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 Seis meses de amistad, risas, felicidad... que se disiparon en un par de días en los cuales fingiste "¿Amor?". Fuiste vos el que me dijo que "Quería algo más". Te aseguré que una relación de "sólo cama" no me molestaba, sólo quería que fueses sincero, ya que conocías mis historias en el amor. Pero te dio igual, jugaste con mi cabeza, me decías que yo era la "única" y salías con una "supuesta amiga mía". No entiendo.

 Hablamos miles de veces, te pedí honestidad, y me mentiste en la puta cara. Te creí, la puta madre, te creí, cuando yo me prometí una y mil veces no creer en nadie, porque todo el maldito mundo me lastima, hasta yo.

 Un amigo "me falló" por vos. Sabía lo que me estabas haciendo, pero prefirió lavarse las manos. ¡Qué amigos maravillosos tengo! Dormiste en mi cama, perdiste la virginidad conmigo. Y al otro día desapareciste. Tus "Te quiero mucho" se fueron, desaparecieron sin dejar rastro, dejándome con un "te amo" entre los labios.

 Te empece a extrañar, todos los días te veía en el aula de clases y era fatal escuchar tu voz y que no estés hablando conmigo. Me odiaba por ser tan estúpida, y te odié por ser tan hijo de puta. Me acordaba de todo lo bueno y malo que habíamos pasado juntos, tu risa contagiosa tu perfecta sonrisa, el color verde en tus ojos, las veces en las que el silencio no era incómodo cuando estaba con vos, las promesas, los planes a futuro. Te recordaba y pensaba que "dicen" que cuando dos personas están destinadas a estar juntas, por mas que se separen, se distancien o se odien, volverán a estar juntos. Y... ¿Sabes algo? no creo que en algún futuro todo vuelva a ser cómo antes, tampoco creo que volvamos a hablarnos, pero pase lo que pase, quiero que sepas que me hiciste, temporalmente, muy feliz, cuando jamás pensé volver a sonreír. Me quisiste con todo y defectos.

 Para empezar a evitarte comencé a drogarme y a tomar, porque dolías cuando yo estaba sobria, mi corazón seguía haciéndose pedazos cuando alguien decía tu nombre. El extrañarte y querer volver atrás para poder abrazarte por última vez , ver tus ojos, tu sonrisa, escuchar tu voz, tomarte de la mano, besarte, volver a tenerte, caminar juntos, hacer tonterías... era meter sal en la herida.

 Estar con vos era volver a la vida. Presiento, a veces, que mi corazón no se recuperará después de vos, porque significas tanto para mí que siento que muchas cosas a mi alrededor ya no tienen sentido. Y lo peor de todo, es que a la única que todavía le importa es a mí, la única que sigue herida soy yo.

 Sólo soy yo la que sufre, la que esta hundida, perdida y destrozada. Por el momento llevo dos semanas "viviendo en un sueño" gracias a vos. Llegar todos los días drogada al colegio es lo único que me salva de pensar en vos.

 Mis amigas se preocupan pero me da igual, ellas no entienden. Ya no se a qué soy adicta, si a la marihuana o a vos.

Cartas que nunca di.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora