El odio de Martijn.

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28.

Vanessa P.O.V

Sonreí al recordar como Emma había quedado de golpeada, bueno. Yo también tenía unos moretones y rasguños pero Emma estaba peor que yo.

Todos fuimos a desayunar en la cafetería y me senté al lado de Martijn y comenzamos una conversación "normal"  hasta que llegó Julian y se sento al frente de nosotros sonriendo.

Dios, no podíamos estar los tres en el mismo lugar, el ambiente era tan incómodo. Por lo menos para mi.

—Creo que.. Me voy.— dije para luego levantarme de la mesa e irme.

No podía estar con los dos, sentada como si no hubiera pasado nada.

Entre a mi habitación y me apoye en la puerta cuando la cerré. Estaba nerviosa.

Alguien toco la puerta y conté hasta tres para luego abrir la puerta. Martijn entro rápidamente y cerró la puerta con seguro.

—¿Que demonio...

Antes de que pudiera terminar mi pregunta este me beso con desesperación. Sus manos bajaron rápidamente a mi cintura y luego a mi trasero, el holandés dio un ligero apretón y un gemido salió de mis labios.

—Pequeña.. — susurro en mi oído. — Te amo.

Esa confesión no me tomo por sorpresa, sabía que Martijn me amaba y de cierto modo yo también lo hacía.

—¿No dirás nada? — pregunto mirándome.

Yo solo trague grueso y le mire.

—Y-yo..

Martijn se separó bruscamente de mi tanto que me hizo caer en un mueble.

—Lo sabía.— dijo alterado.

Me quede inmóvil, Martijn jamás se había comportado así conmigo.

—Sabía que no me amabas. — prosiguió. — N-no vuelvas a hablarme ni te me acerques. De ahora en más, te odio.

Las dos últimas palabras rompieron mi corazón. Martijn salió de la habitación y me dejo sola con mis sentimientos. De mis ojos comenzaron a salir lágrimas, me sentía mal.  Muy mal.

A los segundos entro Julian y me vio.

—¿Que sucede amor? — pregunto al verme en ese estado. —¿Que tienes?

Lo mire y lo único que hice fue llorar más fuerte, los brazos de Julian me dieron consuelo y este comenzó a acariciar mi cabello haciendo que me relajará.

—¿Fue Martijn cierto? — pregunto.

Lo mire a los ojos y negué.

Julian se quedó conmigo hasta que me calme por completo.

Las palabras de Martijn aún seguían en mi cabeza, digo. Muchas personas llegaron a odiarme y me decían en la cara que me odiaban, pero ninguna me hizo llorar como Martijn lo hizo.

Al día siguiente me puse un suéter de Julian y camine tomando la mano de mi novio por los pasillos. El día estaba nublado y hacia frío, genial. El clima perfecto para llorar.

Desayunamos y no pude evitar mirar a Martijn, traía ojeras como yo, pero las mías las cubría un poco el maquillaje, Emma le hablaba pero este simplemente se quedaba mirando a la nada.

—¡Te estoy hablando Martijn Garritsen! — chillo molesta. — Nunca me haces caso joder.

Todos la miramos, incluso Martijn.

—¿Sabes que? Terminamos.

Dicho esto la rubia se levanto levanto de su asiento y se fue echa una fuera.

Esperaba que Martijn se levantará y fuera tras de ella para recuperarla, pero no lo hizo. Miro a los chicos y sonrió.

—Era un puto fastidio. — dicho eso todos comenzaron a reír incluso yo lo hice.

Entramos a clase y esta vez, nos tocaba música. 

—Bueno chicos, hoy les dejaré la tarea de crear una canción. — hablo. — Si, tiene que tener letra y son sonido y aquí tengo los nombres de las parejas.

Genial, odio cuando los profesores eligen las parejas, siempre me toca con el que no quiero que me toque.

—Vanessa y Martijn. — dijo el profesor.

Abrí los ojos como platos, lo sabía.

Mire rápidamente a Julian y me sonrió, dándome así su apoyo. Luego mire a Martijn, este también me miraba y al darse cuenta de que yo le mire volteo la cara.

Demonios, ahora como rayos haré?

Las clases terminaron y camine con unos libros en mis manos.

—¿N-necesitas ayuda? — pregunto alguien a mi lado. 

Era Martijn.

—No gracias. — respondí mirándolo con odio.

Ahora la que lo odiaba a él era yo, no podía creer que después de que me dijera semejante cosa llegará de lo más normal.

—Espera. — Martijn me tomo del brazo y trate de zafarme de su agarre lo único que este hizo fue agarrar con más fuerza mi mano, haciendome soltar un gemido de dolor.

—Me duele. — chille.

El me miro y beso mis labios, Oh Joder.  Nos separamos un poco y caí en cuenta de que estábamos en mitad del corredor, por suerte no había nadie para presenciar nuestro beso.

—Quiero odiarte. — susurro Martijn en mi oído haciendome estremecer. — Pero, por más que intente, no puedo.

Lo mire a los ojos y Luego baje la cabeza.

—Me resulta difícil saber y reconocer de que estoy enamorado de la novia de mi mejor amigo. — hablo. — Debes de entenderme pequeña, que. Para mi no es nada fácil sentir lo que siento por ti.

Ahora si, estaba a punto de llorar.

—¿Podemos hablar en otra parte? — pedí.

El asintió y nos fuimos a mi habitación, me quite la corbata del uniforme y me senté en un mueble.

—Deberíamos de hacer algo, no podemos seguir así. — hable seriamente.

—Lo se, pero no puedo evitar amarte. Por mas que quiera.

Sus palabras me hicieron sonreír, saber de que Martijn me amaba me hacía feliz, pero no sólo el lo hacía, Julian también me amaba.

—Tarde o temprano. Terminaremos con el corazón roto. — dije bajando mi cabeza.

—Todo por la estúpida apuesta de enamorarte. — susurre Martijn.

Lo mire y el se asustó, pensando en que quizás me volvería una furia al saber de que ellos había echo una apuesta.

—Ya lo sabía. — dije.

El abrió los ojos de más.

—¿Enserio? — pregunto.

—Si.— respondí. — Aunque no pensé en que me enamoraria de los dos. — susurre.

—Ven acá.

Me movi hasta donde estaba Martijn y este me abrazo, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin ningún control. Todos sabíamos que esto estaba mal y sin embargo, los tres seguíamos montados en el mismo barco que pronto sabíamos que se iba a hundir.

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Gold Skies. |Martin Garrix and Julian Jordan| TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora