querer escuchar y ayudar a las personas, pasé a volverme irascible con ellas. Ya no me rodeo de amor, me gusta estar sola en la oscuridad de mi habitación y mis pensamientos, escuchando música o fumando cigarrillos.
El amor me da náuseas y el afecto me revuelve el estómago, no me gusta que me toquen o que me digan cosas tiernas. No sé que me hicieron para ser así. ¿Demasiado dolor, quizá? ¿Demasiadas decepciones? ¿Demasiadas falsas ilusiones? ¿Demasiado confiar en personas imposibles de confianza? ¿Demasiadas mentiras escuchadas? ¿Demasiado sufrir abuso de confianza? ¿Demasiadas lágrimas derramadas? ¿Demasiados cortes? ¿Demasiada sangre? ¿Demasiado tratar de ser perfecta, de ser esto o lo otro? ¿Demasiado intentar? ¿Demasiado fallar? ¿Demasiado de ser yo?
¿Cuánto más tengo que sufrir para que esto pare? ¿Dónde está el botón de pausa en mi vida? Estoy tan acostumbrada a que todo me salga mal, a que la gente me haga mal, a vivir destrozada... que cuando soy feliz tengo miedo, se que va a ser temporal, se que algo malo va a terminar con todo. No confío en la gente, mantengo la guardia, no dejo que nadie más tenga el poder de lastimarme, ni si quiera yo. Últimamente pienso que soy una persona triste con momentos felices.

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Cartas que nunca di.
Любовные романыSon cartas, sentimiento y pensamientos que no se pueden ocultar, acontecimientos que se tenían que contar.