Cartas que nunca di.

"Fue un acto de inmadurez"

 Un audio de 4:53 minutos llegó a mi celular el 19 de Febrero (2017) a las 3:57 de la mañana, mientras yo estaba en el "PC de San Martín"con una amiga, completamente arrepentida de ahogar mis penas en alcohol. "(...)Si, te boludié, fue un acto de inmadurez, no te voy a mentir, soy un inmaduro de mierda, voy a cumplir 18 años y parezco un nene de 5(...)". Estaba realmente enojada, y no sabía si era con él, conmigo o con los dos. Sí, me pidió perdón, y lo perdoné, por un segundo en mi vida pude sentir dolor en sus palabras, y me empecé a sentir culpable. Nos habíamos estado matando mutuamente ¿Por qué?¿Con qué motivo? Dijo que me apoyaba en lo que necesitara, que no tenía por qué perdonarlo ni aceptar su ayuda, pero que por lo menos el gesto estaba. Me confesó que estaba cansado ya de la relación, y recién hoy pude entender lo que "estar cansado" significa, porque yo también "me cansé". Esto quiere decir que se decepcionó tantas veces que ya no quiere saber nada, o por lo menos eso pasa conmigo. Maldigo el día en el cual lo lastimé, porque fue el mismo día que él me lastimó a mí. El día que todo empezó a desmoronarse. Me encantaría volver a ese día, a esa noche, y decirle "Me voy con vos, amor". Pero ya es tarde.

 Nunca voy a olvidar el día en el que lo vi, el pelo fucsia, la gorra negra, sus ojos oscuros y brillantes. Parecía fastidiado ese día, como que algo en su vida personal andaba mal. Lo primero que pensé fue "¿Qué le pasará?". No recuerdo bien si fue él quién me ofreció un cigarrillo o si fue otra persona, porque para ese momento el alcohol ya había entrado a mi torrente sanguíneo. Parecía indiferente, encerrado en sus propios pensamientos.

 Jamás voy a olvidar cuando fui a sentarme en la hamaca de la plaza "H" y él estaba al lado, cuando le ofrecí cerveza y me dijo "No tomo". No voy a poder olvidar cuando se sacó la gorra y vi su pelo,esta vez, violeta, ni cuando los dos temblábamos y aún así me ofreció su campera, cuando lo agarré del brazo y terminó rodeándome y a los minutos darnos nuestro primer beso. ¿Cómo dejar atrás la manera perfecta en la cual nuestras manos encajaban?¿Cómo borrar sus besos, su tacto, sus sonrisa, su risa, sus ojos de un café demasiado oscuros...? ¿Cómo sacarlo de mi vida si no quiero que se vaya?¿Cómo superar a alguien que me hizo tan feliz y me decepcionó tantas veces como nadie lo hizo jamás?¿Cómo perdonar sus juegos perversos de amar un día y olvidar el otro?¿Cómo olvidar mis sonrisas de estúpida mientras caminaba feliz por la calle Triunvirato?

Cómo olvidar la primera vez que vino a mi casa, nuestra primera noche, nuestro collar juntos, nuestras conversaciones, sus "Te amo" "Juro que todavía no entiendo cómo puedo ser tan feliz" "Nunca me voy a olvidar de vos". Los frapuccinos, su cara de enojado que deseaba besarme, sus chistes tontos, sus expresiones, su carisma, su forma de ser... Su respiración agitada, su manera de pedir perdón por todo, su preocupación y bronca cada vez que yo tomaba. Su aceptación a medias, su amor a medias. No sé cómo sacarme todo esto de adentro mío.

 Hace un par de días fui a la casa de Rama , salimos a una especie de plaza con canchas y una planta cayó sobre mi cabeza, al mirarla, era la misma que Nicolás había agarrado para el famoso "Me quiere, no me quiere". Fue muy hermoso ese día, terminó con un "Me quiere" y un beso de repente. Mi situación fue diferente, esta vez estaba sola, pero de todos modos lo agarré y empecé a hacer lo mismo que había hecho él. Terminó en "No me quiere". Solté un suspiro, en el fondo sabía que a pesar que fuese una estúpida planta... tenía razón.

Todavía me acuerdo de aquella noche en el Río, tiempo después de haber terminado, cuando me senté en las piedras, aislada, y vos fuiste a buscarme, que empecé a temblar y quisiste darme una de tus camperas, te dije "No, está bien, me gusta sentir frío" porque no quería decirte "Me trae recuerdos que duelen". Finalmente accedí, llevar tu campera blanca era como sentir un abrazo tuyo, sabía que tendría que haber dicho que no, pero lo necesitaba, te necesitaba. Recuerdo que esa noche volví en colectivo con un amigo tuyo y lloré todo el recorrido, cada segundo, cada minuto. Cuando llegué a mi casa me saqué tu campera y la abracé. La mojé con mis lágrimas de lo mucho que lloré, pero me ayudó a dormir luego de tantas noches de insomnio.

Cómo no recordar el día en el cual ya no me hablabas de la misma forma, no me tratabas de la misma forma, no actuabas de la misma forma, no decías las mismas cosas, no sonreías igual, no reías igual. Fue como verte el primer día, sólo que tu pelo no era rojo-fucsia, y te conocía.

Fue triste recordar que a la semana siguiente de la cual terminamos, yo volví a la plaza para sentarme en la hamaca donde hablamos por primera vez, y me encontré con que la habían quitado. Sacaron todo. Destruyeron todo.

 Hoy 23-02-2017 se cumplen 7 meses desde el día en el cual te conocí. Y debo admitir que este es uno de los días mas tristes que he tenido en mucho tiempo. No creo poder librarme de tantos recuerdos, porque no quiero perderlos, porque tengo miedo de olvidarme de él como lo hizo conmigo, porque... Necesito un último abrazo. No, no quiero volver, ni ser su mejor amiga, quizá sólo una vieja conocida con la cual pueda charlar de una forma respetuosa. Me gustaría contarle tantas cosas, aclararle tantas dudas...

 No sé, sólo quiero dejar de sufrir con tantos recuerdos, con tanto pasado, presente y futuro en exceso y en mi mente.

 Sé que no pasará, que no lo volveré a ver, que no volveremos a hablar, como también sé que no sé cuándo voy a estar bien otra vez.